PP y PSOE luchan por encarnar la estabilidad de cara a las generales

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez pugnan por convertirse en garantes de la estabilidad. Con las elecciones catalanas y las generales en el horizonte, el presidente del PP y el secretario general del PSOE opusieron ayer sus modelos para configurar las próximas mayorías. Rajoy, que no firmó pactos de gobierno con otras formaciones tras los comicios autonómicos y municipales del 24-M, tachó de “lamentable” la política de acuerdos del PSOE, que firmó alianzas con Podemos, ERC, Més o Compromís. Sánchez afeó a Rajoy que gobierne “solo y contra todos”.

Los líderes de los dos principales partidos luchan por imponer antes de las elecciones generales lo que Rajoy definió ayer como “relato”. Una visión de la realidad en la que para el PP la estabilidad la garantiza una mayoría fuerte suya y para el PSOE es la posibilidad de dialogar y llegar a acuerdos. Las dos formaciones intentan encarnar el concepto de estabilidad justo cuando se dibuja un escenario político nunca visto en España, puesto que las encuestas apuntan a que los independentistas de Junts pel Sí ganarán las elecciones catalanas y a que Podemos y Ciudadanos irrumpirán con fuerza en el Congreso tras las generales de fin de año. Esa coincidencia de estrategias produjo ayer un duro cruce de declaraciones en los salones de la Cámara baja.

PP y PSOE luchan por encarnar la estabilidad de cara a las generales

“La estabilidad política de nuestro país se garantiza llegando a acuerdos, no gobernando solo y contra todos como Rajoy”, argumentó Sánchez para defender el valor del diálogo tras una legislatura en la que el PP ha gozado de mayoría absoluta, rompiendo el récord de decretos ley. “Rajoy es el problema de España. Solo sacando al PP del Gobierno garantizaremos estabilidad política y renovación democrática”, explicó el líder socialista. “El legado de Rajoy es que nos deja una España fracturada en lo social y lo económico y confrontada en lo territorial”, añadió. “Me han llamado muchas cosas en la vida, pero de radical no tengo yo mucha pinta”, concluyó Sánchez.

Tras las elecciones municipales y autonómicas del 24-M, los socialistas alcanzaron acuerdos de Gobierno con Podemos, ERC, ICV y la CUP en varias alcaldías de Cataluña; con Més en las Islas Baleares; y con Podemos y Compromís en la Comunidad Valenciana. Además, el PSOE selló pactos con Podemos para lograr la investidura de los presidentes socialistas de Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha; y con Ciudadanos en Andalucía. Todas esas decisiones estratégicas de Sánchez han alimentado el argumentario para las elecciones catalanas y las generales del Partido Popular, que solo concretó acuerdos de investidura con Ciudadanos (Madrid, Murcia, La Rioja y Castilla y León).

“Es incomprensible la situación del PSOE en estos momentos”, explicó Rajoy tras la reunión plenaria que mantuvo ayer en el Congreso con los diputados y senadores del PP. “Es lamentable que el PSOE haya pactado con partidos independentistas y extremistas alcaldías tan importantes como Badalona y Castelldefels con el único objetivo de quitárselas al PP”, siguió Rajoy. “Aunque es bueno que estemos unidos [PP y PSOE], por lo menos a la hora de defender los grandes principios, pues no es fácil unirse con quien regala alcaldías a extremistas independentistas para que no gobierne el PP. La credibilidad de un partido que hace eso está muy minada”, opinó. Luego, añadió en un tuit: “El PSOE aprueba dar alcaldías a secesionistas en Cataluña; esta es hoy su centralidad y la confianza que inspira”.

Soluciones para Cataluña

La solución al reto soberanista catalán también enfrenta a las dos formaciones mayoritarias. Mientras Sánchez propone una reforma constitucional que instaure un modelo federal, Rajoy insistió ayer ante los diputados y senadores del PP en que el Gobierno cuenta con los “instrumentos” para evitar una secesión, aunque no especificó si eso podría incluir la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que recoge la suspensión de la autonomía. El Ejecutivo, recordó Rajoy a sus compañeros de filas durante una reunión a puerta cerrada, ha impulsado una reforma de la ley del Tribunal Constitucional, protestada por la oposición en bloque, que incluye la suspensión de los representantes públicos que incumplan sus sentencias. Además, el presidente abogó por defender la política económica del Gobierno; por apurar la legislatura; y por iniciar una campaña con la que explicar a los ciudadanos los costes de la independencia.

“Vamos a explicar a la gente cómo esto supone abandonar Europa; vamos a explicar lo que supone de pérdida de los derechos que tienen como europeos y como españoles; y vamos a explicar cómo con la PAC [política agraria común], las ayudas y subvenciones a agricultores quedarían en una situación distinta a la que están en este momento”, avisó el presidente del Gobierno.