El Rey realiza su primera visita a Cataluña en el año del referéndum

La agenda del Rey tiene cinco citas en Barcelona para los próximos días. Será su primer viaje a Cataluña en 2017, el año que la Generalitat prevé realizar el referéndum para la independencia. Felipe VI, que no ha viajado a esta comunidad autónoma desde el pasado noviembre, asistirá el domingo a la cena del Mobile World Congress 2017, que se celebra en el Palau de la Música Catalana, y coincidirá con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre otras autoridades.

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Llega a Barcelona con las aguas muy revueltas. Después de que el expresidente catalán Artur Mas haya sido procesado con las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau, por mantener la consulta soberanista del 9-N, desobedeciendo al Tribunal Constitucional. Y con los augurios de Mas sobre los inminentes “momentos de un alto grado de tensión” en Cataluña ante la posible respuesta del Gobierno a la convocatoria del referéndum.

La visita de Felipe VI se produce en medio de un rebrote de la controversia entre el soberanismo y el Gobierno central, tras aflorar la infructuosa reunión secreta entre Mariano Rajoy y Puigdemont del pasado 11 de enero, desconocida en buena parte de la Generalitat y sus socios. Y con la querella aún caliente de la Fiscalía Superior de Cataluña contra cuatro miembros de la mesa del Parlament por permitir una votación sobre el referéndum independentista que la Generalitat quiere celebrar en septiembre.

El Rey coincidirá también el lunes por la mañana en la inauguración del Mobile World Congress 2017 con Puigdemont, quien trata de reunir firmas para apoyar una oferta de referéndum pactado mientras Rajoy, al margen de la Generalitat, intenta contactos alternativos en su Operación Diálogo, que un reciente informe del Real Instituto Elcano considera que “no ha llevado a ninguna parte”.

Ese clima de falta de entendimiento será el marco de los encuentros del Rey con Puigdemont, en la aparente cuenta atrás hacia un choque de trenes que algunos, como el diputado Francesc Homs, que se somete a juicio este mismo lunes acusado de organizar la consulta del 9-N en 2014 pese al veto del Tribunal Constitucional, consideran que ya se ha producido después de que el Gobierno central recurriera a la vía judicial desentendiéndose de la vía política.

Ninguno de los dos actos del Rey con Puigdemont, por su formato, se presta a mucho más que al intercambio de saludos y algunos breves comentarios, pero la sensación entre ambos (uno como símbolo de la unidad del Estado y otro como impulsor de una desagregación del Estado) no estará exento de tensión. Antes de la cena, el Rey pronunciará un discurso que difícilmente podrá sustraerse a una realidad que trasciende el acto y ocupa buena parte del debate político.

En la pasada edición, el Rey hizo un llamamiento a "trabajar juntos" por el "bien común" para "garantizar la prosperidad de todos", aunque en los discursos pronunciados en sus posteriores visitas ha evitado cualquier alusión al conflicto entre la Generalitat y el Gobierno central. Sus desplazamientos a Cataluña durante el año pasado también disminuyeron en un 40% respecto al año anterior.

El lunes, el Rey también recibirá en audiencia en el Palauet Albéniz a la junta de gobierno de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, al comité ejecutivo  de Foment del Treball Nacional y al del Consorci de la Zona Franca  de Barcelona. Por la tarde, visitará la sede del despacho de abogados Cuatrecasas, que conmemora su centenario, un acto al que también ha sido invitado Puigdemont.