_
_
_
_
La crisis interna en el PSOE
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Abstenerse en cinco pasos

La palabra prohibida ya es de uso común, pero sus peligros son todavía incalculables

El portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez.
El portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez.JULIO MUÑOZ (EFE)

Susana Díaz podría haber asumido la responsabilidad de mencionar y asumir la palabra maldita —"abstención"—, pero se "abstuvo" de la iniciativa en beneficio de su portavoz, Juan Cornejo, como hacen los toreros viejos cuando delegan en el banderillero la lidia de una res complicada. Se ha roto el tabú, pero no han terminado los peligros. Hay cinco maneras de invocar el sortilegio, aunque todas ellas, como ocurre en Candyman, provocan que Mariano Rajoy aparezca detrás del espejo.

Más información
El PSOE andaluz defiende la abstención ante la investidura de Rajoy
El PSOE sacará adelante la abstención a Rajoy pero con un partido dividido

1. La abstención coral. Sería la fórmula ideal, pero no necesariamente la más probable. Javier Fernández ha perseverado en el apostolado de una abstención responsable y unánime. No ya para prorratear la responsabilidad, sino para proporcionar al PSOE una tregua en sus conflictos internos. El primer paso, claro, consiste en que el comité federal apruebe en mayoría la postura de la abstención el domingo. El segundo radica en que los diputados asuman la disciplina de secundarla. Para justificarla la explicación no es otra que evitar el efecto incendiario de unas terceras elecciones.

2. La abstención técnica. En realidad es un eufemismo, un regate del lenguaje para explicar a los militantes (y a muchos votantes) un cambio de postura que implica la coronación de Rajoy como presidente del Gobierno. Del "no es no", a la abstención técnica, el PSOE no "inmolaría" al partido, sino únicamente sacrificaría a 11 de sus diputados, o quizá alguno menos si la operación implica la solidaridad del PNV. Se haría lo mínimo para conceder la investidura de Rajoy. Y se establecerían los presupuestos de una oposición implacable.

3. La abstención traumática. Es probablemente el escenario más peligroso para los socialistas. El conflicto político que significa investir presidente a Rajoy se añade a la prolongación de la guerra civil entre susanistas y sanchistas, estimulados estos últimos por la posición beligerante del PSC. Miquel Iceta, recién ungido como líder de los socialistas catalanes, ha insistido en el no; del mismo modo ha propuesto someter a la militancia la postura que adopte el comité federal. La ocurrencia tiene un problema: el tiempo. No lo hay, porque el Rey llama a consultas el lunes y el plazo de la investidura expira el 31 de diciembre.

4. La abstención vergonzante. En otro ejercicio de equilibrismo más o menos inverosímil, el PSOE podría presentarse a la sesión de investidura unificado en el no, pero introduciendo la estrategia del voto ausente, modificando así los requisitos del quorum que necesita Rajoy. Bastaría con que unos diputados fueran al dentista, cayeran enfermos en una epidemia coyuntural o se quedaran atrapados voluntariamente en el ascensor del Congreso.

5. La abstención con disidencia. La imagen de Pedro Sánchez absteniéndose delante de Rajoy no parece nada verosímil, como tampoco lo parece que se sustraiga a la misma disciplina que él exigió cuando ocupaba el primer asiento socialista en el Congreso. En medio del camino, cabe la posibilidad de que el ex secretario general entregue su acta de diputado. Y que le secunden sus camaradas más leales. No sería una retirada, sino un argumento para consolidar el fervor de la militancia y reaparecer como candidato a medio plazo, liderando la indignación que la abstención ha provocado entre las federaciones más hostiles.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_