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La Junta andaluza cuestiona la validez científica del informe PISA

El Gobierno autonómico carga contra la OCDE y estima que la prueba no refleja la realidad

Javier Martín-Arroyo
El consejero andaluz de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano.
El consejero andaluz de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano.P. PUENTES

La Junta de Andalucía ha cuestionado la validez científica del informe PISA, la prueba a nivel mundial que sitúa al sistema educativo andaluz como el peor de España. El Gobierno autonómico ha rehuido hacer autocrítica y ha cargado contra el rigor empleado en el test por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el club integrado por las 34 economías más desarrolladas del mundo. Es un ataque insólito desde una Administración hacia la OCDE para sembrar dudas sobre la fiabilidad de su prueba estrella en educación.

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“La educación es algo muy serio y requiere rigor (…) las únicas conclusiones que se pueden considerar válidas son las que afectan a todo el territorio de España (…) PISA es un informe de carácter nacional que no está pensado para ser regionalizado (…) La validez científica es muy cuestionable”, ha censurado esta mañana el consejero andaluz de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, informa Efe. Andalucía figura en último lugar entre las comunidades en la prueba de ciencias y en penúltimo lugar en lectura y matemáticas.

Para justificar los malos resultados, el Gobierno andaluz ha utilizado ya tres argumentos distintos: el primer día achacó las calificaciones de sus alumnos a la LOMCE —que no afecta a los adolescentes que realizaron la prueba—, este miércoles puso en duda que sus centros presenten el índice socio-económico más bajo de todo el país, y hoy ha censurado el informe, por carecer de rigor científico.

Sin embargo, el consejero andaluz ha ido un paso más allá en sus críticas y ha sugerido que el organismo internacional con sede en París favorece con su estudio a la educación privada en perjuicio de la educación pública, cuando regionaliza sus resultados. “Hay una intención detrás que no es neutral, sino que se está pensando en un ataque a determinadas concepciones de modelo de actuación con respecto a la educación pública”.

Ramírez de Arellano ha destacado que el propio estudio asegura que para que su metodología tenga validez son necesarias entre 4.500 y 10.000 encuestas, y en Andalucía solo se han realizado 1.800. “La validez científica de cualquier conclusión es muy cuestionable, lo mismo que en cualquier otra región”, ha insistido.

La OCDE ha defendido “la consistencia científica” de su prueba a pesar de que los resultados comparativos entre comunidades deben ser tomados con cautela, ya que presentan un margen de error superior al del conjunto del país. “La puntuación de Andalucía no es significativamente inferior, con un margen de confianza del 95%, a las de Canarias, Islas Baleares, Extremadura, Murcia y el País Vasco”, subraya el analista Carlos González-Sancho.

El organismo internacional remarca que la validez de la foto que ofrece del sistema andaluz es similar al del resto de comunidades. “No tenemos evidencia para pensar que la muestra andaluza es menos representativa de la realidad escolar andaluza de lo que otras muestras regionales o nacionales lo son para sus respectivas regiones o países”. A continuación, González-Sancho matiza: “Con muestras regionales, el margen de error en la estimación de los resultados es mayor que con muestras nacionales de mayor tamaño. Por ello, diferencias inferiores a aproximadamente 10 puntos entre regiones deben ser interpretadas con mucha cautela pues no son necesariamente significativas desde el punto de vista estadístico”.

El consejero andaluz Ramírez de Arellano ha censurado asimismo la “reaparición” de la exsecretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, a la que ha acusado de planificar “un ataque frontal a la educación pública y a las comunidades autónomas, y a los gobiernos que la defienden como una garantía de igualdad de oportunidades efectiva (…) Uno entiende de qué se está hablando (…) No se pueden extraer conclusiones sesgadas, precipitadas e intencionadas”, ha afirmado el anterior rector de la Universidad de Sevilla con una interpretación política de la prueba escolar desde la cúpula de la OCDE.

Por último, Ramírez de Arellano ha sacado pecho por el sistema educativo andaluz, tan mal parado en la prueba. “Todos los andaluces tienen hoy en día garantizada una educación de calidad homologable al resto de Europa”.

Cada Gobierno autonómico abona una cuota a la OCDE para disponer de los resultados propios de su región. En 2012 Andalucía mejoró los resultados respectos a la evaluación de 2009, pero seguía estando en el furgón de cola de las comunidades. Está por ver si para la próxima edición de PISA la Junta andaluza corrige su decisión de que sus alumnos sean evaluados como las otras 16 comunidades.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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