Sánchez vaticina que la recuperación económica “se va a esfumar”

Un día antes de la llegada de Angela Merkel a Santiago de Compostela para su cumbre con Mariano Rajoy, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha desplazado a la capital gallega para lanzar a los dos líderes el mensaje de que la "política conservadora" vigente en la Unión Europea (UE) está siendo "un fracaso".  Si no se produce un cambio de la estrategia económica en la zona euro, Sánchez vaticina que no solo no se cumplirá la afirmación de Rajoy de que "la recuperación económica ha venido para quedarse" sino que ocurrirá, según él, exactamente lo contrario. "La débil recuperación se esfumará rápidamente en los próximos meses", ha vaticinado el máximo dirigente socialista, que ha presentado una decálogo de propuestas para dar un giro a la politica europea.

El líder de la oposición cree que todos los datos apuntan a esa nuevo retroceso de la economía. Por un lado, el "estancamiento de las economías principales de la zona euro, Alemania, Francia e Italia", un paro que "se cuenta por millones", una "desigualdad creciente" y, en el caso de España, un flujo de crédito "en mínimos históricos" y  una deuda pública que ha superado el billón de euros. "Los conservadores están perpetuando la crisis", ha sentenciado Sánchez, para quien el problema no es solo económico porque se trata de "una crisis de crecimiento y de liderazgo".  Y con la consecuencia añadida, ha subrayado, de que "el esfuerzo está siendo desigual, porque castiga a los trabajadores y a las clases medias". De ahí que el nuevo dirigente del PSOE haya trasladado un mensaje a Merkel y a Rajoy: "No se puede construir España y Europa contra los ciudadanos".

La comparación de la situación en Europa con la de Estados Unidos, donde el presidente Obama lleva ya años aplicando políticas de estímulo, ha servido a Sánchez para remachar sus argumentos. Desde que el PP llegó al Gobierno en España, a finales de 2011, ha reseñado el secretario general del PSOE, la economía norteamericana ha crecido un 5% mientras la europea se contraía un 0,4% y la española un 1,2%.

El motivo principal de la visita a Santiago era emplazar a Rajoy a que interceda ante Merkel para que Europa cambie de rumbo. Sánchez ha criticado, sin embargo, la actitud del presidente del Gobierno, en quien intuye que su única preocupación ante la cumbre hispano-alemana es "cómo colocar en las instituciones europeas a Cañete [Miguel Arias] y De Guindos [Luis]". El primero, cabeza de lista del PP a las últimas elecciones europeas, aspira a una comisaría en Bruselas y el segundo a presidir el grupo de ministros de finanzas de los países del euro.

El decálogo de Sánchez se resume en una paquete de estímulos económicos para reorientar de forma drástica las políticas en Europa y que conllevaría un "pacto por la competitividad, el trabajo y la cohesión social semejante al logrado tras la Segunda Guerra Mundial". El líder socialista ha detallado sus diez propuestas: cambiar los objetivos del Banco Central Europeo para que, además de la estabilidad de precios, se fije la meta del pleno empleo; crear un "verdadero mercado europeo de trabajo"; ampliar el alcance del plan de empleo juvenil de la UE, diseñado para los menores de 25 años, hasta los 30 años; un plan para aumentar el tamaño de las pymes; un proyecto continental de reindustrialización; una nueva política energética; un programa de inversión en infraestructuras; consolidar una unión bancaria que "acabe con las desventajas de las empresas españolas para financiarse"; una política fiscal común que incluya una ofensiva para acabar con los paraísos fiscales y, por último,  la depreciación del euro para mejorar la competitividad de las empresas. "No puede ser que Europa tenga el crecimiento más débil y la divisa más fuerte", ha subrayado respecto a este último punto.

En una comparecencia ante la prensa en la sede del PSdeG-PSOE, Sánchez no ha querido extenderse sobre la reforma electoral propuesta por el Gobierno para que en las elecciones municipales se conceda la alcaldía a la lista más votada. Se ha limitado a desdeñar las declaraciones de dirigentes del PP en el sentido de que continuarán adelante con la reforma aunque no haya consenso y a reclamar que sea el propio Rajoy el que se pronuncie públicamente. Y ha insinuado que los populares han lanzado la propuesta acuciados por conflictos en su partido: "El PP confunde la regeneración democrática con solucionar sus propios problemas internos".