Rajoy quiere “intentar que la legislatura dure cuatro años”

Tras aceptar el encargo del Rey para el debate de investidura, Mariano Rajoy ha declarado este martes que intentará llegar a acuerdos con otros partidos para que la legislatura dure cuatro años y ha negado que el PP se hubiera planteado buscar unas terceras elecciones aprovechando la crisis del PSOE. Acostumbrado hasta ahora a sacar adelante sus leyes con mayoría absoluta, Rajoy ha prometido “mucho diálogo”, ha asegurado no haber pensado aún en su nuevo Gobierno y ha agradecido la abstención socialista.

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“Soy perfectamente consciente de las dificultades que entraña gobernar en minoría”, ha insistido este martes el líder popular tras verse con el monarca y después de haber gobernado y aprobado en el anterior mandato sus proyectos de ley con toda la oposición en contra. Rajoy ha tratado de trasladar así, a cuatro días de ser investido otra vez presidente del Gobierno, un mensaje conciliador y de mano tendida al PSOE y a Ciudadanos: “Empezamos una etapa en la que va a haber que hablar y dialogar mucho”. Y ha agregado: “Tendré que ganarme los apoyos”.

El presidente popular ha anticipado pocas ideas de cuáles son sus planes, pero una sí ha quedado clara. No quiere empezar a gobernar con la espada amenazante de que la legislatura tiene que ser corta: “Garantizo que trabajaré desde el primer día para que ese gobierno sea capaz, estable y duradero y soy consciente de que eso solo será posible con diálogo y con acuerdos”.

Rajoy ha asegurado también que no se le ha pasado “por la imaginación” la posibilidad que contempla la Constitución de disolver las Cortes y convocar nuevos comicios en unos meses (a partir del 3 de mayo, según el artículo 115.3 que establece que “no procederá nueva disolución antes de que transcurra un año desde la anterior”) por la dificultad que tendrá para gobernar en minoría. El líder popular ha añadido ahí que tampoco nadie en su partido se había planteado “caer en la tentación” y aprovechar “tácticas ventajistas” para provocar otras elecciones en Navidades, pese a que todos los sondeos mejoraban sus resultados respecto al pasado 26 de junio.

El líder del PP ha agradecido expresamente al PSOE su cambio de postura, del no a la abstención: “Ha sido una decisión razonable y responsable”. Ha incidido en que ambos partidos comparten “muchas cosas” y que buena parte de la resolución aprobada por el Comité Federal socialista el pasado domingo le parecían, en términos generales, “sensatas”. Entre los asuntos en los que cree que pueden llegar a acuerdos citó la educación, las pensiones, o el modelo de financiación autonómica. Las referencias de Rajoy al PSOE han incluido una alabanza a los anteriores gobiernos socialistas, que ha dicho, habían hecho “aportaciones importantes a la mejora de España”.

En primera fila han arropado el martes al presidente en funciones la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y su jefe de gabinete, Jorge Moragas, todos candidatos a ocupar puestos de relieve en el nuevo ejecutivo. Pero Rajoy no ha querido dar pistas sobre su futuro equipo. “No tengo perfilado mi gobierno, es más, ni siquiera he pensado en ese asunto”, ha afirmado. El presidente tampoco ha querido aclarar si incluirá en su gabinete a Jorge Fernández Díaz, que acaba de ser reprobado en el Parlamento por toda la oposición después de que la Comisión de Interior le acusara de utilizar su cargo para perseguir a sus rivales políticos. “No me he detenido a pesar ni en los cambios ni en los motivos”, ha insistido Rajoy.

El líder del PP ha avanzado que su discurso durante el debate de investidura será, “de una manera más resumida”, el mismo con el que se presentó el pasado agosto, es decir, la exposición del acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria y la esencia de su propio programa electoral.