Sánchez ofrecerá al PP su rechazo a la consulta pero pedirá reformas

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va a encontrar a un interlocutor “leal y confiable” en el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Esta será la primera apreciación que Sánchez dirija a Rajoy el próximo lunes a las cinco de la tarde, cuando acudirá a la entrevista a la que le ha convocado el jefe del Ejecutivo. Lealtad, confianza, pero acuerdos probablemente muy pocos. Así lo confirman personas del entorno del futuro secretario general en una primera aproximación al contenido de este encuentro.

Cataluña será el primer asunto que Pedro Sánchez exponga a su interlocutor aunque por respeto aguardará a que el presidente le diga el formato de esa reunión; si se trata de que el presidente le pregunte su posición sobre diversos temas o si Sánchez arranca con la agenda que quiere plantear al jefe del Gobierno. No va a encontrar diferencias Rajoy en esta materia con lo mucho hablado con Alfredo Pérez Rubalcaba, que dejará de ser secretario general el próximo sábado cuando los delegados al congreso extraordinario del PSOE voten a Sánchez y avalen a los militantes que le dieron la victoria.

Los socialistas mantienen la llamada Declaración de Granada, suscrita el 6 de julio de 2013, en la que todos los socialistas, incluido el PSC, aprobaron impulsar la reforma de la Constitución para llegar a una España federal. “Para la convivencia territorial no hay más posibilidades que llevar a cabo esta reforma en la que todas las comunidades autónomas tengan fijadas sus competencias y se reconozca a las históricas, desde luego Cataluña, su identidad y su singularidad”, señalan estos interlocutores.

Hasta ahora, el PP y el Gobierno se han opuesto públicamente a esta reforma constitucional con el argumento de que no hay acuerdo suficiente para abordar una empresa de tanta envergadura. Ante este argumento, Pedro Sánchez pedirá al presidente que no cierre las puertas a la reforma por falta de consenso cuando lo primero es reunirse y hablar para establecer un diagnóstico y comprobar en qué puede haber pactos.

No irá totalmente en blanco el nuevo líder del PSOE respecto a cómo es Mariano Rajoy en una conversación privada. Su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, le va a ilustrar de todo lo que le pueda servir a Sánchez. El político saliente y el presidente del Gobierno han establecido una relación de “mutua lealtad” que es la que querría tener Sánchez si es posible a pesar de las muchas discrepancias que se adivinan.

Juntos estarán, Gobierno y PSOE, en el no a la consulta soberanista del 9 de noviembre, pero “en el inmovilismo”, que el PSOE atribuye al Gobierno, no se encontrarán.

Tampoco apoyará el PSOE una reforma para la elección directa de alcalde, señalan interlocutores

El abismo es total entre uno y otro por haber consentido el primero el cambio del Estatuto de Castilla-La Mancha con una reforma que impide el acceso a las minorías, pero, sobre todo, pone muy difícil al PSOE alcanzar alguna vez el Gobierno con el reparto de escaños provincial que plantea el Gobierno de Dolores de Cospedal. Tampoco apoyará el PSOE una reforma para la elección directa de alcalde porque “la regeneración democrática no es resolver los problemas del PP”, señalan los interlocutores que conocen el planteamiento que Sánchez llevará a Rajoy.

En el terreno de los noes también incluirá la reforma de la Ley del Aborto. A pocas semanas de que el Gobierno diga que la va a aprobar el nuevo líder socialista pedirá a Rajoy que no lo haga, que deje la ley como está.

De alternativas económicas le hablará Sánchez para informarle de que en el nuevo periodo de sesiones habrá iniciativas parlamentarias en línea muy diferente de la política fiscal del Gobierno así como a las leyes laborales. Le preguntará si tiene intención de seguir tocando la reforma laboral. El PSOE se opondrá rotundamente.

Las expectativas de lo que pueda sacar en claro en esta reunión son moderadas al entrar en un periodo casi electoral, con las municipales y autonómicas en el horizonte de mayo de 2015.