El doble de obesos en solo 15 años
El porcentaje de personas con obesidad o sobrepeso era en 2012 del 63,2% entre los hombres y del 44,2% entre las mujeres
España es oficialmente un país de gordos. Más de la mitad de la población entra en la categoría de personas con sobrepeso u obesas, siempre si se tiene en cuenta el índice de masa corporal (IMC) que recogen las sucesivas encuestas nacionales de salud. La proporción de personas que tienen kilos de más, era en 2012, último año que se realizó este trabajo, del 63,2% entre los hombres, y del 44,2% entre las mujeres. En 1987 eran, respectivamente, el 45,3% y el 33,5%.
La tendencia no para de subir, y está en consonancia con lo que ocurre en otros países occidentales. “Son unos niveles bastante elevados e inaceptables de todo punto”, afirma Luis Alberto Moreno Aznar, de la Universidad de Zaragoza y miembro del Centro de Investigación en Red de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn). La buena noticia es que la tasa también es muy elevada en niños, pero se ha estabilizado en los últimos años, aunque sea en “niveles muy elevados”, afirma Moreno. Tan altos que están alrededor del 25%.
El dato es positivo, pero no está claro a qué atribuirlo. Podría ser que, simplemente, la posibilidad de engordar entre los menores ha llegado a su límite. Pero, también, que algunas iniciativas, como los programas PAOS de autorregulación de la publicidad (2005) y NAOS de nutrición y actividad física (2009), ambas con Gobiernos socialistas, han podido ayudar. Lo que sucede es que ni los datos de la incidencia ni de sus variaciones están actualizados (faltan de los últimos cuatro años), y tampoco hay estudios sobre el impacto concreto de estas iniciativas.
El especialista advierte, sin embargo, que las condiciones han cambiado mucho en los últimos 15 años como para revertir la tendencia al exceso de kilos de la población. “Ahora todas las ciudades tienen carriles bici y hay miles de actividades, muchas veces asociadas a la buena voluntad de profesionales y municipios. Se ha creado opinión. También se ve a mucha gente corriendo por las calles y los parques”.
Moreno advierte que ha notado otras cosas. “En la reducción de la sal y el azúcar se ha avanzado mucho, aunque aún se puede seguir”. “Basta con ir a México, donde el problema es enorme, y se nota que todo está mucho más dulce y más salado”, comenta. En la parte práctica, la autorregulación ha dado algunos frutos. Por ejemplo, todas las bebidas azucaradas tienen ya versiones sin glucosa. “Pero no se puede demonizar un producto”, advierte el especialista.
Obviamente, son avances, “pero seguramente se podía hacer más”, añade Moreno. Algo falla cuando pese a esos avances que señala, la tasa de personas que pesan más de lo aconsejado no disminuye. “La obesidad es un problema social en general. Con los cambios sociales que ha habido tenemos todos los números de la lotería”.
De cara al futuro, no hay iniciativas claras. Moreno es partidario de “pensar en positivo, y reducir impuestos de los productos más sanos” en vez de subírselos a grasas y azúcar, como han planteado Dinamarca y Francia, por ejemplo. “No sería algo urgente, pero sí estaría bien abrir el debate”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.