Los expertos de la UE dudan de los controles en aeropuertos

Los expertos sanitarios de la Unión Europea recelan de los controles en aeropuertos que proponen realizar los líderes comunitarios para detectar el ébola. El Comité de Seguridad Sanitaria, que reúne a profesionales de todos los Estados miembros, ha debatido a fondo esta tarde la conveniencia de tomar la temperatura a los viajeros procedentes de los países más afectados por el ébola, Liberia, Sierra Leona y Guinea, como sugirieron en una carta la Comisión Europea y la presidencia italiana de la UE el pasado fin de semana. La mayoría de países, no obstante, evitaron expresar una postura definitiva hasta que el jueves se reúnan los ministros y otros responsables de Sanidad de los países miembros para abordar esos controles en las fronteras.

Con los chequeos de fiebre ya implantados en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, el comisario europeo de Salud, Tonio Borg, y la presidencia italiana del Consejo Europeo convocaron a todos los ministros para adoptar una postura común sobre esa medida. Aunque las competencias son nacionales y las iniciativas que se adopten el jueves no son vinculantes para ningún Estado, Bruselas considera importante la coordinación entre los socios comunitarios para que los controles sean eficaces.

Los ministros sienten la presión social para dar pasos adelante que permitan detectar la llegada de viajeros con ébola, pero a la vez tienen a sus expertos que lo desaconsejan. El motivo es que la medida requiere una considerable inversión en los aeropuertos y no está demostrado que pueda detectar a muchos enfermos de ébola. A cambio, se pueden dar casos de fiebre que obliguen a realizar la prueba del virus y finalmente den negativo.

En la reunión de esta tarde, los países nórdicos, Holanda, Austria, Portugal y Alemania expresaron posturas contrarias a los tests de temperatura, según fuentes conocedoras de la reunión. También Francia recordó que controles similares se implantaron en la crisis del SARS, el síndrome respiratorio agudo proveniente de Asia que causó alarma en 2003, sin resultados claros.

Reino Unido informó de que ya ha aprobado la toma de temperatura para los viajeros procedentes de los países africanos más afectados en los aeropuertos de Heathrow y Gatwich, así como en la terminal de Eurostar hacia el Canal de La Mancha, que aún no la ha implantado. Más allá de las divergencias de criterio, los países coincidieron en que cualquier medida que se adopte debe ir acompañada de una estrategia de comunicación adecuada, según explica la Comisión Europea. El objetivo es evitar la alarma de la población.

España no adoptó ninguna postura firme durante la reunión; su decisión dependerá de la adoptada por la mayoría, aseguran fuentes diplomáticas. Todos los consultados insisten en que la decisión política quedará para los ministros el jueves por la mañana. Varios países más han anunciado la presencia de sus titulares de Sanidad, que aun así solo ascienden a siete de 28: Italia, Holanda, Austria, Bélgica, Alemania, Reino Unido y Grecia. Croacia estará representada por un alto cargo del ministerio. España todavía no ha dado una respuesta definitiva sobre la presencia de Ana Mato.

En el encuentro de ayer, los profesionales del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, especializado en las infecciosas, se ofrecieron a hacer una evaluación de la efectividad de los controles de temperatura a la llegada. Ese estudio será, en todo caso, crítico con los controles; el centro, dependiente de la Unión Europea, ya expresó sus dudas sobre esas evaluaciones a los pasajeros africanos en un comunicado divulgado el lunes.