De alcaldes estrella a estrellados
La corrupción y el difícil escenario político fuerzan abandonos de la carrera por las municipales
Acorralados por la corrupción, agotados por el fin de un ciclo, la falta de apoyos de su partido o por simples cuestiones personales, un puñado de alcaldes de las principales ciudades españolas han comenzado a tirar la toalla y no optarán a la reelección en 2015. El escenario electoral al que se enfrentan los 8.116 regidores españoles tras el tsunami causado por los comicios europeos es un frío telón de fondo en una batalla que amenaza con pulverizar buena parte de las 6.530 mayorías absolutas actuales.
Ana Botella (PP) parece haber dado el pistoletazo de salida a las renuncias en cascada. Sin el respaldo de su partido y con las encuestas claramente en contra por una gestión municipal muy cuestionada, el abandono de Botella abre una etapa de incertidumbre e indisimuladas luchas internas para optar a la principal plaza del país.
Otro alcalde de una gran ciudad que no repetirá —aunque como Botella, agotará este mandato— es el socialista Juan Alberto Belloch. Lleva 11 años como regidor de Zaragoza y hasta el pasado jueves evitó dejar claras sus intenciones. Durante su mandato se recuperó el tranvía y se puso en marcha la Exposición de 2008, cuyas inversiones fueron muy cuestionadas por el Tribunal de Cuentas, pero lo que realmente ha hecho mella en su voluntad de continuar han sido las circunstancias políticas. Belloch gobernaba con los apoyos de IU y CHA —el PP sacó el mayor número de concejales en las últimas elecciones—, y no escondía que sus relaciones con el aparato del partido no eran buenas. De hecho, ligó su continuidad a lo que ocurriese tras la renuncia de Rubalcaba, informa Concha Monserrat.
En Asturias su compañera de partido Pilar Varela, alcaldesa de Avilés, tampoco repetirá en mayo de 2015, aunque no descarta seguir en política. Cree que 16 años en el Ayuntamiento como edil y siete de regidora son suficientes. “No es una cuestión de no tener fuerzas, sino de cerrar un ciclo”, aseguró en su despedida. Varela está imputada por supuestas irregularidades en las facturas del Centro Cultural Óscar Niemeyer en un procedimiento judicial que se inició tras una denuncia presentada por ella misma. “Mi renuncia no tiene nada que ver con eso, confío en que voy a ser desimputada”, aseguró visiblemente emocionada.
José María Fraile, alcalde socialista de Parla desde 2008 acosado por la justicia, ha tomado el mismo camino. Está procesado por dos delitos de prevaricación administrativa y un delito de desobediencia por la destitución del jefe de la Policía Local en 2009. Aunque él esgrime “razones personales”, el mensaje del secretario general de su partido, Pedro Sánchez, ha sido determinante: “En el momento en el que se abra juicio oral a un político socialista tendrá que asumir responsabilidades políticas y dimitir”. Otros casos, como el de Sonia Castedo (PP) en Alicante, son más delicados. La alcaldesa que acumula una doble imputación judicial no solo no piensa dimitir, sino que desafía las presiones de su propio partido al asegurar que los verá “a todos pasar”.
En Andalucía se espera que la práctica totalidad de los alcaldes de las capitales opten a la reelección, al igual que en Cataluña con la excepción del alcalde de Sabadell, el dimitido Manuel Bustos (PSC), que dejó el cargo a principios de este año imputado en la trama de corrupción urbanística de la Operación Mercurio. En Galicia las incógnitas estaban en Lugo y Ourense. En el primer caso, el socialista Xosé López Orozco finalmente optará a su quinto mandato pese a su imputación en la Operació Pokémon. En Ourense Agustín Fernández (PSOE), también imputado, desiste de la carrera municipal. En Calvià, la segunda ciudad de Mallorca, Manuel Onieva (PP) no repetirá por “razones personales” y el de La Laguna, Fernando Clavijo, optará a la presidencia de la comunidad por Coalición Canaria.
Además de estos anuncios hay otros regidores que no podrían presentarse aunque todavía no lo han anunciado. Es el caso del balear, Mateo Isern, que se estrenó en 2011 con mayoría absoluta. Quiere repetir, pero no cuenta con apoyo de su grupo municipal ni del presidente, José Ramón Bauzá. Y este ha dejado en manos de las juntas locales la elección de candidato, excluyendo un proceso de primarias. Otra de las grandes incógnitas está en Santander. Su alcalde, Íñigo de la Serna, actual presidente de la FEMP, gobierna con mayoría absoluta desde hace ocho años pero podría anunciar la semana que viene su retirada de la vida municipal.
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