Mato se siente apoyada por Rajoy y dice que no contempla dimitir
La ministra defiende en el Senado su gestión en la crisis y descalifica las críticas Santamaría pide prudencia y evita censurar la gestión de la responsable de Sanidad
La ministra de Sanidad, Ana Mato, no da muestras de que su dimisión sea inminente y se siente respaldada. Este martes defendió su gestión en la crisis del ébola, incluyendo sus comparecencias públicas; descalificó las críticas porque solo "buscan arañar votos" y dijo sentirse respaldada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La ministra respondió este martes a tres preguntas en el Senado, este miércoles contestará en el Pleno y el jueves comparecerá ante la Comisión de Sanidad de la Cámara baja para dar cuenta de la crisis provocada por el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero.
"Por supuesto", contestó en el pasillo del Senado cuando se le preguntó si se siente respaldada por Rajoy. Negó haber sido desautorizada pese a que ha sido excluida de la comunicación oficial sobre este contagio y a la pregunta directa sobre su dimisión respondió: "Solo me planteo trabajar".
Mato no admitió ningún error en la gestión y la comunicación y hasta dijo haber actuado "con toda diligencia". Respaldada por los aplausos de los senadores del PP, la ministra cuestionada por el resto de grupos parlamentarios, se revolvió frente a las críticas pidiendo "seriedad y rigor". Las críticas, según dijo, tienen como fin "arañar unos cuantos votos". Este respaldo parlamentario de los suyos se corresponde con la movilización ordenada por la dirección del PP, con Rajoy a la cabeza, en los últimos días para arroparla.
La ministra de Sanidad se felicitó de que "en solo dos días contemos con el protocolo más avanzado que el del resto de Europa". El aplicado antes, según dijo, era el recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y aplicado en toda la UE, a pesar de lo cual se produjo el contagio, a falta de que la investigación determine las causas y las circunstancias en que ocurrió.
Según explicó, no hay errores tampoco en sus comparecencias públicas e insistió en que su objetivo es "la máxima transparencia". Para dar idea de que nunca ha sido apartada de la gestión relató que desde que se conoció el contagio ha intervenido en dos ruedas de prensa y se ha reunido con los consejeros de las comunidades autónomas y los portavoces de sanidad de los grupos parlamentarios.
Las frases
- "He actuado con toda diligencia".
- "Sólo me planteo trabajar".
- "Las críticas sólo buscan arañar unos cuantos votos".
- "Lo más importante es y será la vida de la paciente".
- "Quiero mostrar mi agradecimiento a ella y a todos los profesionales sanitarios de nuestro país".
Tampoco ha admitido antes la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría errores en la gestión. La número dos del Gobierno ha asegurado de forma genérica que "todos tenemos responsabilidades políticas en este problema, este Gobierno el que más", sin más precisión.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, responderá brevemente en la sesión de control del Congreso de este miércoles, pero el PP ha impedido que comparezca para dar cuenta con detalle de la crisis.
La número dos del Ejecutivo ha pedido además prudencia y "responsabilidad" a los grupos políticos ante sus críticas, en contestación a los reproches del senador de Izquierda Plural Jesús Enrique Iglesias, que le ha afeado en su intervención la "falta de autocrítica" del Gobierno, y le ha preguntado por qué se ha creado un comité interministerial dirigido por ella misma que ha desplazado a la ministra de Sanidad del liderazgo en la toma de decisiones. El senador de izquierdas ha acusado también al Ejecutivo de ocultar información, y ha calificado de "mezquino" haber responsabilizado a la auxiliar de enfermería de su propio contagio con el virus
Santamaría ha respondido que lo que "le preocupa en primer lugar" es la salud de Teresa Romero, y ha justificado la creación del comité interministerial para la gestión de la crisis del ébola en que "habida cuenta de la evolución de la enfermedad" y las "necesidades" del país era "necesario abordar el asunto de otra manera". La vicepresidenta no ha admitido errores ni ha criticado directamente la actuación de Ana Mato.
La vicepresidenta ha recordado, además, que solo quedan en vigilancia los contactos del misionero García Viejo y de la propia auxiliar de enfermería, y ha considerado que la comisión sobre el ébola debe continuar "mucho tiempo". Sanidad mantiene un seguimiento de un centenar de contactos con ambos.
Mato se ha esforzado en lanzar mensajes de reconocimiento a la labor de los sanitarios y, especialmente, de Romero, muy lejos del mensaje que culpaba a la auxiliar del contagio
A continuación, la ministra se ha remitido a los protocolos elaborados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y ha negado que haya sido apartada de la gestión de la crisis al relatar sus dos ruedas de prensa, sus reuniones con los grupos parlamentarios y las comunidades autónomas la pasada semana y en esta sus comparecencias en el Senado y el Congreso entre el miércoles y el jueves.
Según ha explicado su objetivo es "la máxima transparencia", no ha hecho autocrítica y ha asegurado que España ha mejorado los protocolos por encima de los niveles que tienen ahora en Europa y los que recomienda la OMS. Mato se ha esforzado en lanzar mensajes de reconocimiento a la labor de los sanitarios y, especialmente, de Teresa Romero, muy lejos del mensaje que culpaba a la auxiliar del contagio.
En su relato, ha incluido la defensa del traslado a España de dos misioneros contagiados en África para decir que lo hizo con la "convicción absoluta de que no había riesgo para la población". Las senadoras socialistas María Chivite, Mónica Aliñana y Josep Maldonado (CiU) han criticado los efectos de los recortes en la Sanidad, la cadena de errores y la falta de seguridad aportada por las comparecencias de la ministra.
"Son ustedes un factor más de riesgo y los ciudadanos no pueden estar en esta situación", ha asegurado Chivite, portavoz socialista en el Senado. Mato ha respondido pidiendo "seriedad y rigor".
Este miércoles será Pedro Sánchez, líder del PSOE, el que pregunte a Mariano Rajoy en el Congreso. El presidente solo responderá de forma muy breve porque el PP bloqueó con su mayoría absoluta en la Mesa del Congreso la petición de todos los grupos para que el que comparezca sea él, como responsable máximo del Ejecutivo para dar cuenta de la gestión del conjunto del Gobierno.
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