Fernández Díaz: “Aunque Rajoy quisiera, no podría aceptar el referéndum”
El ministro del Interior reitera que no se va a celebrar la consulta soberanista en Cataluña
El ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, ha recordado hoy que "lo que empieza mal, acaba mal". Sus palabras han sido un mensaje claro a Artur Mas, que el martes ofreció al Gobierno negociar la pregunta y la fecha de la consulta soberanista en Cataluña. "La unidad de España es algo sobre lo que deben decidir todos los españoles. Aunque el presidente del Gobierno quisiera, que no quiere, no podría aceptar ese referéndum. Es evidente que no se va a celebrar". El ministro ha criticado que en una Europa donde "el verbo que se conjuga es unir", se proponga una alternativa que va "en contra de la historia, del sentido común y de los intereses de Cataluña y de toda España".
Fernández Díaz, que ha viajado hasta Santander para inaugurar un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha lamentado la "fractura interna" que el debate soberanista ha generado en la sociedad catalana y la "división" que existe entre Cataluña y el resto de España. "Un gobernante tiene que procurar ser parte de la solución, no el principal problema", ha apuntado.
Al ser preguntado si se van a investigar los mensajes intimidantes que ha recibido Podemos en Twitter, el ministro ha destacado la labor de las fuerzas de seguridad en este terreno y ha asegurado que estos casos se investigan al margen de la ideología que se sienta agredida. "Las amenazas, la apología de la violencia y la incitación al odio están tipificados como delitos, con independencia del medio por el que se vinculen esas conductas. Las redes sociales no pueden ser un espacio de impunidad ajeno al cumplimiento de la ley".
Fernández Díaz también ha hecho alusión a ETA. Los mediadores en el proceso del final de la banda terrorista —Jonathan Powell, ex jefe de gabinete de Tony Blair, y Martin McGuinnes, viceprimer ministro de Irlanda del Norte y líder del Sinn Fein— viajaron ayer a Bilbao para reunirse con representantes del PNV, PSC y Sortu. El Partido Popular no quiso recibirlos. "Mientras ETA no se disuelva, es una organización que está viva. Si quieren entregar las armas más allá de la pantomima que hicieron hace unos meses lo tienen muy fácil: que digan dónde tienen su arsenal. Con la policía, la Guardia Civil y la estrechísima ayuda de las autoridades francesas, nos bastamos y nos sobramos para verificar que efectivamente han entregado las armas", ha remachado el ministro.
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