Un partido local ofrece al PP la Alcaldía de Marbella para arrebatársela al PSOE
La posible moción de censura acabaría con un tripartito sostenido por Podemos
El difícil puzle en que se convirtió el gobierno de Marbella tras las elecciones municipales de 2015, un tripartito (PSOE, IU e independientes del núcleo de San Pedro Alcántara) sostenido por el grupo Costa del Sol Sí Puede (marca local de Podemos), ha estallado por los aires. Los dos concejales del partido Opción Sampedreña (OSP) decantaron entonces la balanza para que el socialista José Bernal se hiciera con la Alcaldía de la segunda ciudad más importante de la provincia de Málaga y, ahora, han dado un giro para impulsar un pacto con el PP que devolvería el bastón de mando a la senadora popular Ángeles Muñoz. El PP obtuvo en los últimos comicios locales 13 concejales y se quedó a solo uno de la mayoría absoluta.
La operación se da por hecha. El PP local no se pronuncia este sábado oficialmente sobre el probable pacto, pero fuentes del partido explican que la moción de censura que sumará 15 apoyos —los 13 ediles populares y los dos de OSP— se registrará en el Ayuntamiento la próxima semana, por lo que previsiblemente se votará los últimos días de agosto. El Partido Popular ha cortejado a los independientes de San Pedro desde las elecciones de 2015 y hace pocas semanas, a mitad de mandato, volvieron a tender la mano a este grupo para impulsar un cambio político en Marbella, de 140.744 habitantes, hasta 2019.
El propio presidente de la formación en Andalucía, Juan Manuel Moreno, se ofreció a finales de mayo para sellar un acuerdo que desbanque al actual alcalde. Y el portavoz de Agricultura del PP en el Parlamento autonómico, Manuel Andrés González, ha asegurado este sábado que la firma de la moción de censura "restituirá la voluntad de los ciudadanos".
La decisión de cambiar de bando de los dos concejales sampedreños, miembros de un grupo que pretende más autonomía para este núcleo de población, ha sido inesperada. El anuncio se hizo el viernes pasadas las 11 de la noche y ha llegado solo 10 días después de que estos mismos ediles, tras un debate en el seno de lo que ellos llaman consejo consultivo, confirmaran su intención de seguir formando parte del tripartito que lidera el PSOE, que tiene ocho representantes en la corporación.
¿Qué ha pasado en tan poco tiempo? Según Manuel Osorio, concejal y presidente de OSP, la marca de Podemos, imprescindible para llegar a la mayoría absoluta en las votaciones de los plenos, se ha convertido en "un lastre" para gobernar la ciudad. El último episodio ha sido la reciente amenaza de Costa del Sol Sí Puede de no apoyar los presupuestos para 2018 y las críticas a la renovación de la concesión de la zona azul a una empresa privada.
"Es muy difícil trabajar con alguien que apoya a un equipo de gobierno, pero no está dentro de él […] No se entera de la gestión, no está en el día a día y no sabe de las dificultades que entraña hacer cualquier cosa", dijo Rafael Piña, la otra pata del grupo sampedreño. El acuerdo con el PP impulsaría un bipartito que, con 15 representantes, sumaría mayoría absoluta. Las fuentes del PP apuntan que las negociaciones entre ambos partidos siguen durante estos días.
Los personajes no son tan mediáticos, pero será la segunda moción de censura en 14 años y en agosto que viva Marbella, punto caliente de la política española durante los 15 años de gilismo (1991-2006). La de 2003 desbancó de la Alcaldía a Julián Muñoz tras un rocambolesco pacto entre algunos de sus compañeros del GIL, PSOE y PA y aupó al sillón a Marisol Yagüe. Ese tripartito es el que se evaporó en marzo de 2006 con el estallido de la Operación Malaya, el caso de corrupción municipal más importante juzgado y sentenciado en el país.
El Ayuntamiento normalizó su situación en las elecciones de 2007, cuando la popular Ángeles Muñoz obtuvo una mayoría absoluta revalidada cuatro años más tarde. En 2015 se quedó a solo un concejal de afrontar su tercer mandato y ahora, si no hay sorpresas, en pocos días volverá a coger las riendas de la gestión de Marbella. Sobre si dejará su cargo de senadora, fuentes del partido explican que "no es necesario" que abandone la Cámara Alta, ya que se trata de responsabilidades "compatibles". Muñoz, aforada, está inmersa en un proceso judicial en el que se investiga una presunta falsedad documental durante la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2010, cuando era alcaldesa.
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