Podemos se conjura para desmontar el discurso y la “idea de país” de Mas
Pablo Iglesias escenificará su oposición a CiU en su primer mitin en Barcelona
Desmontar el discurso del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y “la idea de país” que ha impulsado CiU. Esta es la prioridad que se fija Podemos en Cataluña ante un escenario de adelanto electoral. Y este es el contexto en el que Pablo Iglesias, líder de la formación, viaja a Barcelona para tratar de apuntalar su presencia en la sociedad catalana.
Esta estrategia pasa por demostrar que no todo está relacionado con el pulso soberanista y que los líderes de CiU son representantes de la llamada “casta” al igual que los dirigentes del PP y del PSOE. El secretario general y la responsable de política territorial del partido, la secretaria de Plurinacionalidad, Gemma Ubasart, intervienen este domingo con estos argumentos en el primer mitin tras la elección de Iglesias al frente del partido el pasado 15 de noviembre. La cúpula se reunirá posteriormente con trabajadores de TV3, con representantes de movimientos en defensa de la sanidad pública y con Ada Colau, portavoz de la plataforma municipalista Guanyem Barcelona, para conocer el impacto del Gobierno de CiU, que, en palabras de Ubasart, “es el partido que montó el primer laboratorio de políticas neoliberales”. “Aquí es donde se aplicaron los primeros recortes antes que en otros territorios”, prosigue. Podemos cargará contra una formación vinculada “a la austeridad y a la corrupción”, y, para tratar de dibujar un puente entre Barcelona y Madrid arrancará en un polideportivo del barrio de Vall d’Hebron la campaña de la “marcha del cambio”, una manifestación convocada para el 31 de enero en la capital.
Iglesias deberá enfrentarse no obstante al debate identitario, una cuestión especialmente delicada para la formación, que se ha situado lejos de los postulados del independentismo pero es partidaria del “derecho a decidir”. “Estamos en un proceso de radicalización democrática”, explica Ubasart, profesora de Políticas en la Universidad de Girona. En ese proceso Podemos defiende que se reconozca el derecho de los catalanes a decidir su relación con el Estado. Y a partir de ese supuesto, entablar el diálogo. “Nos situamos en el marco de sentido común del 85% de la sociedad catalana”, mantiene.
El propio Iglesias ha manifestado en más de una ocasión que le gustaría que Cataluña no se independizara, y el número dos del partido, Íñigo Errejón, cree que se debe reconstruir una relación de “seducción mutua” entre la Generalitat y el Gobierno. En cualquier caso, la cúpula de Podemos sabe que cualquier pronunciamiento sobre el futuro de Cataluña puede sumar o restarle apoyos. Por esta razón mantuvo un perfil bajo antes del 9-N y ahora aborda con mucha cautela este debate. Mientras trata de organizarse en todo el territorio, pretende construir un discurso coherente y unitario en el que “lo que se dice en Barcelona se diga también en Sevilla”.
Podemos, que aún no tiene órganos y estructura en Cataluña, se opone a unos comicios plebiscitarios tal y como los ha planteado el presidente de la Generalitat, pero si finalmente hay elecciones anticipadas tratará de adaptarse a ese escenario. ¿Cómo? Con un programa centrado en un plan de rescate ciudadano y un proyecto de desarrollo económico de la comunidad en el que, asegura, ya ha empezado a trabajar.
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