El hijo de un secuestrado por ETA, liberado en Túnez de un ‘narcorrapto’

Faustino Orbegozo Gaztañaga, hijo de un industrial secuestrado por ETA en 1982, fue liberado esta mañana por el Ejército y la policía de Túnez, cerca de la frontera con Argelia, donde había sido raptado junto con un ciudadano colombiano, Eutimio de Jesús Pino Álvarez, por una banda de narcotraficantes. El secuestro había sido denunciado por la familia de los dos rehenes, después de que los captores ya hubieran pedido rescate por ellos. Un equipo del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, desplazado al país magrebí hace una semana, ha colaborado en la liberación de ambos.

Orbegozo, de 65 años y con domicilio en San Sebastián, tiene antecedentes por narcotráfico, ya que ha sido condenado en varias ocasiones por tráfico de cocaína. En 1988, por ejemplo, le fueron incautados en su coche 30 kilos de cocaína cuando iba a viajar de Bilbao a Barcelona, lo que le supuso una pena de 12 de años de cárcel. Más recientemente, en 2009, fue condenado a nueve años tras haber sido detenido durante la en una operación de 2005, en la que la policía se incautó de 459 kilos de cocaína, que supuestamente era propiedad de paramilitares colombianos. Las primeras informaciones apuntan a que el secuestro precisamente con una banda de narcotraficantes estaría vinculado con el tráfico de drogas.

El secuestro había sido denunciado por los familiares de las dos víctimas en la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, dado que el colombiano, de 55 años, que acompañaba a Orbegozo reside en la localidad madrileña de Tres Cantos. Hacía ya dos meses que la familia no tenía noticia sobre el paradero de ambos, pero hace una semana los secuestradores contactaron con para exigir un rescate de 150.000 euros por cada uno de ellos.

El padre de Orbegozo, Saturnino Orbegozo Izaguirre fue secuestrado en la mañana del domingo 14 de noviembre de 1982 por dos jóvenes de ETA político-militar en la localidad de Zumárraga (Gipuzkoa), cuando salía de misa. Tras 46 días de cautiverio, el 30 de diciembre de 1982, un sargento y seis números liberaron al industrial en una choza de Donamaría (Navarra).