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Columna
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En el tejado de la izquierda

El mensaje de impotencia que se está transmitiendo a los ciudadanos no solo de Andalucía no puede ser más claro

El resultado de las elecciones andaluzas del pasado 22 de marzo parecía tan claro que a nadie se le pasó por la cabeza que no fuera posible formar Gobierno y que, como consecuencia de ello, se tuviera que convocar de nuevo a los ciudadanos a las urnas.

Nos estamos deslizando por una pendiente que nos conduce a un sitio al que nadie quiere ir, pero al que es posible que no podamos evitar

En menos de un mes, lo que parecía casi inimaginable, está empezando a contemplarse como una posibilidad, a la que ya se refiere expresamente uno de los portavoces más caracterizados del Gobierno de la nación, José Luis Ayllón, y hasta la propia presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

La impresión que tengo es que nos estamos deslizando por una pendiente que nos conduce a un sitio al que nadie quiere ir, pero al que es posible que no podamos evitar acabar yendo. Las posiciones que se van avanzando por parte de los diferentes actores no permite vislumbrar el posible punto de encuentro, porque el plano en que cada uno se sitúa es distinto.

Con la composición del Parlamento, únicamente la abstención de Podemos o el voto afirmativo de Ciudadanos puede desbloquear la investidura, pues con la abstención de estos últimos exclusivamente no es suficiente. Únicamente Podemos tiene escaños suficientes para fijar una posición que, sin ser afirmativa, pueda acabar con el bloqueo y es, en consecuencia, la fuerza política con la que el PSOE tiene que alcanzar un acuerdo en todo caso, ya que la posibilidad de que Ciudadanos vote positivamente la investidura es sencillamente imposible.

La pelota está en el tejado de la izquierda y es en el interior de la izquierda donde se tiene que resolver el problema
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La pelota está en el tejado de la izquierda y es en el interior de la izquierda donde se tiene que resolver el problema. La mayoría de izquierda es abrumadora. Son 67 los escaños que suman PSOE, Podemos e IU. Si en tales condiciones no es posible alcanzar un acuerdo, el mensaje de impotencia que se está transmitiendo a los ciudadanos no solo de Andalucía sino de toda España no puede ser más claro.

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