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Marbella ya no censura como antes

La ciudad vive un cambio de gobierno alejado del espectáculo que tuvo la caída de Julián Muñoz

Julián Muñoz, tras ser desbancado de la Alcadía de Marbella en 2003.
Julián Muñoz, tras ser desbancado de la Alcadía de Marbella en 2003. Reuters

Marbella vivió un espectáculo mediático un verano entero. Fue en 2003, cuando Julián Muñoz perdió la Alcaldía a mediados de agosto tras una moción de censura que aupó al sillón a Marisol Yagüe, ahora cumpliendo condena por el caso Malaya. En su caída estuvo acompañado por Isabel Pantoja, su entonces pareja, que esperó el fatal desenlace con paciencia en la sala contigua al salón de plenos tras semanas paseando de la mano del político, siempre rodeados de cámaras. Tanta exhibición pública estuvo aderezada, incluso, por los insultos y las acusaciones de corrupción que se lanzaron Muñoz y el que había sido su mentor político, el fallecido Jesús Gil, en un programa rosa de televisión. Unas palabras que ninguno de los dos se atrevió a repetir ante el fiscal cuando fueron citados para que aclararan si en esa moción había mediado algún soborno.

Esto ocurrió hace 14 años, cuando el noviazgo entre la tonadillera y el exalcalde y las guerras internas del Grupo Independiente Liberal (GIL) atraían todos los focos hacia la Costa del Sol. Cuando Juan Antonio Roca se movía en la sombra y apenas era conocido. Después llegó la Operación Malaya, que obligó a disolver el Ayuntamiento, y la normalización municipal con las elecciones de 2007. La vida política local ha dado un giro de 180 grados y Marbella (140.744 habitantes) se prepara para vivir otra moción de censura, también en agosto, muy alejada de la expectación, la parafernalia y la caspa que inundaron la de 2003.

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Si no hay sorpresas, el PP recuperará la Alcaldía de la segunda ciudad más importante de la provincia de Málaga este martes gracias al apoyo de los dos concejales de Opción Sampedreña (OSP), un partido local que lleva el nombre del principal núcleo de población marbellí (San Pedro Alcántara) y que hasta hoy mismo forma parte del tripartito que ayudará a derrocar, liderado por el socialista José Bernal. Este equipo, en el que también está IU, necesita para gobernar el respaldo del grupo Costa del Sol Sí Puede, marca local de Podemos, a quien los sampedreños consideran ahora “un lastre” para la gestión. Por eso, dicen, han decidido cambiar de bando.

A falta de saber con certeza el ambiente de la sesión plenaria, no se esperan ni mucho menos los elementos estrafalarios que hubo en la anterior. Como los seis guardaespaldas, imponentes y con gafas de Gucci, que escoltaron a Marisol Yagüe, Isabel García Marcos, Carlos Fernández y compañía para garantizar su seguridad. Los firmantes contra Muñoz, ya tránsfugas, se esfumaron de Marbella para evitar presiones con destino desconocido pocas horas después de suscribir la moción de censura de madrugada en una notaría de Estepona. No dieron señales de vida hasta el día del pleno, el 13 de agosto, resguardados por esa media docena de hombres musculosos con ropa de marca.

“Esta moción de censura no tiene nada que ver con la de 2003, la de ahora está protagonizada por partidos democráticos, en una situación política bien distinta de la de aquel año. Estamos hablando de un Ayuntamiento que se ha reestructurado, que se ha armado”, subraya Concha Montes, periodista con 30 años de profesión en la ciudad malagueña. Este movimiento político “ha planeado” prácticamente durante todo el mandato, añade. El PP obtuvo 13 concejales en las últimas elecciones municipales y se quedó a solo uno de la mayoría absoluta.

Lo que más ha chirriado ha sido “la ejecución” de la operación. Opción Sampedreña se decantó tras los comicios por el bloque de izquierdas y en la revisión de ese pacto, más o menos a mitad de mandato, decidió continuar en el tripartito liderado por el PSOE. Eso fue el 1 de agosto. Solo 10 días más tarde, OSP volvió a reunir lo que el partido local llama consejo consultivo, órgano del que se desconoce la identidad de parte de sus miembros, y anunció a las 11 de la noche de un viernes que se ofrecía al PP para impulsar una moción de censura. El escrito se registró el 14 de agosto.

“Las dudas con Podemos estaban ahí”, se defiende Rafael Piña, portavoz de OSP. Insiste en la “rémora” que representa Costa del Sol Sí Puede, que unos días antes del cambio de criterio amenazó con no aprobar el Presupuesto de 2018. Gracias al pacto con el PP, San Pedro Alcántara recibirá el año que viene 18 millones de euros, una cifra sin precedentes para este núcleo.

El alcalde ha reiterado varias veces que las verdaderas razones de la moción de censura no se han aclarado. Ángeles Muñoz, la candidata popular a sustituirle, ya ha gobernado Marbella durante dos mandatos (2007 y 2011) y defiende la “legitimidad” del cambio por el resultado de las elecciones. El PP, con Muñoz al frente, fue el único partido que no sucumbió a la rocambolesca moción de censura de 2003.

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