“Pertenecer a España es un lujo, no una rémora”, dice el delegado del Gobierno en Euskadi
Urquijo asegura que seguirá recurriendo los incumplimientos de las leyes "mientras no se cambien"
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha ofrecido este martes al lehendakari, Íñigo Urkullu, colaboración y coordinación. En la Delegación del Gobierno y frente a numerosos cargos policiales, militares y civiles, entre los que se encontraba el fiscal superior, Juan Calparsoro, el de Álava, Josu Izaguirre, y los miembros del PSE y del PP, José Antonio Pastor y Alfonso Alonso, Urquijo ha dejado caer que "la pertenencia a España no es una rémora, como a veces se ha oído, sino un lujo", y ha añadido que seguirá defendiendo las leyes "mientras no se modifiquen o cambien".
A la celebración no han asistido ni miembros del PNV, ni de EH Bildu, ni de Elkarrekin Podemos. Mientras Urquijo condecoraba a una docena de policías y militares, como parte de la celebración del XXXVIII aniversario de la Constitución, en su pueblo natal, Llodio (Álava), el Ayuntamiento trabajaba a pleno rendimiento. Gobernado por EH Bildu, sus regentes, como los de otras cinco decenas de municipios, han dicho que no se siente representados por esta fiesta.
Urquijo ha apelado a que, a partir de ahora, "el diálogo, la lealtad, cooperación y el respeto a la ley presidan las relaciones entre el Gobierno vasco y el Gobierno central, porque sin duda redundará en beneficio de los ciudadanos". En ese contexto ha puesto dos ejemplos para reforzar la idea de que mejor dentro que fuera de España. El primero, la construcción del tren de alta velocidad. "Bajo la presidencia de Mariano Rajoy ", ha dicho, "han sido 1.207 millones de euros los destinados en los Presupuestos Generales del Estado para la puesta en marcha de esta infraestructura vital". El segundo, las pensiones. En 2015 ha sido necesaria la aportación de 2.271 millones de euros para hacer posible el abono de las pensiones en el País Vasco, solucionando así "un déficit que es ya estructural".
Según ha dicho, la nueva legislatura, en la que el Gobierno central está en minoría y necesita apoyos parlamentarios para sacar adelante los Presupuestos, va a estar "marcada por el diálogo y el acuerdo", con el objetivo "de mejorar la coordinación entre ambas Administraciones, la prestación de los servicios compartidos y facilitar la vida de las personas". "Un entendimiento que ha sido siempre nuestra voluntad, pese a que en ocasiones haya tenido mayor trascendencia pública el desacuerdo que el consenso".
Eso sí, Urquijo ha dejado claro que cualquier acuerdo pasa por el respeto a lo que ya está pactado, a las normas que están vigentes y que deben ser respetadas por todos "mientras no sean modificadas o sustituidas por otras". "Y los primeros en dar ejemplo debemos ser nosotros", ha advertido, dejando claro, en pleno proceso de deshielo entre las dos Administraciones, que seguirá recurriendo decisiones administrativas y políticas que, a su entender, incumplan la ley.
Medio centenar de Ayuntamientos, sin fiesta
Medio centenar de Ayuntamientos de EH Bildu dan la espalda al Día de la Constitución. Los empleados de los Consistorios de Hernani, Llodio y Ondarroa, entre otros, han acudido este martes a sus puestos de trabajo.
Así ocurre en "más de 40" Ayuntamientos gobernados por EH Bildu, que considera la festividad del 6 de diciembre una "imposición" española. La plana mayor de la coalición abertzale se encontraba este martes trabajando en su sede de San Sebastián para dejar constancia de su antiespañolismo.
El secretario general de EA, Pello Urizar, ha manifestado en una comparecencia que el 38 aniversario de la aprobación de la Carta Magna no es motivo de ninguna celebración. "No hay nada que festejar", ha comentado. EH Bildu asegura que ha dado "libertad" a los funcionarios y empleados públicos de los Ayuntamientos donde gobierna (tiene 77 Alcaldías en el País Vasco) para que acudan a sus puestos de trabajo. Como compensación, esos Ayuntamientos ofrecen a sus empleados tomarse el festivo en otra fecha del calendario.
Urizar, parlamentario de la coalición independentista, ha explicado que, "sin obligar a nadie", los representantes de esta formación están trabajando "con normalidad" en las instituciones donde están presentes. El Día de la Constitución es el aniversario de "un marco de imposición de derechos" que "no van con el sentir mayoritario de los vascos". "Decidimos alejarnos de esa fiesta trabajando con normalidad", ha dicho.
EH Bildu sostiene que la Constitución "no fue refrendada" por la sociedad vasca el 6 de diciembre de 1976. Ese día, el 55,35% de los vascos se abstuvo en el referéndum constitucional, que sí fue apoyado por el 69% de los que votaron, mientras que aproximadamente el 23% se posicionó en contra. La coalición, que tampoco suele celebrar el Día de la Hispanidad el 12 de octubre, defiende la apertura de un "proceso constituyente" que desemboque en la creación de una "república vasca independiente".
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