España, contribuyente neto a la seguridad de Europa
La participación en misiones y la cesión de Rota y Morón compensan el escaso gasto en Defensa
España enviará a Letonia en mayo seis carros de combate Leopard y una quincena de blindados Pizarro, con una compañía de 350 militares, según confirmó este miércoles la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Si a ello sumamos el despliegue de cuatro cazas F-18 en Amari (Estonia) y el mantenimiento de una batería de misiles Patriot en Turquía, el coste de la participación española en la defensa de la frontera este de la OTAN rondará este año los 80 millones. “España es un contribuyente neto a la seguridad europea”, asegura un experto.
En su conversación telefónica del pasado 7 de febrero, el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, trasladó a Mariano Rajoy “la importancia de que todos los aliados de la OTAN compartan la carga de los gastos de Defensa”, según la nota que publicó la Casa Blanca, aunque La Moncloa omitiera este extremo.
Primera salida de los tanques Leopardo
Los carros de combate Leopard y los vehículos de combate de Infantería (VCI) Pizarro saldrán por primera vez de España para integrarse en el batallón multinacional liderado por Canadá en Letonia. Los blindados de cadenas de la Brigada Mecanizada de Botoa (Badajoz) serán trasladados por vía marítima hasta la república báltica. La compañía mecanizada contará con unos 350 efectivos, incluida una unidad logística y otra de transmisiones, y tendrá su base en la ciudad de Adazi. Nadie sabe cuánto durará una misión cuyo objetivo es disuadir a Rusia de intervenir en las repúblicas bálticas como lo hizo en Ucrania, pero el Ejército se prepara ya para estar allí años.
Trump trasladó el mismo mensaje a otros aliados europeos, como el primer ministro italiano o el presidente francés, pero con Rajoy el reproche parecía más justificado: España es el tercer país de la OTAN que menos porcentaje del PIB dedica a Defensa, el 0,9%, solo por delante de Bélgica y Luxemburgo. En la cumbre de Gales (2014) los líderes de la OTAN se comprometieron a dedicar a Defensa el 2% del PIB. Pero el Gobierno español ya ha advertido de que no puede hacerse de golpe, pues supondría duplicar el gasto militar, unos 9.000 millones anuales incluyendo todos los conceptos, y la prioridad es cumplir el objetivo de déficit pactado con la UE. Se trata más bien de aumentar progresivamente el presupuesto para llegar al 2% en diez años.
Los expertos cuestionan, sin embargo, que el porcentaje del PIB sea el único parámetro para medir el esfuerzo en Defensa. “Grecia dedica el 2,3%, pero es difícil ver a un militar griego en una misión internacional. Sus Fuerzas Armadas están volcadas en defender su territorio ante un adversario [Turquía] que, además, pertenece a la OTAN”.
El caso de España es el contrario. Hay españoles en todas las misiones militares de la UE y también de la OTAN, aunque en muchos de esos teatros de operaciones (países bálticos, Turquía, República Centroafricana o Afganistán) es más que dudoso que esté en juego su seguridad. “España apoya militarmente a los aliados del Este por solidaridad y porque espera, en correspondencia, que si hay problemas en la frontera sur, ellos también sean solidarios”, agregan.
Dastis busca una entrevista con Tillerson
El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, coincidirá hoy en Bonn (Alemania) con el nuevo secretario de Estado estadounidense, Tex Tillerson. La diplomacia española ha intentado concertar una entrevista entre ambos, pero las fuentes consultadas admitieron la dificultad de cerrar la cita, ante el aluvión de peticiones que ha recibido Tillerson. Cospedal mantuvo este miércoles una breve charla informal con el nuevo jefe del Pentágono, James Mattis, antes de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN. Hasta ahora, el único alto cargo de la Administración Trump con el que se ha reunido un ministro español es el ya dimitido consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn.
Pero la contribución española a la seguridad occidental no se limita a la participación de sus militares en operaciones en el exterior. Tan importante o más es la presencia de 3.400 militares estadounidenses en las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla). La primera es la más importante de la Navy en el Mediterréneo y la única que dispone a la vez de un puerto y una pista apta para grandes aviones de transporte. Ello la convierte en un hub logístico de valor incalculable, a mitad de camino entre EE UU y Oriente Próximo.
Al contrario que las nuevas bases en el Este, la función principal de Rota y Morón no es la defensa del territorio español. La base gaditana hospeda cuatro destructores que forman el componente naval del escudo antimisiles, cuya zona de operaciones es el Mediterráneo oriental. Sin Rota, la Navy necesitaría tener un destructor en tránsito permanente por el Atlántico para mantener ese despliegue.
De su lado, la base sevillana alberga la Fuerza de Reacción del Cuerpo de Marines, lista para intervenir en crisis en África. Su misión prioritaria es la evacuación de ciudadanos estadounidenses para evitar que se repitan situaciones como el asalto al consulado de Bengasi (2012).
España se beneficia, como el resto de la OTAN, del escudo antimisiles y comparte con Washington el interés por la estabilidad de África, pero la presencia estadounidense en su suelo responde primordialmente a la estrategia global del Pentágono. Por eso, Rota y Morón computan en el haber, y no en el debe, a la hora de echar la cuenta de España con la seguridad aliada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.