Rajoy admite que no fue “rápido” ni “diligente” contra la corrupción
El presidente apuesta por la "sensatez, seriedad, sentido común, moderación, prudencia y competencia" para ganar el 20-D
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este martes, durante su intervención en el foro Abc en Madrid, que la corrupción -todos los casos sufridos durante esta legislatura, incluido ahora el caso Rato- ha sido con diferencia lo que más daño electoral ha provocado al PP. Mucho más que la gestión de la crisis económica. El líder popular admitió así que "probablemente tengan razón" quienes critican que su Gobierno y el partido "no han reaccionado rápidamente", han sido "timoratos" y no han "comunicado bien" cuando han saltado diferentes escándalos que han afectado a dirigentes del PP. Luego agregó: "Podíamos haber sido más rápidos y diligentes". Cuando se le interrogó específicamente por las consecuencias ahora, ante la campaña del 20-D de los descubrimientos sobre Rodrigo Rato, comentó que todas estas noticias pueden perjudicar y también "las cosas que se le pueden atribuir a una u otra persona".
Durante su conferencia inicial, Rajoy no aportó ninguna novedad a sus discursos diarios. Habló de que hasta las agencias de rating y calificación económicas internacionales como Standad and Poors apuestan ahora por un horizonte de estabilidad para España con estas políticas; rechazó que con todas las reformas aplicadas se le pueda tildar de "inmovilista" y le dejó algunos avisos a los que cuestionan, como José María Aznar, que por esta senda actual pueda ganar solventemente en las elecciones generales del 20 de diciembre. Fue cuando dijo que el PP ya ha vencido dos veces, en dos elecciones, las europeas y las municipales, en los peores momentos de la legislatura y cuando presumió de que cuando se abran las urnas el ambiente será ahora muy distinto "porque ya no estamos ante un país que se desmorona como era aquella España de 2011, sino ante otro erguido y decidido a avanzar".
Fue en el coloquio cuando se le plantearon al presidente algunas preguntas de actualidad, para empezar con el conflicto nada soterrado que vive hace meses con el expresidente José María Aznar. La primera pregunta fue sobre los cinco supuestos avisos que el PP habría recibido durante su mandato en las urnas con distintos fracasos electorales. Rajoy respondió: "Yo no voy a polemizar con Aznar porque tengo que dedicarme a convencer a los españoles de que es bueno que el PP siga en el Gobierno".
El moderador, Ángel Expósito, lo intentó luego con hasta tres o cuatro cuestiones sobre el mismo problema y las divergencias con Aznar pero sin ningún éxito. Rajoy avisó de no desfallecería ante la insistencia de los periodistas y demás invitados presentes en el foro: "Son ustedes inasequibles al desaliento; yo también".
Le plantearon al presidente cuál podría ser entonces un buen resultado en diciembre y Rajoy no quiso ofrecer ningún dato por anticipado, pero sí aprovechó para señalar que le gustaría para España el mismo tipo de oposición socialista que tienen en Alemania y Portugal. Se refirió así a que en esos países la oposición permite el gobierno del partido más votado mientras que en España el PSOE se ha aliado con otras fuerzas radicales e independentistas para arrebatarles distintas instituciones. No le parece "serio" eso a Rajoy y avanzó luego que está en situación de "prevengan" ante lo que pueda fraguar Pedro Sánchez a nivel estatal tras el 20-D.
El líder popular se negó también a avanzar ninguna "elucubración" sobre posibles pactos o exigencias que podría plantear Ciudadanos si su confluencia es necesaria para un pacto de Gobierno. Dijo que no va a especular con situaciones que podrían no producirse. Tampoco quiso, en esa línea, comentar si estaría dispuesto personalmente a retirarse si no logra la mayoría absoluta y Ciudadanos se lo exige para respaldar a otra opción del PP. "Vale la respuesta anterior", reiteró.
En relación a Cataluña, Rajoy repitió sus tesis de que está dispuesto a dialogar, hablar y tratar sobre cualquier cuestión pero no para liquidar el Estado de Derecho, la soberanía nacional o la igualdad de los españoles. En ese punto Rajoy sí quiso enfatizar su modelo de ejercer la presidencia del Gobierno ante los desafíos que se han planteado ya y los que puedan arribar en el futuro: prudencia, proporcionalidad y sentido común. Sobre cómo recuperar los sentimientos expresados por los dos millones de catalanes que se han decantado en las elecciones autonómicas por opciones independentistas el líder del PP apostó de nuevo por insistir en la "pedagogía y la explicación" de las muchas cosas que se han conseguido juntos y en lo realizado para salvar durante estos años de falta de crédito de la Generalitat.
El presidente del Gobierno y candidato del PP a las próximas elecciones se reservó para el final dos comentarios sobre el 20-D. Uno para señalar que quiere hablar primero con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, uno de los barones territoriales más en auge ante el futuro del partido, antes de decidir si es bueno que se presente en las listas para el Congreso. Y al final para ofrecer su particular receta para competir el 20-D en las urnas: "Sensatez, seriedad, sentido común, moderación, prudencia y competencia".
El moderador le ofreció al presidente popular para acabar el menú dos frases hechas para que eligiera la que le gustaba más. Una fue "Cuerpo a tierra que vienen los nuestros" y otra "Los trapos sucios se lavan en el vestuario". Rajoy sintetizó: "Empate".El periodista inquirió: "¿Eso qué quiere decir, que le gustan las dos?". Rajoy: "Quiere decir lo que he dicho". Más gallego que nunca.
De Gürtel a Púnica y las 'tarjetas black'
La Operación Púnica, en la que fueron detenidas medio centenar de personas y ediles en cuatro comunidades, ha sido el último gran escándalo que ha salpicado al PP en esta legislatura, pero no el único. El partido tiene pendiente el caso de las tarjetas black de Caja Madrid: 86 exdirectivos de la antigua entidad hicieron uso de una tarjeta b , entre ellos Miguel Blesa y Rodrigo Rato.
El juez aún debe cerrar el caso de los papeles de Bárcenas. Igual que el caso Gürtel , una red de corrupción presuntamente vinculada al PP, con 187 imputados, 74 de ellos políticos.
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