Condenan a una mujer por vender heroína a la puerta de un centro de desintoxicación
La acusada fue juzgada el mismo día por dos tribunales de Pontevedra que la condenaron a 6 años de prisión
Dos tribunales de la Audiencia de Pontevedra juzgaron este martes por narcotráfico a Sandra María M.M., de Vilagarcía de Arousa, que en sendas ocasiones fue detenida por la policía delante de la puerta del centro de desintoxicación de esta ciudad vendiendo 69 dosis de heroína a toxicómanos que estaban recibiendo ayuda asistencial de rehabilitación.
La procesada, que encadenó un juicio detrás de otro, fue condenada a penas que suman 6 años de prisión pese a reconocer los hechos y alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía de Pontevedra que solicitaba una pena de hasta 7 años de cárcel por delitos de tráfico de drogas y multa de 4.000 euros.
En el primer juicio, la acusada, sin antecedentes penales, ha aceptado la pena de tres años y un día de prisión que le impuso la Sección Cuarta por traficar con sustancias que causan grave daño a la salud con el agravante de producirse los hechos en las inmediaciones de un centro de asistencia a toxicómanos, además de una multa de 1.100 euros, el doble del valor de las dosis que le fueron intervenidas en su primera detención.
La mujer había sido sorprendida por agentes de la Policía Nacional el 9 de marzo de 2015 en las inmediaciones del Servicio de Prevención y Ayuda al Drogodependiente (Spad). En ese momento llevaba escondidas entre la ropa 22 bolsas de plástico que contenían otras tantas dosis de heroína para su venta, con un peso superior a los cuatro gramos y un índice de pureza de apenas el 33%.
Esa era la segunda ocasión en la que la policía de Vilagarcía la detenía por este motivo y en el mismo lugar. Además, Sandra María, llevaba una pequeña libreta donde aparecían anotaciones de lugares de entregas y nombres de clientes.
Unos minutos después de este juicio la mujer acudió a la Sección Segunda de la misma Audiencia Provincial. Allí volvió a declararse culpable ante el tribunal y se conformó con la petición de pena que solicitó el Ministerio Fiscal: otros tres años y un día de prisión y multa de 1.300 euros.
En este juicio la cantidad de droga destinada a la venta que le intervino la policía cuando la detuvo era más elevada, 47 dosis de heroína que representan algo menos de diez gramos y también con un bajo índice de pureza al estar el estupefaciente adulterado con otros productos químicos.
Los dos abogados que defendieron a la narcotraficante pidieron la suspensión de la condena y alegaron que la acusada sufre una adicción a las drogas y que vendía heroína para costear su propia dependencia a los narcóticos, además de subrayar el hecho de que no constaban antecedentes penales.
Pese a presentar sus abogados informes médicos y psicológicos de que la acusada estaba recibiendo un tratamiento de desintoxicación, los representantes del Ministerio Público de uno y otro juicio, Juan Carlos Aladro, fiscal jefe de Pontevedra, y María Rey, han coincidido en argumentar que no existen suficientes elementos procesales para solicitar al tribunal la suspensión de la condena por lo que la petición fue desestimada.
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