“Cruza la frontera y verás que Cataluña es diferente”

Millones de turistas y viajeros compran cada año guías de viajes para preparar la aventura de descubrir un país. Y en el anaquel de las más vendidas, no faltan las que invitan a conocer y disfrutar de España. La mayoría de manuales coincide en que ésta es la patria de la fiesta, poseedora de una rica herencia cultural e histórica, poblada por gentes apasionadas y formada por diversos territorios como Cataluña, región que parece, según varios autores, otro país.

Las guías no se limitan a recomendar restaurantes típicos, epicentros turísticos y lugares donde marcarse un buen selfie. Algunas incluyen comentarios sobre la actualidad política y las que lo hacen dedican algunos comentarios a la cuestión catalana. La Rough Guide to Spain, por ejemplo, señala que “hoy, Cataluña es oficialmente una comunidad semi-autónoma, pero se percibe como un país distinto (cruza la frontera con Valencia o Aragon y pronto percibirás la diferencia)”.

Y según Lonely Planet, una de las guías más populares del mundo, en Cataluña, “dondequiera que vas, hay una innegable sensación de que esta región es diferente del resto de España”. “Es una diferencia que merece la pena celebrar”, añade.

Fodor’s cree que “el decidido centralismo de Rajoy no ha servido más que para dar alas a los sentimientos separatistas, especialmente en Cataluña”. Esta guía agrega que la Iglesia católica, financiada por el Estado, está “estrechamente vinculada al PP” y que, con la Cadena Cope como portavoz, “continúa teniendo una considerable influencia política y social en España, con miembros de grupos reservados como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo ocupando puestos clave en el Gobierno y en la industria”.

Frommer's explica en su web que “grupos de extrema derecha, en particular la Falange, todavía rondan en el trasfondo” del escenario político español. Como muestra de ello alude a la suspensión del juez Baltasar Garzón en 2010, decretada por una “hueste de magistrados de la vieja guardia”. La guía sugiere que esta decisión judicial fue consecuencia del “intento de Garzón de investigar la desaparición de cientos de miles de ciudadanos durante en los primeros tiempos del régimen de Franco”.

Normalmente, los autores de estas publicaciones son experimentados viajeros, enamorados del país que describen y conocedores de sus luces y sus sombras. Sus crónicas y recomendaciones son seguidas por muchos de los 29,2 millones de extranjeros que en la primera mitad de este año visitaron España en el mejor primer semestre de la serie histórica que elabora el Instituto de Estudios Turísticos.

Este organismo ha explicado a EL PAÍS que no considera oportuno valorar las reseñas que las guías de viajes hacen del panorama político porque son “opiniones privadas”, y ha destacado que la función del Instituto es promover las potencialidades turísticas de España.

Pasión y horarios incomprensibles

“Apasionada, sofisticada y con devoción por vivir la buena vida, España es, a la vez, un estereotipo hecho realidad y un país más diverso de lo que jamás imaginaste”. Así presenta Lonely Planet a España. En su web puede leerse que hay una razón por la que la palabra “fiesta” es una de las más populares de la lengua española: “es porque aquí la vida misma es una fiesta a la que todo el mundo parece estar invitado”.

Esta popular editora tiene millones de lectores y usuarios en Internet. Actualmente, la foto de la cubierta es una imagen de la Alhambra. Ha cambiado mucho desde que, cuatro ediciones atrás, en 2009, un pastor con boina que guiaba un rebaño de cabras bajo la palabra “Spain” fuera la portada de la guía.

Otra guía popular en el equipaje de los turistas es la Guía Verde de Michelin, que explica bajo el epígrafe “Ética de trabajo” que la vieja imagen que los españoles trabajan poco ya es historia porque “ahora, los españoles trabajan tan intensamente como en cualquier otro país europeo”. Michelin sugiere que muchos visitantes se preguntan cómo esto es posible, teniendo en cuenta el “inusual estilo de vida” en estas tierras, en referencia a los horarios “imposibles de comprender”.

La clave, según argumenta, es que los españoles frecuentemente “empiezan a trabajar muy temprano y continúan hasta muy tarde” en un “estilo improvisado”. Añade que, desde temprana edad, los españoles son criados acostumbrándose a dormir menos durante la semana e intentando recobrar las horas de sueño perdidas durante el fin de semana.

Esta guía destaca, asimismo, que la piedra angular de la vida de los españoles es la familia. “Sin una base familiar sólida, no se explica cómo un país con una tasa de desempleo alta, en el que los hijos continúan viviendo con sus padres hasta los veintimuchos e incluso los treintaypocos, puede prosperar sin demasiados problemas”.

Generalmente, estas guías hablan con rigor, conocimiento y lujo de detalles. Aunque en contadas ocasiones, incurren en imprecisiones. Como cuando alguna de ellas describe el típico cocido madrileño como “un estofado de verduras y cordero”.