Cospedal carga contra las “intrigas” internas y destapa tensiones en el PP

La batalla sigue abierta. Y María Dolores de Cospedal demostró ayer que no renuncia al enfrentamiento interno y que incluso está dispuesta a avivarlo.

La secretaria general del PP admitió en una entrevista en Telecinco que existen “intrigas” y, aunque lo hizo para revolverse contra ellas, vino a reconocer tensiones y una lucha de poder cuyo último episodio fue, hace una semana, su clara desautorización con la designación de Juan Manuel Moreno para dirigir el partido en Andalucía. Negó “desencuentros” con Mariano Rajoy, así como con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, o Javier Arenas, pero se desvinculó de una parte del partido al recordar que no trabaja para algunos dirigentes.

La número dos de la formación se situó también, sin ser preguntada al respecto, en un escenario de cuestionamiento interno, y lo hizo recurriendo a la figura del líder del PSOE. “Fíjese que el señor Rubalcaba ha perdido, según dicen, muchas elecciones en su partido, en muchos congresos regionales, y nadie ha dicho que se tuviera que ir en no sé cuantos años”. Cospedal fue al programa de Ana Rosa, según se interpreta en el PP, para contestar a los golpes del sector más crítico en uno de sus momentos más delicados. “Es evidente que ha sido un revés. Mientras Rajoy seguía esperando, ella decidió moverse y le salió mal”, resume un dirigente nacional en relación con el apoyo ofrecido en privado al todavía secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, en contra del candidato de Santamaría y Arenas, con quien ayer aún no había hablado. “Todavía no he tenido la oportunidad”, dijo.

En el partido hay quien recuerda, además, que empleó ayer el verbo “perder” sin que nadie se lo pidiera. Y, a pesar de que el número tres de los populares, Carlos Floriano, rechazó horas después el término “desautorización”, fue la propia Cospedal quien reconoció un choque con algunos sectores. “Yo creo que estoy cumpliendo humildemente con mi responsabilidad... aunque lo haga tan mal según algunos”, consideró antes de dejar clara su posición: “No tengo la obligación de trabajar para determinados dirigentes, yo trabajo para la militancia de mi partido y ese es mi orgullo”. Pero fue más allá al defender su gestión del caso Bárcenas, abiertamente criticada por varios cargos, al asegurar que “la secretaria general del PP ha estado ahí”, cuando “muy poca gente más ha estado ahí”.

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Mientras la secretaria general hacía saber que está dispuesta a mantener el pulso, el propio Moreno trataba de rebajar las tensiones en una entrevista en la cadena SER al negar un “desencuentro” con ella, aunque calificó al PP de partido “absolutamente heterogéneo, plural y muy poliédrico” con distintas “sensibilidades, gustos y apetencias”. El futuro barón popular mantuvo que decidió presentar su candidatura de forma autónoma y que pronto se reunirá con ella. Mientras tanto, nadie en la cúpula quiere explicar abiertamente por qué no hablaron. “La secretaria general habla con Juanma Moreno cuando es necesario y cuando se puede... Tienen mucho trabajo”, se limitó a responder Floriano, quien tampoco estuvo en condiciones de confirmar que Cospedal participará en el congreso del PP andaluz que aupará a Moreno. “Esa es una pregunta para la comisión organizadora”, respondió.