_
_
_
_

Tráfico dará prioridad a los radares móviles y no comprará ninguno fijo

El objetivo es vigilar mejor las carreteras secundarias, que tienen mayores índices de siniestralidad, según la directora de la DGT, María Seguí

La directora general de Tráfico, María Seguí, ha asegurado este martes que su departamento dará prioridad al control de la velocidad con radares móviles en las carreteras secundarias y no adquirirá ninguno fijo porque cree que ya son suficientes los instalados en autovías y autopistas.

Seguí, que ha comparecido en la comisión de Interior del Congreso para explicar los presupuestos de su departamento para el próximo año, ha querido dejar claro que el "afán" de la Dirección General de Tráfico (DGT) no es sancionar más, sino ser más eficaz en la gestión de lo recaudado y de la colocación de radares en las vías secundarias.

Con más extensión y mayores índices de siniestralidad, las carreteras convencionales estarán más vigiladas ya que, según Seguí, la tendencia en el control de la velocidad será hacia radares móviles para cubrir esas vías, mientras que no se comprará ningún fijo más, aunque se invertirá en el mantenimiento de los actuales.

El presupuesto de la DGT asciende a 847 millones de euros, si bien la partida en materia de seguridad vial será para el próximo año de 711 millones tras destinar más de 130 millones a otros departamentos. Una cuantía "muy similar" al presupuesto de este año, que se dedicará en su mayoría a gastos de personal y que incluirá algunas partidas para gestión telemática de algunos trámites o proyectos de investigación, una novedad que ha resaltado la directora de Tráfico, para los que se destinarán 1,5 millones. Se trata de financiar trabajos de investigación en seguridad vial, para los que habrá convocatoria pública de ayudas dentro del ámbito de la ley de subvenciones.

Otra de las partidas, 1,2 millones de euros, irá destinada a la compra de los dispositivos para la detección del consumo de drogas al volante a través de una prueba de saliva.

Actualmente, se realizan un millón de test anuales de ese tipo frente a los seis millones de pruebas de alcoholemia, aunque la DGT quiere que poco a poco ambas se vayan equiparando con el objetivo de cumplir uno de los ejes prioritarios del departamento, tolerancia cero con el alcohol y las drogas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_