Una legislatura en cifras
La evolución de los datos sobre mercado laboral, desahucios, déficit, deuda, prima de riesgo y recortes ilustran el balance de los últimos cuatro años de Rajoy
Los datos son como las pinceladas de un cuadro impresionista. Una sola cifra, al igual que un solo trazo, apenas permite descubrir el significado de la obra. Para tener una visión nítida del lienzo se necesita ver el conjunto de las pinceladas con cierta perspectiva. La evolución de las cifras ligadas al mercado laboral, los desahucios, el déficit, la deuda y la prima de riesgo, los recortes y la desigualdad o el PIB pueden servir para ilustrar la legislatura que está a punto de concluir.
Menos paro con menos trabajadores. Los últimos cuatro años han estado marcados por la reforma laboral que aprobó el PP de Mariano Rajoy al cabo de alcanzar el poder. La norma abarataba el despido. El paro se desató y llegó a alcanzar el 26,94% en el primer trimestre de 2013. Otro dato reflejaba la profundidad de la crisis: 6.278.200 trabajadores estaban sin empleo.
Desde entonces, el Gobierno emprendió una carrera para dejar la cifra de paro por debajo de la que había cuando Zapatero abandonó La Moncloa. El resultado es que al final de la legislatura hay 436.500 desempleados menos. La tasa de paro se ha reducido pero a costa de recortar el empleo y de una importante devaluación salarial. Cuatro años después hay 104.300 ocupados menos porque la población activa se ha reducido en más de 540.000 personas, según el Instituto Nacional de Estadística. Además, los nuevos empleos son más precarios. Han aumentado los trabajos a tiempo parcial y la remuneración de los nuevos contratos es un 17% menor que en 2010.
La prima de riesgo alcanzó los 638 puntos. Hubo un tiempo en 2012 que la prima de riesgo era la comidilla en las cafeterías de toda España. El 24 de julio de 2012 el diferencial entre el bono español a 10 años y el alemán —el de referencia para los mercados al ser el más seguro— marcó el máximo histórico: 638 puntos básicos. Los mercados lanzados como hienas a por la deuda soberana de los países periféricos exigían a España siete veces más intereses para prestarle que a Alemania. Las mágicas palabras de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) —“El BCE hará lo necesario para sostener el euro. Y créanme, eso será suficiente”— calmaron el ataque de los mercados. Cuatro años después, la prima de riesgo llegó a colocarse por debajo del umbral de los 100 puntos y el Tesoro ha llegado a financiarse a intereses negativos.
La deuda crece un 43%. Frenar el rápido crecimiento del endeudamiento público se convirtió en un mantra a principios de legislatura. Desde entonces, la deuda pública del conjunto de las Administraciones Públicas ha crecido en algo más de 318.000 millones de euros, un 43% más, según el Banco de España. Los compromisos totales representan ya el 99,3% del PIB, la friolera de 1,062 billones de euros. Las comunidades autónomas casi han duplicado su pasivo, desde el 13,1% del PIB hasta el 23,6%.
Déficit público. “Galopante”. Así calificaban en 2011 al déficit público en el PP. La brecha entre gastos e ingresos públicos, el principal nutriente de la deuda pública, alcanzó hace cuatro años los 90.000 millones, el equivalente al 8,98% del PIB. Este año cerrará en el entorno del 4,5%, según la mayoría de casas de análisis. El desfase presupuestario solo se ha reducido a la mitad durante la legislatura a pesar de la catarata de recortes, subidas de impuestos y las interminables negociaciones con Bruselas para que nos quitasen el ojo de encima y nos dieran más tiempo para equilibrar las cuentas públicas. A pesar de ello, España ha incumplido todos los años con los compromisos que le imponía la Comisión Europea. Por unas pocas décimas si no se consideran los 50.600 millones de dinero público para ayudar a la banca. Casi 23.000 millones de esta cantidad fueron para rescatar a Bankia. Cuatro años después, España cerrará 2015 con el segundo mayor déficit de la UE, solo por detrás de Grecia.
20.000 millones menos en sanidad, educación y dependencia. Los tajos en los servicios públicos protagonizaron los dos primeros años de legislatura. El decreto de recortes de julio de 2012, que contenía el mayor ajuste de la democracía, rebaja el gasto en sanidad y educación en unos 10.000 millones de euros.
Un informe elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) junto al BBVA concluye que entre 2009 y 2013, último año con estadísticas comparables, el gasto público en sanidad y educación por habitante, unas competencias gestionadas por las comunidades autónomas se recortó cerca del 21%. El gasto público en sanidad se ha reducido en 10.000 millones en ese periodo, las Administraciones públicas invierten 7.700 millones menos en educación y 2.000 en dependencia. En los presupuestos de 2015 y 2016, algunas administraciones han recuperado algunos de los recortes.
80.000 desahucios al año. Son otro de los asuntos que han protagonizado la legislatura. Al igual que muchos de los indicadores, los deshaucios crecieron con fuerza durante los dos primeros años del mandato de Rajoy, cuando los estragos de la crisis levantaban más ampollas. Tras recibir varios reveses de Bruselas por no proteger suficientemente al deudor hipotecario, el Gobierno aprobó una ley de buenas que afectaba a las entidades financieras. Desde entonces, los bancos no desahucian a familias de su primera vivienda. La mayoría de los alzamientos de 2015 se corresponden con procesos iniciados en años anteriores a 2012. La estadística del Consejo del Poder Judicial es la que ofrece más perspectiva. Según esta, las ejecuciones hipotecarias presentadas en tribunales han disminuido un 11% en los últimos cuatro años. Los expertos apuntan que parte de esta mejora se debe también al empacho de viviendas que tienen los bancos. No obstante, las entidades financieras no tienen miramientos con las segundas residencias o inmuebles de sociedades.
Más ricos y más pobres. La desigualdad ha sido uno de los temás que ha ido cobrando más importancia durante la crisis. El alto nivel de paro, la precarización del empleo y los recortes del gasto en servicios públicos han contribuido al aumento de la diferencia entre ricos y pobres. Un reciente informe de Hacienda reveló que los millonarios, que declaraban tener más de 30 millones de euros en 2013, superaban a los del año anterior y eran casi el doble que en 2007. Por otro lado, el salario medio en 2014 apenas creció: 1.881,3 euros, tan solo un 0,65% más, según el INE. El aumento correspondía además, a los salarios de los que más ganan, porque los que tenían las remuneraciones más bajas siguen cayendo. Además, un reciente informe de Cáritas concluye que la pobreza relativa ha aumentado en los últimos años.
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