Rentería, el ejemplo de la otra cara de Alsasua
Antaño icono de la violencia, abandera ahora, con un alcalde de Bildu, el homenaje a las víctimas de ETA
Cuando el semanario Time quiso narrar los años de plomo en Euskadi eligió el municipio guipuzcoano de Rentería como icono de la violencia. Lo fue junto con Hernani, referente de Fernando Aramburu para su novela Patria. Rentería, un municipio del cinturón industrial de San Sebastián de 40.000 habitantes, presenta un balance violento estremecedor. En los últimos 50 años, 21 personas fueron asesinadas por ETA; otras dos, por grupos parapoliciales; cinco, por disparos policiales en la Transición; centenares de denuncias de torturas, incontables actos de kale borroka y una profunda división social. Lo recoge el informe Hacia una memoria compartida de la asociación pro derechos humanos Argituz, encargado en 2014 por el Ayuntamiento formado por Bildu, PSE, PNV, IU y PP.
Los muertos en manifestaciones por disparos de fuerzas policiales sin adaptar a la democracia terminaron en 1979. Pero el terrorismo de ETA se intensificó con la democracia y su último asesinato fue en 1998: el del edil del PP Manuel Zamarreño. La sede local del PSE fue atacada 27 veces, la última en 2005. Estos datos del informe de Argituz los asume el Ayuntamiento de una Rentería que ha dejado de ser símbolo de la violencia para convertirse en icono de la paz. Es la otra cara de Alsasua (Navarra), donde los rescoldos de odio y la respuesta desproporcionada de la fiscalía han generado una tensa espiral.
La nueva Rentería empezó con el cese definitivo de ETA en 2011. El recién elegido alcalde de Bildu, Julen Mendoza, abogado urbanista y desvinculado de violencias pasadas, inició el acercamiento a los concejales del PSE, José Angel Rodríguez y del PP, José Manuel Herzog. "Cambiaron personas y comportamientos. Los de Bildu empezaron a saludarnos. Se creó un clima de respeto. Ganamos confianza y empezamos a hablar de lo sucedido en Rentería sin tapujos", coinciden ambos ediles. El primer gesto del alcalde fue acudir en 2012 a la reinauguración de la sede del PSE, atacada hasta 2005 por la kale borroka.
Empezar por lo cercano
De aquellas reuniones surgió en 2013 la iniciativa de unir a víctimas de ETA, los GAL y de abusos policiales, aprovechando unas jornadas cinematográficas. "Por primera vez juntamos a 300 personas para escuchar con normalidad relatos muy diferentes de violaciones de derechos humanos”, señala Mendoza. Tras el éxito de la iniciativa, el Ayuntamiento encargó el informe Argituz sobre las vulneraciones de derechos humanos en Rentería y, en su presentación en 2015, pidió iniciativas de reparación de la violencia.
Los presos etarras, contra el arrepentimiento y la delación
El colectivo de presos de ETA EPPK ha determinado que será cada recluso el que decida optar o no a los diferentes beneficios penitenciarios pero señala: "Que nadie nos pida ni el arrepentimiento político ni la colaboración para encarcelar o alargar las condenas de otros compañeros".
El periódico Gara ha publicado este domingo un documento de conclusiones del EPPK tras completar un debate interno en el que se detalla la hoja de ruta para afrontar la vía legal por parte de los reclusos de ETA para buscar salidas a la situación de los 330 encarcelados.
El texto señala que habrá diferentes opciones según la situación jurídica de cada preso y será cada recluso quien decida iniciar las diferentes vías legales relacionadas con redenciones, destinos carcelarios, cambios de grado, permisos o libertades condicionales.
Pero el documento deja claro que no aceptarán ningún paso que pueda ir en contra de la militancia política o "que pueda ser políticamente utilizado para dañar el proceso de liberación". "Que nadie nos pida ni el arrepentimiento político ni la colaboración para encarcelar o alargar las condenas de otros compañeros. El tiempo de la confrontación armada quiere ser cerrado en Euskal Herria y estando de acuerdo con esta oportunidad de futuro que nadie nos pida renunciar ni a nuestras ideas ni a nuestros objetivos políticos", subraya el documento.
La hoja de ruta marcada por el EPPK para "trabajar la vía jurídica" será la siguiente: cada preso se hará con su dosier jurídico y estudiará con los abogados las opciones que hay en base a la legalidad actual. Ese informe de cada preso se trasladará, en primer lugar, a la dirección del colectivo; después a los ciudadanos "para que en los pueblos sepan" cuál es la situación y, posteriormente, estará en manos de cada preso los pasos a dar.
