García-Page no da por roto el pacto de investidura con Podemos
El socialista muestra su "voluntad de acabar la legislatura", pese a la ruptura con el partido de Iglesias
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dado vigencia en el debate del estado de la región al pacto de investidura con Podemos. La formación de Pablo Iglesias lo dio por roto hace diez días. “Vamos a cumplir el programa y el acuerdo de investidura antes de que se cumplan los cuatro años de legislatura”, se ha comprometido. El PSOE, con 15 diputados, gobierna con el apoyo de los dos diputados de Podemos, que no forma parte del Ejecutivo. El PP tiene 16.
García-Page ha observado que, aunque su intención es acabar la legislatura, cumplir su programa electoral e incluso “superar” el pacto de investidura con Podemos, no será presidente “a cualquier precio”. “Quien les habla no se aferrará para nada a la silla. Estoy aquí por voluntad de los ciudadanos y por el acuerdo entre los partidos políticos que me apoyan (...) Ni tomé posesión para estar vendido al cargo ni lo voy a hacer, aunque tengo voluntad de acabar la legislatura y cumplir el programa electoral al 100, 120 o 130%”, ha remarcado en la primera jornada del debate del estado de la región.
El secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, no ha compartido la posición de García-Page. “Hay que ser muy ingenuo o demasiado creído para volver a firmar un acuerdo de investidura con el PSOE en los [mismos] términos”. “No voy a cambiar el pacto de cambio con Podemos por uno de continuidad con [María Dolores de] Cospedal”, ha tendido la mano García-Page apelando a las políticas de izquierda. “Lo que acordemos aquí no lo van a decidir en Madrid ni Javier Fernández ni Pablo Iglesias. Si estamos de acuerdo en eso, ya habremos avanzado mucho”, ha incidido defendiendo su “autonomía” para gobernar del presidente de la gestora del PSOE y pidiendo lo propio respecto al líder de Podemos.
El partido de Pablo Iglesias ha advertido de que un cambio en la posición política de los socialistas, si finalmente pasan del no a Mariano Rajoy a una abstención que facilite su Gobierno, podría tener como consecuencia la retirada del apoyo a los Ejecutivos en Aragón y la Comunidad Valenciana. Tanto García-Page como los otros dos presidentes autonómicos del PSOE que se verían afectados —Javier Lambán y Ximo Puig— tuvieron un papel activo entre los críticos con Pedro Sánchez. García-Page y Puig renunciaron el miércoles de la semana pasada de la ejecutiva federal del PSOE. Tres días después, Sánchez dimitió como secretario general.
El líder territorial del PSOE ha apelado a la Constitución, en un discurso de tinte nacional, frente al “régimen del 78” con el que Podemos suele aludir a la Transición. “Reclamo y reivindico que España no ha tenido un documento tan contundente como la Constitución de 1978. Como español, de todas las etapas de las que nos podamos sentir orgullosos es de la que más lo siento”, ha afirmado.
García-Page también ha mostrado su deseo de que España, con un Gobierno interino desde hace 10 meses, tenga ya Ejecutivo: "Sería buena hora que al menos lo que queda de legislatura haya Gobierno para tener un interlocutor ante las decisiones que están paradas o ralentizadas". El plazo para formar un Ejecutivo termina el 31 de octubre. El PSOE decidirá en un comité federal, cuya fecha todavía está por determinar —se baraja que sea el 15 o el 22 de octubre, ya que suele celebrarse los sábados—, si se abstiene o se mantiene en el voto en contra al PP.
Un Parlamento jibarizado al gusto del PP
La reducción del número de diputados de las Cortes de Castilla-La Mancha en julio de 2014, una de las decisiones políticas más polémicas del mandato de María Dolores de Cospedal en sus cuatro años como presidenta regional, ha recuperó notoriedad. La modificación de la ley electoral, aprobada por el PP, redujo de 53 a 33 el número de escaños del Parlamento. En 2012 tenía 49 diputados, pero la también secretaria general del PP lo elevó a 53 para dejarlos en 33. “Cambiaron el estatuto de autonomía unilateralmente, ¡ni Ibarretxe ni los independentistas catalanes! Cambiaron la norma básica, la Constitución de Castilla-La Mancha, pensando que les iba bien”, ha reprochado el actual presidente autonómico.
García-Page es el tercer presidente socialista de Castilla-La Mancha en 33 años (las primeras elecciones autonómicas fueron en 1983). Cospedal presidió la legislatura pasada el único Gobierno del PP en la región. “Fue el primer Gobierno en España que cayó a la primera. Esa pregunta se la tendrán que hacer”, ha espetado el dirigente del PSOE a la bancada popular.
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