Rajoy y Albiol se lanzan a por los votantes socialistas catalanes
El presidente y el candidato del PP vuelcan sus mensajes en sumar a todos los que creen en la unidad de España "sin ambigüedades"
El PP cree que sus opciones y su candidato en Cataluña, Xavier García Albiol, están al alza en el mercado político. Se agarran a alguna de las últimas encuestas publicadas, que les sitúan disputando teóricamente la segunda plaza y que ensalzan el empuje de su nuevo cabeza de cartel. El propio candidato se agarra a lo que le dicen las señoras mayores en los mercados, según confesó esta mañana en la clausura de la Escuela de verano en Lloret del Mar. En este clima, el PP entiende que debe abarcar algo más que su propio electorado. Así el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, se sumó a los mensajes directos de llamamiento de García Albiol hacia los votantes socialistas y catalanes que creen que ahora está en juego la unidad de España.
Xabier García Albiol aprovechó el foro, ante Rajoy y toda la nueva cúpula del partido, para remarcar cuál será su mensaje principal en esta campaña determinante. Hizo un llamamiento abierto a Pedro Sánchez, el líder del PSOE, para que evite que su partido siga jugando a las "ambigüedades" y se continúe produciendo que algunos de sus dirigentes en ayuntamientos catalanes se adhieran a la plataforma independentista (AMI). Lo hicieron hace semanas Castelldefels y Terrasa y la semana pasada Matadepera. El candidato García Albiol ofreció el proyecto del PP catalán a los votantes socialistas de Cataluña porque sostiene que en estos momentos "en que algunos quieren romper España" su opción es la que mejor representa un proyecto que "va más allá de siglas y de ideología".
El nuevo líder del PP catalán abundó en varios pasajes sobre esa misma idea y aseguró que a los votantes socialistas catalanes que quieren que España y Cataluña sigan juntas no les quiere "cambiar la ideología, pero ya no valen las medias verdades y ambigüedades, y este es un proyecto de acogida de todos: esta es su casa en estas elecciones".
El presidente del Gobierno y del PP respaldó luego esa estrategia de García Albiol aunque con otro estilo y otra función. Mariano Rajoy cuestionó la credibilidad del PSOE, del PSC y de sus dirigentes para hablar sobre sus intenciones para Cataluña y España cuando permiten que en ayuntamientos catalanes se hayan producido cambios de gobierno para facilitar alcaldes soberanistas como en la propia Badalona de García Albiol. En esa línea se permitió cuestionar que tanto Pedro Sánchez como Miquel Iceta, los líderes del PSOE o el PSC, estén en condiciones de asegurar que Cataluña continuará en España por culpa de "sus pactos, enjuagues y alianzas". Y también arremetió contra Ciudadanos y su líder, Albert Rivera, "por estar perdidos en tierra de nadie, en el disimulo y en la equidistancia".
Fue en ese apartado cuando se dirigió Rajoy a los votantes socialistas catalanes y cuando demandó que vayan a votar "todos los que quieren una Cataluña abierta y plural", los que "apuestan por la concordia y la seguridad" y todos los que han entendido que en esta ocasión "juntos somos muchos más, infinitamente más, que la voz de la concordia es mucho más audible que la espiral del silencio, la fuerza de la unidad es más poderosa que los afanes de ruptura: construyamos puentes, estrechemos lazos y afectos sobre los surcos de división que han generado, porque ganaremos todos".
Eso no quiere decir por supuesto que Rajoy tenga ningún interés ni afán por hablar con Artur Mas o los representantes de Junts pel Sí, porque defiende que eso es imposible porque les acusa de promover solo "monólogos" y de "dividir y repartir certificados de demócratas".
Los populares piensan que han revertido la situación que vivían en Cataluña antes del verano. Entonces, cuando aún no habían sustituido a su anterior líder por el nuevo candidato, hasta las encuestas internas les daban menos de 10 escaños cuando ahora tienen 19 en el Parlamento catalán, su récord histórico. García Albiol, que en mayo ganó las elecciones municipales en su ayuntamiento de Badalona, la tercera ciudad de Cataluña, y aumentó incluso su cosecha de votos pese a que perdió el gobierno ante una alianza de todos los demás, es un político ambicioso. No lo dice en público pero admite que en esta ocasión la disputa sí tiene un punto plebiscitario, en el sentido de que se dilucida entre los que apoyan la lista soberanista de Junts pel Sí y los que no son separatistas. Y él pretende aglutinar a todos los votantes catalanes que quieren seguir como ahora, dentro de España.
Rajoy mantuvo que en Cataluña debe llegar ahora un "tiempo nuevo" con un gobierno distinto que con "seriedad, moderación y seguridad, se ocupe de los problemas reales, que defienda la Constitución, que Cataluña siga siendo España, que esté en las instituciones europeas y que no le diga a nadie que debe renunciar a ninguna de sus condiciones ni a ser catalanes, europeos y españoles y que nadie tenga que romper sus lazos económicos o sentimentales". El presidente concluye que lo contrario es ir contra la historia y contra la integración que se promueve en Europa en un momento en el que las fronteras desaparecen y no se puede mirar atrás y retroceder siglos de historia.
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