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Son chicas que no van a la moda, con poca habilidad para relacionarse, con alguna discapacidad o un defecto físico. O al menos así lo ven ellas mismas. Los anteriores son los motivos que más señalan las víctimas de acoso escolar para ser atacadas. Y, sí, en más de la mitad de los casos se trata de chicas. El retrato robot es una adolescente a punto de cumplir los 12 años a la que sus acosadores molestan a diario. Su calvario dura normalmente más de un año.

Son algunos de los datos del informe elaborado por la fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) a partir de 25.000 llamadas que recibieron en 2015 con posibles referencias a temas de acoso escolar. La ONG detectó 573 casos "contrastados y atendidos por bullying" de todas esas llamadas y con ellos trazó el perfil que ofrece en su estudio. El informe, al que seguirá una campaña de prevención y formación dirigida a los colegios y a los estudiantes, lo han elaborado con la colaboración de la fundación Mutua Madrileña.

La mayoría de los alumnos que sufre acoso (58,9%) se lo cuentan a sus padres, aunque casi un tercio no lo hicieron para no preocuparles, por miedo a una sobrerreacción de sus familias en el colegio o ante los acosadores o porque "hay situaciones conflictivas en casa por las que sus padres no se sienten satisfechos ni orgullosos de ellos", según el informe. El número para hacer consultas como colegios, afectados o familias es el teléfono que ANAR tiene en marcha desde hace más de 20 años: 900-202010.

En la mayoría de los casos - "casi el 100%", según el director de programas de ANAR, Benjamín Ballesteros- el acoso no termina cuando se sale de clase, continúa a través de las redes sociales. "Ahora llega hasta los lugares más íntimos de tu hogar, como el dormitorio", ha señalado durante la presentación del informe Lorezo Cooklin, director general de la fundación Mutua Madrileña.

España carece de datos oficiales de las Administraciones Públicas sobre acoso escolar. Después de que saltaran a la luz pública los casos Diego —el menor que se suicidó en octubre tras dejar escrito en una carta a sus padres que no aguantaba ir al colegio— y de Arancha, cuya familia había denunciado el abuso pero acabó matándose, el Ministerio de Educación anunció un plan de convivencia escolar que incluye un registro con datos que se comprometió a ofrecer a partir de junio. Los representantes de las dos fundaciones han reclamado "una ley de prevención de violencia en las aulas que obligue a los centros educativos" a prestar más atención a estos casos.  "En todos los centros escolares tiene que haber casos de bullying. Si no aparecen, es que no se reconocen bien", ha añadido Benjamín Ballesteros.

Las últimas cifras disponibles corresponden a otra ONG, Save the Children, que en febrero publicó una encuesta a 21.487 alumnos de secundaria en la que señalaba que uno de cada 10 manifestaba que ha sido víctima de acoso, un tercio reconocía haber agredido físicamente a otro compañero en los últimos dos meses y la mitad admitía haber insultado. El trabajo de Save the Children también hacía hincapié en que las chicas están más entre las víctimas que entre los acosadores.

Las dos fundaciones lanzarán una campaña de prevención y sensibilización que desarrollarán en las redes sociales y en un centenar de colegios e institutos ante alumnos de sexto de primaria y primero de secundaria (entre 11 y 13 años). La campaña se transmitirá se distribuirá con ayuda de youtubers (jóvenes que suben vídeos propios al canal Youtube y que cuentan con miles de seguidores). Incluye dos vídeos con un mensaje dirigido no solo a víctima y verdugo, sino sobre todo a los que son testigos silenciosos de lo que pasa: "Reírte con el bullying te transforma en cómplice", señala uno de los videos.