Empezaron por lo cercano: homenajear a los dos concejales del PP —José Manuel Caso y Manuel Zamarreño— y al del PSE —Vicente Gajate—, asesinados por ETA y olvidados. El acto lo llevó a cabo el Ayuntamiento surgido de las elecciones de 2015, con la entrada de Irabazi, vinculada a Podemos, y la salida del PP, aunque su anterior edil, José Manuel Herzog, siguió relacionado con el proceso. Mendoza lo asumió: "Un Ayuntamiento puede tomar iniciativas en el ámbito de la verdad y la reparación. Lo hicimos asumiendo las recomendaciones de las víctimas. Nos dijeron que aceptarían si el homenaje era sincero y unánime porque solo así se sentirían no utilizadas", señala el alcalde.
Herzog valora el homenaje: "Las familias de las víctimas de ETA han sufrido mucho en Rentería. Muchos conocidos evitaban saludarles para evitar ser señalados. Eran tratadas como apestadas. Naiara Zamarreño me contaba que su padre le hacía caminar cinco metros por detrás para que a ella no le pasara nada si atentaban contra él. Recordaba las llamadas telefónicas amenazantes. No podían vivir. La viuda de Caso me contaba cómo trató de disuadir a su marido para que dejara la concejalía del PP porque temía que le mataran. También Zamarreño lo sabía y no cedió. Para Naiara su padre es un héroe. Lo fueron".
El homenaje se celebró el pasado 28 de junio en el salón de plenos del Ayuntamiento, con la presencia de la viuda de Caso, la hija de Zamarreño, la corporación actual y alcaldes y concejales de las etapas conflictivas. La viuda de Gajate no tuvo fuerzas para acudir y su intervención fue leída. Además de contar con una placa conmemorativa, Caso da nombre a un edificio municipal y Zamarreño a un mirador a la bahía de Pasaia. "La viuda de Caso desoyó las presiones para no acudir al homenaje para no dejarse utilizar. Fue para que su marido tuviera una memoria. Lo mismo Naiara. Se quedaron satisfechas del reconocimiento que no tuvieron cuando les mataron", señala Herzog.
El alcalde de Bildu pidió perdón en nombre del Ayuntamiento de Rentería si las víctimas sintieron que el Consistorio no estuvo a la altura de las circunstancias, si no les acompañó adecuadamente y si con su actitud añadió más dolor. Mendoza reconoce la trascendencia del homenaje por ser la primera vez que un Ayuntamiento gobernado por Bildu reconoce solo a víctimas de ETA y cómo la petición de perdón era clave para repararles el daño causado. Asegura que Bildu, en Rentería y Euskadi, lo asumió, aunque reconoce que estos procesos "generan contradicciones y dudas". Herzog se queja, sin embargo, de que el alcalde no citó que Caso y Zamarreño eran del PP, "porque les mataron por eso", pero reconoce su gesto de pedir perdón "sin ser verdugo" y "su valentía ante su mundo". Rodríguez destaca que se cree lo que hace. El representante del PP cree que estos avances en la convivencia son buenos para la sociedad, "pero parece que el Gobierno prefiere la dinámica de enfrentar buenos y malos como en Alsasua", dice.
Grupos transversales
Rentería es la abanderada de un proceso que está extendiéndose a otros municipios gipuzkoanos de pasado conflictivo como Hernani, Andoain, Tolosa, Lasarte, Azpeitia, Elgoibar, y así hasta una veintena, con la creación de grupos municipales transversales que debaten sobre las vulneraciones de los derechos humanos en sus localidades para generar un clima de convivencia. "Afortunadamente hay más Renterías, donde se trabaja por fortalecer la convivencia, que Alsasuas, donde a una agresión intolerable a guardias civiles se responde con una petición fiscal desproporcionada, que eleva la tensión", asegura Herzog. Esa dinámica la conoció y superó Rentería con un balance terrible. A los 29 asesinatos, la mayoría de ETA, hay que añadir 100 heridos graves, incontables actos de kale borroka, 600 detenciones y 300 denuncias de torturas.
El alcalde de Bildu asegura que Rentería continuará por esta vía. Respecto a la izquierda abertzale dice: "Tendrá que hacer un proceso propio porque se lo debe a la sociedad, pero también otros agentes. Sin estos procesos no se pueden crear políticas robustas para la convivencia". Lo que Alsasua necesita.
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