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Los ladrones de una escultura del siglo XIX en Jerez alquilaron la casa para robar la pieza del patio

Los dos cacos, expertos en delitos contra el patrimonio, tenían intención de subastar rápidamente la pieza de 1.000 kilos firmada por José Vilches

Momento de la entrega de la estatua a un representante de la familia propietaria (derecha).
Momento de la entrega de la estatua a un representante de la familia propietaria (derecha).
Jesús A. Cañas

Fidelidad ha vuelto a casa siete meses después de desaparecer misteriosamente de una casa de Jerez de la Frontera. Su destacado valor histórico y patrimonial y, sobre todo, sus 1.000 kilos de peso convirtieron el robo de esta escultura en un enigmático caso que ahora la Guardia Civil ha conseguido desenmarañar. La pieza data del siglo XIX y es una de las obras más destacadas del escultor malagueño José Vilches. Y los ladrones lo sabían, por eso no dudaron en alquilar la casa en la que se conservaba para poder sustraerla sin levantar sospechas. Ahora, estos inquilinos de manos largas han sido detenidos justo cuando intentaban subastar la pieza en una casa especializada en obras de arte.

El misterio de la desaparición de una estatua del siglo XIX de una casa de Jerez

Hace unos días, la escultura, tallada en mármol en 1844, ha regresado a sus legítimos propietarios, tal y como ha informado la Guardia Civil de Cádiz en una nota de prensa. Con la devolución a la familia Pemartín, dueña de la pieza, se pone fin a más de siete meses de investigaciones que se aceleraron en las últimas semanas con la denuncia pública de la desaparición. Fue el artista Suso de Marcos, inmerso en negociaciones con la familia para la cesión de la obra al Museo de Bellas Artes de Málaga, como los propios Pemartín los que, a mediados de este mes, dieron a conocer la sustracción de la pieza para dificultar posibles maniobras de compraventa.

“A raíz de publicarlo en prensa ha llegado el desenlace. Una persona que leyó la noticia dijo haber visto la pieza y así se pudo localizar. Estamos contentos y agradecidos a la labor de la Guardia Civil”, ha reconocido Ignacio Díez Pemartín, portavoz de la familia propietaria. No es el único entusiasmado con el hallazgo, el propio De Marcos no puede ocultar su “alegría” por que la obra regrese al jardín de la villa jerezana de la que fue sustraída. El experto malagueño llegó hasta la escultura Fidelidad, mientras indagaba sobre el periodo artístico de José Vilches (Málaga, 1810- Saigón, 1890) en el sur, antes de llegar a Madrid y Roma, donde llegó a ser escultor de cámara de la reina Isabel II y director de la Academia española de Bellas Artes en Roma, respectivamente.

En su informe, elaborado para la Real Academia de San Telmo, pudo documentar y estudiar una obra neoclásica construida para coronar el panteón del vinatero Julián Pemartín (tatarabuelo de Ignacio), ubicado en el desaparecido cementerio de Santo Domingo de Jerez. Vilches talló la figura de una mujer velada, sentada sobre un catafalco y acompañada por un perro de aguas, como representación de la fidelidad de la viuda de Julián. Con el cierre del camposanto, la obrafue trasladada a un emplazamiento específico en la casa de los Pemartín a las afueras de Jerez.

Allí permaneció durante décadas, hasta que la familia se percató del robo tanto de la pieza como de un brocal de pozo, en marzo de este año. La desagradable sorpresa llegó después de que los propietarios accedieran a su villa tras tenerla alquilada. Pese a que los inquilinos negaban ser los autores de la sustracción, los agentes sospecharon de su versión. Los arrendatarios hacían gala de una gran capacidad económica, hasta el punto de desembolsar por adelantado los 14.000 euros de seis meses de alquiler y pese a no tener actividad laboral constatada.

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Por si fuera poco, en el momento de cerrar el alquiler, los inquilinos demostraron un elevado interés por la pieza, con preguntas “propias de personas conocedoras del mercado del arte”, como ha explicado la Guardia Civil en su comunicado. Además, rescindieron el contrato de alquiler antes de tiempo y no intentaron recuperar el dinero entregado de antemano. Eso llevó a la familia a recelar y a descubrir, cuando accedieron a la vivienda, que las dos piezas en mármol habían desaparecido. Dado el tamaño (la escultura y el catafalco están tallados a tamaño natural) y el peso (unos 1.000 kilos), los ladrones tuvieron que usar maquinaria, material de transporte y embalaje especializado.

Sin embargo, la maniobra no era nueva para los cacos. Los guardias civiles consiguieron averiguar que los presuntos autores del robo y ahora detenidos, Juan Manuel R.D. y Salvador L.V., tenían antecedentes por delitos relacionados con el patrimonio histórico. De hecho, consiguieron llegar lejos en su plan. Las investigaciones policiales determinaron que la obra habían terminado en la provincia de Málaga, dentro del circuito de compra-venta de obras de arte. La intención era subastar la escultura, pero la ausencia de una documentación, que los autores del robo no podían aportar, mantenía paralizado el proceso.

Gracias a la colaboración ciudadana suscitada tras la publicación de la desaparición, los agentes localizaron la obra y detuvieron a los dos sospechosos, en paradero desconocido hasta entonces. Los dos presuntos autores se enfrentan a los delitos de hurto en supuesto agravado, estafa, falsificación de documento privado y pertenencia a grupo criminal. Además, hay una tercera persona investigada que también puede estar vinculada al robo. Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 5 de Jerez, cuyo juez titular ha autorizado la entrega del material recuperado a sus propietarios. Ahora, con la pieza en casa, Díez Pemartín asegura que la familia “replanteará” la posible cesión de la obra al Museo de Málaga.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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