Abren la primera fosa de Mallorca con asesinados del 36
La sepultura, en Sant Joan, acoge a tres agricultores republicanos fusilados por falangistas
La Memoria Histórica da un primer paso, tardío, en Mallorca. Se efectuará la primera exhumación de una de las más de treinta fosas identificadas con víctimas de asesinatos fascistas a raíz del golpe de Franco de 1936.
Tres agricultores del pueblo de Maria, Mallorca, en octubre del 36, aparecieron muertos en el interior de un pozo en son Fred, en el centro de la isla. Tres días antes una partida de fascistas vecinos suyos, los habían detenido, trasladado al local de Falange. Una noche les hicieron andar hacia Palma y fueron ametrallados, de camino, en las cuestas de Puntiró. Llorenç ‘Llebro’ apretó el gatillo del arma automática, según el testimonio de tres fugados. Una víctima clamó "!Hombre no me matéis!".
En un carro los cadáveres fueron trasladados al ayuntamiento de sant Joan y se les practicó la autopsia. El juez local los inscribió en el libro de registro de difuntos como desconocidos. Como tales sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común del pequeño cementerio de sant Joan.
Tres meses después del crimen, el 28 de diciembre, las tres víctimas fueron identificadas -sobre el papel- por sus parientes. Eran Miquel Salom, Joan Gual y Jaume Gual, labradores en la cuarentena, pertenecían a Esquerra Republicana y al sindicato UGT. Allí siguen. Plantas y hierbas cubren la tierra común de cementerio donde yacen en el anonimato.
La búsqueda y recuperación de los restos de estos tres republicanos ‘desaparecidos’ se iniciará el próximo lunes, día 16 de junio, en la que será la apertura de la primera fosa de Mallorca. La alcaldesa Maria Gaià, de la Asssamblea de Sant Joan, la primera autoridad progresista del municipio desde la República, ha publicado un edicto ordenando la apertura de las tumbas. Gaià, maestra de escuela, gobierna gracias al apoyo del PP con quien alternó el cargo. El partido conservador no discrepa en este caso.
La asociación Memoria de Mallorca impulsa la acción de recuperación de los restos. Los trabajos los supervisará Cristina Riuete, arqueóloga forense que trabaja en el museo de Son Fornés de Montuïri y en el departamento de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los trabajos de identificación se supone, inicialmente, que podrán ser sencillos dado la existencia de la descripción de la autopsia y la inscripción en los libros de registros. Los registros de ADN se podrán contrastar con los familiares y descendientes.
Más de 1.500 personas desaparecieron en Mallorca donde triunfó de inmediato la rebelión contra la República. Existió represión golpista y 20 días de episodios de combate bélico en el puerto de Manacor por el desembarco frustrado de tropas republicanas del capitán Bayo.
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