Desinformación y tranquilidad en el hospital de Alcorcón
Personal y pacientes no hablan de otra cosa, pero el centro no aporta nuevos datos
María sale nerviosa y confusa del hospital universitario de Alcorcón. Ha llegado en la tarde de este lunes al edificio para visitar a un familiar, pero no ha podido verlo. Su hermana, de 78 años, empezó a vomitar y ha sido ingresada de urgencias en este complejo sanitario, adonde ha llegado la auxiliar de enfermería infectada por el virus del ébola. “Hemos venido a visitar a mi hermana, pero cuando estábamos llegando a la zona nos han dicho que allí no podíamos estar y que nos saliéramos”, relata en la entrada del centro hospitalario.
En ese punto, precisamente, se han acumulado periodistas y cámaras de televisión a lo largo de las horas. De puertas para dentro los pasillos del hospital se mostraban tranquilos, aunque la noticia del contagio saltaba de corrillo a corrillo. “A los trabajadores que se encuentran ahora allí no les están diciendo nada”, subrayan fuentes médicas. A los pacientes, según repiten en el hospital, tampoco. “Nada, nada, no me han informado de nada. Tengo a mi marido ingresado y ha sido mi hija quien me lo ha dicho, quien me ha llamado para preguntarme cómo estaba y me lo ha contado”, añade una mujer sexagenaria a la salida del centro.
Desinformación y tranquilidad han sido las dos palabras más repetidas por pacientes y familiares que abandonaban el complejo hospitalario, donde ha caído la noche a la espera del traslado de la infectada al hospital Carlos III de Madrid. Allí, donde se atendió a los dos misioneros fallecidos por la enfermedad, la auxiliar de enfermería trató al religioso Manuel García Viejo. Este murió a finales del mes pasado. “La mujer llevaba casi una semana con fiebre, en cuarentena en su casa y en contacto telefónico con el Carlos III”, destacan fuentes médicas, que hacen hincapié en que tras el ingreso de esta mañana por urgencias, el personal sanitario ha activado el protocolo por urgencia y ha extraído muestras para enviarlas al laboratorio de Majadahonda, donde hay un centro especializado para su análisis.
Trabajadores del hospital han explicado este lunes que, después de conocerse la repatriación del primer infectado por ébola, recibieron información sobre el protocolo a seguir en caso de detectar otro contagio. “Nos mandaron emails desde el servicio médico preventivo detallando síntomas y paso a dar. También ofrecieron una charla al conjunto del hospital”, recalcan fuentes médicas.
“Según estaba previsto, a las seis decidían si subían a mi hermana a planta o le daban el alta. Pero han pasado ya dos horas y no nos dan información ni hemos podido verla”, continúa María, que explica que su familiar se encontraba de visita en Alcorcón, en su casa, cuando se empezó a sentir mal. “Todo se ha retrasado, sentencia señalando al hospital ante s de apostarse a las puertas del centro sanitario a la espera de noticias.
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