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El maquinista será el único juzgado por el accidente del tren de Santiago

El juez cierra la instrucción del caso y abre el juicio por el que el conductor se enfrenta a una acusación de 80 homicidios y 144 lesiones por imprudencia grave profesional

Sonia Vizoso
Familiares de las víctimas del accidente observan el paso del Alvia en Angrois
Familiares de las víctimas del accidente observan el paso del Alvia en AngroisÓscar Corral

El juez Andrés Lago Louro ha puesto fin a la instrucción del accidente del Alvia en Santiago que el 24 de julio de 2013 acabó con la vida de 80 personas y causó heridas a casi 150. El titular del juzgado número 3 de Santiago, que se hizo con la causa hace algo más de un año tras la marcha del magistrado que inició las pesquisas, concluye la investigación con un único imputado por el descarrilamiento, el maquinista Francisco José Garzón Amo, acusado de 80 homicidios por imprudencia grave profesional y 144 delitos de lesiones. El instructor ha decidido no atender las peticiones de los abogados de Garzón y las asociaciones de víctimas, entre otros, para sentar también en el banquillo a cargos ferroviarios del Ministerio de Fomento responsables de la seguridad en ese tramo. La resolución no es firme y la defensa del maquinista ya ha anunciado que recurrirá. Las víctimas han convocado una concentración de protesta el viernes ante los juzgados compostelanos.

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El juez sostiene en el auto de cierre de la instrucción que "la causa directa, inmediata, y que decididamente ha desencadenado el desgraciado accidente" fue "el exceso de velocidad" y la "responsabilidad de tal exceso" reside "en exclusiva en la imprudencia del maquinista". Y sobre "los posibles defectos de señalización" a los que se alude en los informes periciales de parte, considera que "carecen de relevancia causal alguna en la génesis del presente siniestro". "Al menos cinco kilómetros antes de llegar al lugar del accidente existía en la vía señalización más que suficiente para que un maquinista medianamente diligente pudiera apercibirse de la proximidad de la estación de Santiago", señala Lago, quien atribuye la "imprudencia" de Garzón a una "conducción desatenta" motivada "por una llamada del interventor que se prolonga más de lo necesario", en concreto, un minuto y 42 segundos.

El titular del juzgado número 3 de Santiago explica en el auto hecho público este miércoles que ha dado prevalencia a los tres peritajes judiciales frente a los presentados por las partes. Los estudios sobre el material rodante y la infraestructura viaria y sistemas de seguridad, señala Lago, "coinciden en descartar en la génesis del accidente más contribución causal que la que deriva del exceso de velocidad con la que el tren entró en la curva". El magistrado, por contra, rechaza las conclusiones del tercer perito, que defiende que era una obligación legal que la vía contase con el sistema de control constante de la velocidad (ERTMS) que hubiese evitado el descarrilamiento, un informe que en su momento fundamentó la imputación de cargos públicos de Fomento. "Un perito debe hacer conclusiones técnicas, no jurídicas", afirma el juez en el auto.

El magistrado admite como "evidente" que "la seguridad de la vía podía ser mejor" pero sostiene que la ausencia de ERTMS no puede "ser objeto de depuración en el ámbito penal, sin perjuicio de las responsabilidades, de otra índole, a que pudieren dar lugar". En el auto mantiene que ninguna "disposición normativa" impone como obligatorio este sistema de seguridad y, añade que, aunque así fuera, en el punto donde descarrió el Alvia "la infraestructura ferroviaria proyectada y construida no contemplaba" la existencia de ERTMS. "Si bien es cierto que en junio de 2012 responsables de Adif autorizaron la desconexión del ERTMS a instancia de Renfe por problemas de fiabilidad, tal decisión no era ajena al conocimiento del maquinista", zanja el instructor.

El abogado del maquinista del Alvia, Manuel Prieto, ha señalado que se trata de un "auto anunciado, de la misma forma que era un accidente anunciado". En declaraciones a Europa Press, el letrado ha criticado que el juez no haya tenido en cuenta los peritajes que presentaron ni las nuevas pruebas que pidieron tanto él como los representantes legales de las víctimas. "Él [por Garzón] sabía que todo el mundo del poder iba a hacer que él fuese el pagano. Lo tiene asumido desde que lo metieron en los calabozos con las costillas rotas mientras el ministro hacía una rueda de prensa", afirma Prieto.

El accidente del Alvia Madrid-Ferrol a los pies del barrio compostelano de Angrois supuso un antes y un después en las condiciones de seguridad de las vías de alta velocidad en España. El despiste del maquinista, que no frenó a tiempo antes de enfilar la pronunciada curva de Angrois que da entrada a la capital de Galicia a los trenes procedentes de Ourense, acabó en descarrilamiento porque la vía no contaba con ningún dispositivo de seguridad que pudiese evitar o mitigar este error humano,  incluido el ERTMS, solo activo poco antes del fatídico punto en el que Garzón perdió el control del Alvia. El primer juez instructor de la causa, Luis Aláez, llegó a imputar a 27 exdirectivos y técnicos de Adif, el ente gestor de las infraestructuras ferroviarias dependiente de Fomento, pero la Audiencia Provincial de A Coruña anuló dos veces las acusaciones a cargos públicos esgrimiendo que en su actuación cumplieron la normativa vigente.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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