Blesa renuncia a aportar la fianza y afronta el embargo de sus bienes

Aunque el plazo termina el próximo miércoles, Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, da por hecho que no podrá hacer frente a la fianza civil impuesta por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, según fuentes cercanas al caso. El financiero consiguió reunir 2,5 millones de euros el 28 de mayo pasado para salir de prisión, pero en esta ocasión fuentes de su entorno consideran inviable obtener 16 millones o avales bancarios por esta cantidad para hacer frente a la fianza por las tarjetas opacas de Caja Madrid.

La única posibilidad de evitar este embargo sería que Mapfre hiciera frente a la fianza porque Blesa tiene un seguro de responsabilidad civil. Sin embargo, fuentes de su entorno aseguraron este viernes que descartan que Mapfre desembolse el dinero. Otras fuentes jurídicas apuntan que las aseguradoras pueden desentenderse de estos casos cuando existe intención en la ejecución del delito.

Para Blesa supuso un alto esfuerzo reunir los 2,5 millones en mayo pasado, por lo que una cifra seis veces superior le resulta inalcanzable. Ante esta situación, Blesa da por hecho el embargo de todos sus bienes. Aunque el embargo no llegue a los 16 millones, no tendrá consecuencias penales ya que la fianza es de carácter civil.

Pese a que Blesa tuvo un alto salario durante los últimos años de presidencia de la entidad, alrededor de los 3,5 millones anuales al final de su mandato, dejó de trabajar en enero de 2010. No obstante, entre 2007 y 2010, ingresó entre salario e indemnización por despido 12,5 millones de Caja Madrid. Después no ha vuelto a ocupar ningún cargo en consejos de administración ni ha tenido otra ocupación, aunque no parece haber abandonado su nivel de vida. Sí ha tenido importantes gastos para atender las causas judiciales en las que está imputado, sobre todo por las participaciones preferentes y el Banco de Florida. Tampoco los honorarios judiciales los ha abonado Mapfre.

El juez ha hecho responsable a Blesa de los 12,5 millones gastados bajo su presidencia, entre 1996 y 2010. A esta cifra le ha aplicado un incremento del 25% como recargo para hacer frente a las posibles multas.