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¿Una pantera suelta en Castilla?

Vecinos de la Sierra Norte de Guadalajara denuncian el avistamiento de un gran felino, un deporte nacional en el Reino Unido

Guillermo Altares
La supuesta pantera, en un informativo de la cadena local de Guadalajara.
La supuesta pantera, en un informativo de la cadena local de Guadalajara.

La bestia de Bodmin no es una criatura salida de un capítulo de Juego de Tronos, sino uno de los animales más famosos del Reino Unido: durante años, se multiplicaron los avistamientos de un gran felino en el páramo de Bodmin, situado en Cornualles, sin que su presencia llegase nunca a confirmarse. Eso no impidió que la criatura se convirtiese en una celebridad. Ahora puede haber llegado hasta Castilla. La cadena local Guadalajara Media ha informado de que los vecinos de varios pueblos de la Sierra Norte de Guadalajara aseguran haber visto un gran felino, una pantera o un puma, del que incluso existen imágenes lejanas.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha han realizado batidas para tratar de encontrar al animal, pero hasta ahora sin suerte. El Zoo de Guadalajara ha señalado que no ha perdido ningún felino, aunque podría tratarse de un animal de compañía mantenido de forma de ilegal. Sin embargo, todos los casos que se han producido de avistamiento de grandes felinos se han quedado en nada. En febrero, en Valladolid, se produjo un alerta por la posible presencia de un jaguar, pero fue desmentido por el Seprona.

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La Sierra Norte, que linda con Segovia y Soria, es una zona despoblada y montañosa, de bellísimos paisajes, por la que se mueve desde hace tiempo el lobo ibérico. Sin embargo, las imágenes difundidas por Guadalajara Media en su canal de YouTube muestran la figura de un felino, aunque borrosa y en la lejanía. Resulta difícil medir su escala y su tamaño, pero es claro que no es un cánido.

El animal ha sido avistado en la zona del valle de Cañamares, unos 100 kilómetros al noreste de Madrid, en el corazón de la España Vacía, y sus vecinos han aprovechado para protestar ante esta cadena local porque carecen de cobertura de móvil en la mayoría del municipio, por lo que no podrían avisar a nadie si se encuentran cara a cara con el felino. El teniente de alcalde de La Bodera, Carlos Hernández, ha señalado al diario El Norte de Castilla que "puede ser que haya varios porque se ha visto en varios pueblos con decenas de kilómetros de distancia o que sea el mismo que recorre muchos kilómetros". Un vecino ha relatado al mismo medio que vio al animal el 4 de agosto. "Sujeté a mi perro para no tener problemas, aunque me pareció que la pantera estaba muy tranquila, como si hubiera recorrido esta zona hace mucho tiempo", relata.

Sin embargo, este tipo de avistamientos nunca se confirman de forma científica, suelen ser gatos domésticos especialmente grandes o falsos reflejos. En Europa, el mayor felino presente en el medio natural es el lince. La pregunta es si un animal escapado de un zoo o liberado por sus dueños podría adaptarse y sobrevivir. Es posible, por ejemplo, en el caso de un puma, que habita en espacios montañosos y despoblados parecidos a los del norte de Guadalajara. Sin embargo, si llevase varias semanas dando vueltas por la zona, los vecinos hubiesen sufrido sin duda pérdidas de ganado. Por otro lado, se trata de animales extraordinariamente tímidos: en el Griffith Park, en Los Angeles, vive un puma que nunca se ha cruzado con nadie: ha sido fotografiado con cámaras térmicas, pero evita en lo posible el contacto con los humanos.

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El diario sensacionalista británico The Sun estimó recientemente en 455 el número de avistamientos de grandes felinos en el Reino Unido, que habían sido denunciados por ciudadanos entre 2010 y 2015, y en unos 2.000 el número de animales observados sin avisar a las autoridades. Los nombres elegidos por el rotativo no eran precisamente tranquilizadores: el gato del infierno de Hull, la bestia de Cumbria, la criatura de Cornualles o el demonio de Dartmoor. Se hablaba de panteras, leopardos, leones, tigres o pumas, de ovejas devoradas y de espeluznantes rugidos nocturnos. Sin embargo, nunca han aparecido imágenes claras, ni se han producido encuentros cercanos, ni nadie ha resultado herido. Naturalmente, ninguno de esos animales ha sido capturado. Los gatos del infierno son, por ahora, tan elusivos a la ciencia como el monstruo del Lago Ness.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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