España deja Qala-i-Naw: “Esta tierra ha sido regada con sangre de compatriotas”
El ministro de Defensa ha presidido el acto de transferencia de la base al Ejército afgano Los soldados llegaron hace ocho años a la provincia afgana de Badghis
La bandera afgana ya ondea en la base Ruy González de Clavijo, en Qala-i-Naw (Afganistán). A las once de la mañana (las ocho y media, en España) de este miércoles, se han arriado las banderas española y de la OTAN y la base, inaugurada en 2010, ha sido transferida al Ejército Nacional Afgano en un acto presidido por el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, junto al gobernador de la provincia de Badghis, Ahmadullah Alizahi. “Los lazos que se han creado entre nuestras dos naciones son y serán fuertes porque esta tierra ha sido regada por la sangre y el sudor de nuestros compatriotas”, ha señalado Morenés, en un emotivo discurso en el que ha recordado a los 100 fallecidos -98 militares españoles y dos intérpretes, uno de ellos afgano- en los casi 12 años de misión española en Afganistán.
Sobre la base de Qala-i-Naw caía un sol de 39 grados en mitad de un desierto polvoriento rodeado de montañas. De los más de mil militares que ha llegado a albergar la base de Qala-i-Naw, solo 329 aguardaban la llegada del titular de Defensa. Pero la base ya parecía fantasmagórica, sin apenas movimiento, más allá del brazo en alto en señal de victoria que algún militar afgano ha dedicado a las cámaras presentes. Ningún civil afgano, aparte de las autoridades locales, estaba allí para decir adiós a las tropas españolas.
Y este jueves ya no habrá ningún español en Badghis. Alrededor de 170 partirán este mismo miércoles en avión, tras la marcha de Morenés. El resto, 150, viajarán más tarde, de madrugada, por tierra hasta Herat en un convoy, el dromedario Último Infante, integrado por 37 vehículos militares y 12 civiles.
El repliegue de Qala-i-Naw “es la operación logística más importante de los últimos años” de las Fuerzas Armadas Españolas, según han reconocido fuentes de Defensa por el volumen del repliegue y la dificultad de extraer el material en “una isla en el terreno sin salida al mar”. La operación, que costará 24 millones de euros, permitirá repatriar 4.285 toneladas de material, valoradas en 310 millones de euros. Hasta el momento, se ha efectuado el 30% del repliegue, y el resto deberá concluir antes de que finalice el año.
España ha invertido 55 millones de euros en la provincia de Badghis
Desde el pasado junio, un total de 13 convoyes, denominados dromedarios, han realizado la ruta por tierra entre Qala-i-Naw y Herat, un “penoso” recorrido de 150 kilómetros con fuertes cambios de altitud de -800 metros a la salida de Qala-i-Naw a 2.300 en el paso de Sabzak- y que puede extenderse de 12 a 24 horas. Helicópteros tigre han acompañado a los convoyes para hacer frente a posibles hostigamientos. No obstante, según Defensa “ha habido muy pocos incidentes”. Solo en uno de los convoyes se detectaron dos artefactos explosivos que habían sido colocados en la ruta. “Pero los helicópteros no han tenido que abrir fuego porque su sola presencia ha disuadido los ataques”, han explicado fuentes de Defensa.
Una vez en Herat, el material viajará por cuatro vías a España: por vuelos directos –el material más delicado y valioso-, y por las vías de Azeirbayán y Georgia, la línea de Emiratos Árabes Unidos y la de Pakistán –“una tortura por los retrasos aunque no se ha perdido ningún convoy”, señalan fuentes de Defensa.
Tras el repliegue de las fuerzas españolas de Badghis, la seguridad de la provincia será responsabilidad de la 3ª Brigada del 207 Cuerpo del Ejército Afgano, bajo el mando del general Dawood Wadar, que ha calificado el día del traspaso de la base de “glorioso” e “histórico”. “Ha comenzado una nueva andadura bajo nuestra responsabilidad”, ha reconocido, al tiempo que ha agradecido el trabajo de los consejeros españoles de seguridad: “nos han adiestrado, nos han forjado y nos han preparado”.
Alrededor de 170 soldados partirán hoy. Los 150 restantes viajarán mañana
Militares, policías y guardias civiles españoles han enseñado al ejército afgano “desde la confección de un estadillo a la planificación de operaciones”, han explicado fuentes de Defensa. Según Morenés, las tropas españolas “han llevado a cabo 28.000 misiones” acompañando y asesorando al ejército afgano. Y así lo han reconocido hoy las autoridades del país asiático. “Se han cumplido todas nuestras ilusiones”, ha dicho emocionado el gobernador de Bagdhis, que ve equiparadas las tropas afganas en la provincia a las españolas en cuanto a preparación. Más modesto ha sido el titular de Defensa español, que ha pedido a los afganos que recuerden a los españoles como unas personas que vinieron “a intentar ayudarles de una manera desinteresada, de acuerdo con sus necesidades y con absoluto respeto a sus creencias”.
En cualquier caso, según han reconocido tanto las autoridades afganas como las españolas, “la provincia de Badghis ya no es lo que era”. De los apenas 100 policías afganos que había en el territorio en 2005, las fuerzas del país asiático han asumido ahora “plenamente el control” y “pueden operar con independencia de la ISAF [la misión de la OTAN en Afganistán]”. Además, España ha invertido de forma directa 55 millones de euros en Badghis, lo que ha permitido a la Agencia Española de Cooperación (AECID) desarrollar desde 2006 programas para mejorar e incrementar la productividad de cultivos, construir siete clínicas básicas rurales y tres institutos de educación secundaria, proporcionar acceso al agua a la población y pavimentar las calles de Qala-i-Naw.
No obstante, el gobernador de Badghis ha reconocido que la responsabilidad de continuar con el desarrollo y la sostenibilidad depende de Afganistán y ha remarcado su compromiso de seguir luchando contra el terrorismo, “cuyas raíces aún no han desaparecido”, y de trabajar por la paz y la estabilidad del país, si bien ha pedido que continúe la colaboración de la comunidad internacional. Pero España, en Badghis, ya puede decir “misión cumplida”.
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