Rosie Huntington, de adolescente acosada a imagen de Bulgari

Antes de ser reconocida como uno de los rostros más angelicales de Reino Unido e incluso comparada con su compatriota Kate Moss, la modelo británica Rosie Huntington Whiteley sufrió acoso escolar. En el colegio se burlaban de ella y la humillaban por tener "labios de besugo", según publica el diario italiano Corriere della Sera. Su boca, uno de los mayores atractivos de la joven, fue hace años motivo de burlas e insultos. También se reían de ella por no haber desarrollado el pecho. "Tenía unos labios rojos y carnosos, muy gordos, y estaba completamente plana", recuerda Huntington Whiteley, también actriz. No solo se reían de ella, sino que hicieron que la ahora modelo internacional viviera una adolescencia de pesadilla. La insultaban, se reían y no querían salir con ella pero, además, en una ocasión unas compañeras de clase llegaron a encerrarla en el baño.

Todo cambió cuando, con 17 años, fue descubierta por un cazatalentos de la moda. Su carrera se disparó y Burberry apostó fuerte por ella y la convirtió en una de sus modelos estrella. La firma británica la hizo famosa en medio mundo, y su proyección internacional se acentuó en 2006, cuando comenzó a desfilar para Victoria's Secret. La modelo de cara angelical fue entonces y durante los siguientes seis años el único ángel británico en el desfile anual de la marca de lencería.

Acostumbrada a ser mencionada como una de las mejor vestidas en las alfombras rojas, como en los Critics’ Choice Awards celebrados en enero, no estuvo el domingo por la noche en la alfombra roja de los Oscar. Una ausencia justificada por trabajo: se hallaba en la Semana de la Moda de Milán, donde acaba de ser nombrada embajadora de Bulgari.

En su perfil de Instagram (con 4,8 millones de seguidores) compartió varias imágenes con pendientes y un collar de serpiente, todo de diamantes, de la marca de lujo. En la presentación, vistió un mono escotado de color plateado aunque en sus redes sociales compartió otra imagen más sugerente, en la que aparecía con las joyas y cubierta con un albornoz entreabierto. Dijo estar feliz y halagada por este nuevo proyecto.

A pesar de estar rodeada de lujo y sofisticación, la modelo dice tener los pies en la tierra y no sentirse una diva. Cuando acude a una sesión de fotos o desfila en una pasarela, no tiene peticiones especiales, como sí hacen muchas de sus compañeras. Es discreta y tímida, huye de las revistas del corazón y protege al máximo su vida privada y su relación con el actor Jason Statham. También ha participado en proyectos solidarios: es embajadora de Unicef en Reino Unido, organización con la que viajó a Camboya, y el año pasado promovió una campaña viral de lencería contra el cáncer de mama.