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La independencia por soleá

Alcaudete reúne en una carpa del PP a cargos de Esquerra y PSC en un acto de hermanamiento entre este pueblo de Jaén y sus vecinos emigrados a Cataluña

Manuel Jabois
Carme Trillas, concejal de ERC en Manlleu (Barcelona), en la caseta del PP de Alcaudete (Jaén).
Carme Trillas, concejal de ERC en Manlleu (Barcelona), en la caseta del PP de Alcaudete (Jaén).PACO PUENTES

En la caseta del PP de la Feria de Alcaudete (Jaén), oposición en el Ayuntamiento, se sientan a comer alcaldes y tenientes de alcalde de PSC y ERC; hoy invita la derecha. Suenan sevillanas y se sirve manzanilla, jamón, olivas y atún. La independentista Carme Trillas, concejala de Manlleu (Barcelona), se levanta de repente y toca las castañuelas con arte. El presidente del PP de Alcaudete la interrumpe: “¿Pero os separáis o no?”. “Nos separamos, pero mantenemos el amor, os vamos a querer igual”, responde Trillas sin dejar de tocar los palillos. En la otra esquina de la mesa, el teniente de alcalde de Manlleu, Enric Vilaregut, de Esquerra, confirma que en la noche del viernes bailó una salsa con la concejala andaluza del PP, Carmen González. “Y ahora lo voy a sacar otra vez pero por sevillanas”, dice ella. “Yo por sevillanas ya no, que me pierdo”, responde Vilaregut. Son las cinco de la tarde y nadie sabe si al final de la velada Cataluña será independiente o en esta caseta se fundará una nación nueva entre todos.

“Para nosotros esto es nuevo”, dice el alcalde de Sant Hipòlit de Voltregà, Xavier Vilamala, “porque nunca tuvimos PP en el Ayuntamiento”. “Nosotros una vez tuvimos un concejal que era una bellísima persona”, dice Vilaregut. En Sant Hipòlit, de 2.500 votantes, 1.600 votaron a la independencia en aquella consulta del 9 de noviembre de 2014 que acabó con Artur Mas inhabilitado por la justicia. Sant Hipòlit de Voltregà y Les Masies de Voltregà son dos municipios hermanos gobernados por dos gemelos, Xavier y Sergi Vilamala. Sant Hipòlit está dentro de Les Masies, y los dos están en el corazón de la comarca más independentista de Cataluña, Osona, en la que hay vecinos que, si no fuese por las noticias, no sabrían que existe el PP. ¿Por qué entonces los hermanos gemelos Vilamala gobiernan Sant Hipòlit y Les Masies si son del PSC? “Me jode decirlo”, dice el teniente de alcalde de Manlleu, Vilaregut, “pero lo están haciendo muy bien”.

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"Yo, del PSC, gobierno en un pueblo de mayoría abrumadoramente independentista”, confirma Xavier Vilamala, que a propósito del referéndum denuncia amenazas y coacciones que ha llevado al juzgado. “El otro día iba por la calle con mi hijo y me pidió cambiar de acera porque venía no sé quién. Mira, yo no me cambio de acera por nadie porque la conciencia la tengo muy tranquila”. Vilamala es “catalanista radical” y pro-referendum, pero no a la manera del 1-O. “Cuando son elecciones autonómicas arrasan, y en las locales me voy defendiendo pero cada vez menos”. ‘Cada vez menos’ significa que ahora gobierna con ayuda de ERC, y la mayoría plenaria es soberanista. “He tenido que colgar en mi balcón la estelada, pese a mi disgusto”. Cuando un hermano Vilamala, calcado a su gemelo, pasea por el municipio vecino, los ciudadanos le paran para que tome nota de sus demandas; luego ellos se pasan los papeles. Prefieren no confesar en cuáles, pero ha habido algún acto institucional en que uno sustituyó al otro por causa de fuerza mayor sin que nadie se enterase.

Población inmigrante

¿Qué hacen todos aquí, junto a una treintena de vecinos procedentes de Cataluña, en Alcaudete? En los años cincuenta y sesenta, más de un millar de vecinos de este pueblo de Jaén emigró a Manlleu, a Sant Hipòlit de Voltregà, Les Masies de Voltregà y Santa Margarida de Montbui. Vendieron lo que tenían en esta localidad de secano y olivares, y se reciclaron en la comarca de Osona. Los municipios hoy están hermanados: hay intercambios de alumnos en institutos para desmontar tópicos (“que vean que aquí se trabaja, y se trabaja duro”, dice el anfitrión de la cita, el alcalde socialista Valeriano Martín) y un viaje anual como éste, en el que los emigrantes regresan por unos días a sus infancias en días de feria. Viajan a este pueblo blanco y hermoso, coronado por un castillo construido por los árabes y tomado por los cristianos en el siglo XI. De esas históricas batallas sobrevive una leyenda, la de Martinillo Zancajo, un caballero del que se dijo que salió solo de su castillo a enfrentarse con 50.000 árabes; en reconocimiento a su valor, el enemigo desistió de cortarle la cabeza y lo enterró armado. La leyenda dice que se le ve de noche paseando por el pueblo, anunciando la muerte a las monjas y custodiando las calles. También se utiliza para asustar a niños y obligarlos a dormir; tras enfrentarse solo a 50.000 guerreros, ha acabado como hombre del saco. 

Son 14 horas de autobús desde Cataluña a Jaén; este año el autocar no vino lleno: los vecinos están mayores, los hijos no se animan tanto y en cualquier momento los lazos pueden acabar de romperse. "No se va a romper nada”, dice Rosario García Hortas, 67 años, que emigró a Manlleu con sus padres cuando era niña. “Mi marido se quedó en casa, pero yo vengo porque, aunque es un esfuerzo, aquí está mi niñez, aquí están mis juegos y aquí mi colegio y mis recuerdos”, dice. “En Manlleu nada más llegar con 14 años me puse a trabajar en una fábrica textil, luego quebró y seguí trabajando de limpiadora. Mi padre lo hizo en la carretera, mi madre limpiando y mi hermana de 11 años en la churrería. ¿Cómo no voy a volver? Aquí fui niña”. Del procés, lamenta que su vecina de escalera, desde que colgó la estelada en el balcón, sea más distante con ella.

Xavier Vilamala, alcalde de Sant Hipòlit de Voltregà, recuerda que el equipo femenino de hockey sobre patines de Voltregà es campeón de Europa. “A las jugadoras independentistas las llama la selección española y van. Como ellas, al final la sociedad catalana es una sociedad práctica, y la lógica se impone”. ¿El conflicto se arregla? “Por supuesto”, dice Vilamala del PSC: “Con un acuerdo legal y acordado, con un referéndum pactado. La vía que seguía mi partido y abandonó. La que promueve Colau y por eso está triunfando”. “Por supuesto”, dice Vilaregut, de Esquerra: “dejando votar en libertad a los catalanes, cumpliendo la voluntad del pueblo

Tras la comida todos se van a dormir la siesta: por la noche sigue la feria y hay bailes pactados en la sobremesa. Faltan dos semanas para la resaca.

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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