Rajoy se atasca sobre cómo reorganizar toda el área económica del Gobierno
El presidente quiere reordenar las competencias de Luis de Guindos sin señalarle como vicepresidente
Descartado que Mariano Rajoy vaya a prescindir ahora de su única vicepresidenta política, Soraya Sáenz de Santamaría, el gran debate por dilucidar de su nuevo Gobierno se centra en saber si tendrá dos vicepresidencias o sobre cómo reorganizará las desperdigadas competencias de toda el área económica. En el PP dan por seguro que el ministro de Economía, Luis de Guindos, continuará en el Gabinete por sus contactos básicos en la Unión Europea, pero sin lograr descifrar con qué nivel y con cuántos departamentos a su cargo.
En las quinielas de ministrables del nuevo equipo de Rajoy hay varios unos fijos: Soraya Sáenz de Santamaría, Rafael Catalá, Fátima Báñez, Íñigo Méndez de Vigo, Isabel García Tejerina, que ya están ahora; la incorporación de Dolores de Cospedal (para un Ministerio importante o de Estado como Interior, Defensa o Fomento); y la promoción de hecho de Luis de Guindos. El presidente es el único que maneja todos los datos pero en su entorno aventuran que uno de los quebraderos de cabeza que aún no ha resuelto tiene que ver con el papel que le reserva a Guindos en este nuevo mandato.
Al ministro de Economía, independiente de carné y de comportamiento, se le reconoce en el PP la labor ingrata que ha realizado durante estos años por Europa y por todo el mundo para negociar y promocionar la situación financiera de España y evitar el rescate total. En sus viajes Guindos ha profundizado sus contactos con responsables económicos de la Unión Europea y las instituciones multilaterales que luego exigen a España el cumplimiento de sus compromisos y los plazos para llegar a los objetivos de déficit. Es una interlocución muy valiosa de la que Rajoy no quiere prescindir en estos momentos, cuando Europa reclama de forma periódica ajustes y, ahora, recortes a corto plazo por un importe de 5.500 millones de euros.
El presidente busca candidatos en el fondo de armario territorial
El presidente y líder del PP ha ampliado su foco de búsqueda de candidatos para ser ministros en varios ámbitos territoriales del PP por toda España. Es una variable que le gusta tener en cuenta. En su equipo recuerdan que siempre ha tenido en su gabinete un ministro catalán, uno gallego, otro vasco y uno andaluz. No es una imposición. El cupo catalán lo cubría hasta ahora Jorge Fernández (Interior) y podría ser rellenado con Jorge Moragas, su actual jefe de Gabinete en Exteriores. Pero es catalán también José Luis Ayllón (secretario de Estado de Relaciones con las Cortes en posiciones de proyección) y se especula con que Rajoy podría estar sondeando a algún independiente del sector económico catalán para hacer un guiño a esa autonomía ante la importancia que va a cobrar el desafío independentista.
La cuota gallega tiene un componente especial y sentimental. La ministra de su tierra era hasta ahora Ana Pastor (presidenta de las Cortes). Los nombres que se barajan para esa vacante son los de la arquitecta Pilar Rojo (que fue presidenta del Parlamento gallego y conselleira de Asuntos Sociales y que Rajoy ha situado ahora de diputada en el Congreso) y el de Pedro Puy Fraga, sobrino del patrón Manuel Fraga y portavoz de Alberto Núñez Feijóo en la cámara autonómica. Rojo y su marido, el también arquitecto Alfredo Díaz Grande, son los dos mejores amigos personales de Rajoy.
Entre los colaboradores de Rajoy nadie duda, por tanto, de que Guindos continuará en el Ejecutivo pese a sus postulados al final del anterior mandato sobre que estaba de salida y su presentación frustrada para presidir el Eurogrupo.
El problema para el que Rajoy no ha encontrado solución es cómo encajar un nuevo rol para De Guindos sin otorgarle el rango de vicepresidente, con la reorganización de esa área económica con más atribuciones y con el mantenimiento en sus funciones, pero con menos poder, de su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
¿Otro vicepresidente?
En 1996, en la primera época del Gobierno de José María Aznar, Rodrigo Rato fue nominado como vicepresidente económico y ministro de Economía y Hacienda con cuatro secretarios de Estado: Economía, Hacienda, Presupuestos y Comercio y Turismo. Luego, en el año 2000, reestructuró su amplio equipo y añadió otra secretaría de Estado más con Energía. Guindos estuvo aquellos años bajo su mando y su anhelo sería conseguir ahora algo parecido porque esa estructura única le gusta. Su relación con Montoro no ha sido buena y muchas veces ha acudido a Bruselas sin toda la información que le habría gustado sobre el déficit público y sobre las cuentas de las administraciones procedente del Ministerio de Hacienda. Pero controlar todas esas materias es una tarea ingente para un político con una agenda de viajes internacionales tan frecuentes y le señalaría además como una figura casi más relevante que un vicepresidente normal.
Ese tipo preferencias, además, no son normales en un político como Rajoy, que sabe de las incompatibilidades manifiestas entre varios de sus ministros y compañeros del PP, como las de Sáenz de Santamaría con Cospedal y José Manuel García Margallo, y las alimenta o deja correr sin tomar partido jamás.
Rudi, lista para un cargo en Madrid
Mariano Rajoy quiso participar este año en el día del afiliado en un acto en Zaragoza. Allí, delante de Luisa Fernanda Rudi, expresidenta de las Cortes y a la espera de destino para dejar la Presidencia de los populares en Aragón, la señaló: “A lo largo de los años has asumido responsabilidades importantes en el partido y las instituciones y debes seguir haciéndolo”. Ahora se la ubica en algún Ministerio (Fomento, Defensa o Interior) y también al frente de organismos como la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
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