Rajoy inaugura su Gobierno en minoría ofreciendo al PSOE y a Podemos pactar las políticas sociales

Rajoy llevaba más de un año sin someterse al control parlamentario, lo que provocó que los partidos de la oposición llevaran hasta Tribunal Constitucional su pulso porque rindiera cuentas en el Congreso mientras estaba en funciones. Los portavoces de estas formaciones han recibido al presidente en el Senado recordándole que no pisaba la Cámara Alta desde el 23 de junio de 2015. Tras cuatro años de mayoría absoluta, Rajoy y sus ministros han reaccionado haciendo un reconocimiento explícito de que un Ejecutivo en minoría está obligado a llegar a acuerdos con el resto de partidos.

“Se puede estudiar”, ha dicho Rajoy, la iniciativa de Podemos para suprimir los regímenes especiales de cotizaciones para nuevas afiliaciones. “Sin duda alguna se puede hablar”, ha añadido, de la propuesta de la eliminación del tope máximo a la cotización de los salarios más altos. Y lo deseable, ha subrayado el presidente en respuesta a Vicente Álvarez Areces, portavoz del PSOE, es que los socialistas participen de las conversaciones que decidan las grandes políticas: “Le invito a usted, igual que hice al señor Espinar [portavoz de Podemos], a que nos sentemos, dialoguemos, en el Pacto de Toledo, o donde proceda, y empecemos a hacer menos discursos y a tomar decisiones más eficaces para el conjunto de la gente”.

Pese a que el PP ya ha firmado un acuerdo de investidura con Ciudadanos, el aliado más deseable para Rajoy sigue siendo el PSOE. El presidente alumbró el proyecto de un Gobierno de coalición con los socialistas tanto después de las elecciones del 20-D como tras los comicios del 26-J. Ahora sigue priorizando al PSOE, como demostró la primera sesión de control del curso político.

“El Gobierno se ha conformado gracias a la abstención del PSOE y esto es muy positivo para España, un gran valor de estabilidad política que permite la continuidad de la recuperación económica y del empleo”, ha asegurado Cristóbal Montoro, titular de Hacienda. “Esta legislatura va a abrir nuevas puertas de entendimiento y diálogo entre el gobierno y el PSOE”.

“Les pido que apoyen los Presupuestos Generales del Estado. Ahí les espero”, ha explicitado Dolores Monserrat, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que extendió la petición a la firma de un pacto contra la violencia de género. “Tenemos tarea. Espero del PSOE que sus propuestas sean constructivas”, ha rematado Fátima Báñez, titular de Empleo, al que no escuchó hablar Rita Barberá, ausente de la sesión.

Petición al PSOE

La oposición rechazó los distintos ofrecimientos. El PSOE ya ha anunciado que no apoyará las cuentas públicas. Y el PNV, otro de los socios potenciales del gobierno para aprobar los Presupuestos, escenificó su distancia con el Ejecutivo al recordarle que tiene más de una decena de leyes vascas recurridas ante el Tribunal Constitucional.

“Su plan en el programa de estabilidad es debilitar aún más el Estado de Bienestar”, ha argumentado Álvarez Areces, portavoz del PSOE, tomando como referencia la documentación enviada por el propio Gobierno a Bruselas. “Queremos negociar, pactar, pero sobre otros objetivos. Objetivos que nos permitan seguir adelante y mirar al futuro con esperanza”, ha añadido el senador socialista. “Ahí cuente usted con nosotros. En recortes no”.