Cae el Solitario asturiano: el atracador de bancos septuagenario
El avilesino Miguel Ángel Álvarez Riestra es un viejo conocido de los agentes después de cuatro décadas de asaltos a sucursales en el norte de España y varios años entre rejas
El solitario asturiano duerme otra vez entre barrotes. El atraco a un banco en Santander, Cantabria, no salió como esperaba. La Policía Nacional lo identificó como el hombre que asaltó dos entidades bancarias en Oviedo el año pasado. Su nombre es Miguel Ángel Álvarez Riestra, conocido desde hace más de 40 años por sus robos a entidades bancarias, sus entradas en prisión y sus fugas. El hombre de 76 años se encuentra desde agosto en prisión preventiva, comunicada y sin fianza por intentar secuestrar a un empleado de banco. El caso de este legendario atracador está siendo investigado por el juzgado de instrucción número tres de Santander.
Álvarez Riestra, nacido en 1941 en Avilés (Asturias), es un viejo conocido de la policía y la Guardia Civil. En octubre y diciembre del año pasado cometió dos atracos en Oviedo; pero fue a raíz de su último intento de golpe en Santander cuando los agentes del Grupo de Delincuencia Especializada y Violenta de la Jefatura Superior de Policía de Asturias reactivaron las investigaciones y encontraron la conexión entre este y los otros asaltos ocurridos en Oviedo.
Las fuerzas de seguridad llegaron a la conclusión de que se trataba de la misma persona al comparar una fotografía actual del atracador con las imágenes de las cámaras de grabación, en las que se observa a una persona armada con un cuchillo.
Las declaraciones de los testigos fueron otro elemento clave para su detención. Según los trabajadores de ambas sucursales una persona de edad avanzada les amenazó, y lo reconocieron a partir de las fotografías tomadas en los bancos. Álvarez Riestra se llevó 25.000 euros. En su última acción El Solitario asturiano intentó sin éxito secuestrar a un empleado. Y ahí acabó, por el momento, su aventura.
Cuatro décadas de delitos, condenas y fugas
Los bandidos también tienen sus imitadores. Álvarez Riestra acudía a los bancos con perilla y peluca y enfundaba sus dedos en tiras de esparadrapo para no dejar huellas, como el legendario y archiconocido Jaime Jiménez Arbe, El Solitario. Este cumple actualmente una condena de 19 años y protagonizó más de una treintena de asaltos a sucursales de toda España. La similitud en el modus operandi de ambos delincuentes hizo que Álvarez Riestra fuera apodado El Solitario asturiano.
"Le gusta vivir bien y beber vino de la ribera del Duero. No fuma ni bebe y se gasta dinero en cremas para tener buen cutis", confió a este diario un guardia civil en 2008.
El Solitario asturiano no es tan solitario. En su último intento de atraco iba acompañado de una persona que se dio a la fuga, y en el robo del Banco Herrero de Las Vegas-Corvera, en Asturias, también tenía un cómplice. El septuagenario delincuente es corpulento y mide 1,83 metros. Ha realizado la mayor parte de sus atracos en Asturias.
Álvarez Riestra entró por vez primera en una prisión hace 41 años, en 1976. Nueve años después, en 1985, fue detenido en Santander acusado de desvalijar una joyería de Castellón en la que se apoderó de joyas con un valor total de 720.000 euros. Doce años más tarde, en 1997, volvió a quedar en libertad. Durante más de un año atracó 11 bancos en Asturias, logrando un botín total de 125.000 euros. En octubre de 1998 fue capturado de nuevo.
En 2006, con el pretexto de que necesitaba trabajar para ahorrar para su jubilación, El Solitario asturiano disfrutó de un fin de semana fuera de los muros de Villabona, con el permiso de las autoridades. Fue el propio cura del penal quien lo llevó en su coche a Oviedo y le buscó alojamiento en un albergue. El avezado atracador aprovechó el descanso carcelario para llevarse más de 90.000 euros a punta de pistola de Caja Astur de Carabayín Bajo para después regresar puntualmente a la prisión. Como el plan pareció no salir mal, una semana más tarde obtuvo un nuevo permiso y aprovechó para dar un nuevo golpe en la localidad asturiana de Villamayor. Tras amenazar a los empleados se hizo con 35.000 euros y huyó en un coche.
Un historial en el que no falta casi de nada. Tras 41 años desafiando a la justicia y pese a su avanzada edad, no parece tener intención de jubilarse del hampa. Aunque de momento, seguirá entre barrotes.
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