Sánchez confía en que la corrupción aleje a Ciudadanos del PP
El líder socialista espera que las nuevas formaciones levanten sus vetos mutuos
Pedro Sánchez quiere posponer al máximo su llamada a Albert Rivera, ante la posibilidad de que los casos de corrupción del PP le lleven a considerar la imposibilidad de propiciar un Gobierno de Mariano Rajoy. Además, un mal resultado de Ciudadanos en las elecciones vascas y gallegas del domingo también le pueden conducir a reconsiderar su apoyo al PP ante la falta de recompensa ciudadana. Estos planteamientos chocan con la crudeza con la que este lunes Rivera le negó la capacidad de interlocución por estar cuestionado internamente.
Si el líder de Ciudadanos trataba de propinar un mazazo a Sánchez lo ha conseguido. La mención a la fuerte división dentro del partido y la guerra cada vez menos soterrada de la mayoría de los líderes territoriales contra su secretario general ponen de manifiesto que Rivera duda de la capacidad real de Sánchez para tomar decisiones sobre alianzas. Esa situación enlaza, además, con el criterio de Ciudadanos de no alcanzar acuerdos en los que esté Podemos. Si Sánchez tira de la cuerda para reeditar su intento de un pacto entre socialistas y emergentes se encontrará con el no de sus líderes territoriales y con el de Ciudadanos, que defiende con ahínco dejar que gobierne Mariano Rajoy pero sometido a una fortísima oposición propia y del PSOE.
La propuesta socialista de iniciar una ronda de conversaciones para calibrar si hay posibilidad de tejer una alternativa está cargada de riesgos y de dificultades. No se equivocan quienes interpretan que con la lentitud con la que está haciendo las llamadas busca ganar tiempo para ver si alguna circunstancia hace que Ciudadanos y Podemos se levanten los vetos mutuos. Si algo no tiene previsto pedir es que Rajoy dé un paso atrás a cambio de reconsiderar la posición del PSOE. Esta es la insinuación que en la dirección del partido han entendido de la petición de la presidenta andaluza, Susana Díaz. “Lo siguiente sería que se vayan los dos; Rajoy y Sánchez”, interpretan en la dirección del partido. Después de la jarra de agua helada de Rivera, en el entorno de Sánchez se duda si posponer aún más la llamada y dejarla para después del 25-S.
Rechazo “tajante”
El PSOE de Castilla-La Mancha aprobó este lunes una resolución que recoge el rechazo “tajante” a negociar con partidos que defiendan “la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan enfrentamiento” y fija como “condición indispensable” para iniciar el diálogo la renuncia a esos planteamientos, lo que excluye de entrada el plan de Pablo Iglesias. El líder de Podemos propone un Gobierno de coalición apoyado por fuerzas nacionalistas vascas y catalanas.
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