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La investigación del ‘caso Cervera’ concluye apuntando al exdiputado

El juez aprecia en su actuación un posible delito de chantaje al expresidente de Caja Navarra

Santiago Cervera, en una imagen de archivo.
Santiago Cervera, en una imagen de archivo.ÁLVARO GARCÍA

El titular del juzgado de instrucción número 1 de Pamplona, Fermín Otamendi, ha cerrado, tras un año y cuatro meses, la investigación del chantaje al expresidente de Caja Navarra, José Antonio Asiaín. El magistrado aprecia “indicios razonables de criminalidad” contra el exdiputado del PP, Santiago Cervera, único imputado en la causa. Califica los hechos como un posible delito de chantaje, que se pena entre cuatro meses y dos años de prisión. Da 10 días a las partes personadas en el caso para solicitar el sobreseimiento de la causa o la apertura de juicio oral, que de mantenerse la calificación se realizaría por procedimiento abreviado en un juzgado de lo Penal.

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El caso se remonta a la mañana del 9 de diciembre de 2012 cuando Santiago Cervera era secretario de la Mesa del Congreso y fue arrestado al acudir a recoger un sobre oculto en una rendija de la muralla de Pamplona. El paquete era un señuelo que la Guardia Civil había colocado después de que el entonces presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiaín, denunciara, tres días antes, que un correo electrónico anónimo le conminaba a colocar en esa rendija 25.000 euros a cambio de no revelar la relación que el despacho de abogados de su hijo mantenía con la entidad que él presidía. Al ser detenido, Cervera dijo ser víctima de una trampa que, mediante otro correo, le había citado en ese mismo punto para recoger “información relevante” sobre Caja Navarra.

En el auto comunicado hoy, el juez Otamendi relata al menos 10 indicios que le llevan hacia la autoría por parte de Cervera del delito de chantaje. Entre ellos señala la inverosimilitud de la teoría de la trampa porque “depende de tantas variables absolutamente incontrolables que resulta prácticamente imposible de admitir”. Además, señala el magistrado que durante el año y cuatro meses de instrucción Cervera “no ha dado una explicación razonable y verosímil a las cuestiones fundamentales que justificarían su teoría de la trampa: quiénes se la tendieron, cómo se la tendieron, por qué se la tendieron, para qué se la tendieron, quién ha ganado con todo esto y qué se ha ganado”.

En su escrito, el juez Otamendi recuerda que Cervera es detenido cuando acude a recoger el cebo “en el lugar y tiempo indicado por el chantajeador” y que su actitud entonces no es “la esperable en alguien que ha sufrido una trampa y además es miembro del Congreso de los Diputados”. Cuando el responsable del operativo le preguntó si sabía por qué le detenían respondió que sí y que ello era “un arma letal” para su carrera política.

La rendija de la muralla de Pamplona en la que la Guardia Civil metió el sobre que recogió Cervera.
La rendija de la muralla de Pamplona en la que la Guardia Civil metió el sobre que recogió Cervera.LUIS AZANZA
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El magistrado también destaca los dos informes periciales lingüísticos que apuntan “con alta probabilidad” que el exdiputado sea el autor del correo recibido por Asiaín. Asimismo, añade que la situación económica de Cervera le lleva a no descartar que “tuviera realmente un móvil económico”. En diciembre de 2012 sus ingresos como miembro de la Mesa del Congreso rondaban los 6.000 euros mensuales pero su patrimonio se mantenía en un coche y sus ahorros no llegaban a los 40.000 euros de un préstamo que le había concedido meses antes el Banco Santander.

Para el juez Otamendi no es tampoco descartable que el correo que Cervera recibió diez días antes de ser arrestado se lo “mandara a sí mismo para, en caso de ser descubierto, poder usarlo para justificar su actuación”. La investigación no ha logrado saber de dónde salió ni ese ni el correo que recibió Asiaín, cuya pista se pierde en Hong Kong.

La acusación particular, que ejerce el abogado Javier Asiaín, considera “satisfactoria” la decisión comunicada por el instructor. Asiaín recalca que la instrucción “ha sido exhaustiva” y que su único objetivo es “llegar a la verdad y saber quién chantajeó a José Antonio Asiaín”.

Por su parte, el abogado de Cervera, Sergio Gómez, coincide con Asiaín en destacar la exhaustividad de la investigación pero afirma que “no solo no se ha podido relacionar al señor Cervera con la autoría de los hechos, sino que ni siquiera se puede avanzar una hipótesis de cómo sucedieron”. Gómez avanza que recurrirán ante la Audiencia Provincial de Navarra para solicitar el archivo provisional de la causa. Asimismo, Gómez califica de “aberrante” que el hecho de que Cervera no explique su teoría de la trampa pueda convertirse en un indicio contra él.

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