El relevo político de Griñán reabre el debate sobre la sucesión en el PSOE
El líder andaluz justifica su paso atrás en la necesidad de introducir “savia nueva”
La decisión de José Antonio Griñán de no repetir como candidato socialista a la Junta de Andalucía e iniciar de forma inmediata el proceso de sucesión ha reabierto el debate sobre el relevo en la dirección federal del PSOE, dirigida por Alfredo Pérez Rubalcaba. Queriendo o no, el discurso con el que Griñán anunció ayer su renuncia a repetir como aspirante autonómico tuvo varios pasajes que hicieron que las miradas se dirigiesen hacia Rubalcaba. Sobre todo cuando justificó su relevo por la necesidad de que entre “savia nueva” en la política, nuevas caras diferentes a las que hicieron la Transición.
A nadie se le escapó que tanto Griñán, de 67 años, como Rubalcaba, de 61, son dos de los dirigentes del PSOE en activo más representativos de esa generación que sentó las bases de la democracia en España y que han acumulado numerosas responsabilidades políticas a lo largo de su trayectoria. “No puede ser que la sociedad cambie, que los retos cambien, que los problemas sean nuevos y que los dirigentes de un proyecto social, político o económico no sean solidarios con ese cambio. Cualquier oficio se anquilosa y envejece si no se produce a tiempo la incorporación de savia nueva, capaz de recoger el testigo y avanzar en la carrera”, recalcó el presidente andaluz en el debate sobre el estado de la comunidad, que quedó eclipsado por su repentino paso atrás.
Los socialistas quieren elegir al sucesor en julio en unas primarias
Griñán se describió como un político de la Transición que “es ya pasado”, argumento que hiló con su idea de que la persona que esté al frente de la Junta de Andalucía “debe renovarse periódicamente”. Estas reflexiones fueron interpretadas, por miembros de su equipo y otros dirigentes del partido, como una invitación a los políticos de su generación (como Rubalcaba) a seguir su camino y a abrir el relevo a gente más joven. Oficialmente, los colaboradores más estrechos del presidente andaluz rechazaron que sus palabras fueran un mensaje a Rubalcaba, pero uno de los comentarios más oídos en boca de los socialistas andaluces fue: “A ver si aprenden y toman nota en la parte federal”. Desde el entorno de Rubalcaba en la Ejecutiva no se entendió bien este movimiento unilateral de Griñán “porque genera inestabilidad, que es justo lo contrario de lo que ellos [los dirigentes andaluces] nos llevan pidiendo mucho tiempo”.
Griñán dejó para el final de su intervención, de más de una hora de duración, la confirmación de que no optará a la reelección y apuntó la idea de extender a dos la limitación de mandatos. El socialista ha pedido a su partido que apruebe esta limitación para llevarla al Parlamento y que sea una norma que afecte a todas las formaciones.
El anuncio de la retirada de Griñán deja, al menos, tres incógnitas. No se sabe cuándo se va. Tampoco, por qué lo anuncia ahora, teóricamente a tres años vista de unas elecciones autonómicas. Y por qué quiere despejar ya quién será su relevo. La dirección del PSOE andaluz tiene respuesta para todo, menos para la primera cuestión. Los socialistas aseguran que quieren estar preparados para “cualquier eventualidad” ya que desconocen cuánto va a durar la legislatura.
Los socialistas gobiernan en coalición con Izquierda Unida en Andalucía, una cohabitación sin ruido ni grandes conflictos en los 15 meses que llevan de convivencia. Pero, en las últimas 48 horas, el PSOE ha querido trasladar su preocupación de que las negociaciones para la elaboración de los Presupuestos de la comunidad para 2014 pueden ser un campo de batalla que les obligue a adelantar el calendario electoral. “La duración de la legislatura puede ser incierta porque no gobierna con mayoría absoluta y quiere tener todos los escenarios cubiertos”, apuntaron fuentes próximas a Griñán.
Antes del debate de la comunidad, el presidente andaluz tuvo una reunión a puerta cerrada con su grupo parlamentario, al que dijo que “tenía claro” desde hace tiempo que debía provocar su sucesión en clave de relevo generacional. Advirtió también que vienen “tiempos convulsos” para los que “hay que estar preparados”, frase que algunos interpretaron como un posible adelanto electoral en el caso de que haya grandes tropiezos con IU. Y Griñán quiere que su sucesor tenga tiempo para ser conocido.
La consejera de la Presidencia se perfila como candidata oficial
En la decisión de Griñán pesa mucho su apuesta por la renovación y razones familiares. Pero el fraude de los ERE tiene también un espacio. A Griñán, que es inspector de Trabajo, le irrita que lo consideren “el presidente de los ERE”, como de manera insistente lo llama el PP. En el debate posterior, el jefe de la oposición, el popular Juan Ignacio Zoido, insinuó que su decisión se podía deber a que había alguna información judicial que le afectara.
Los socialistas van a poner en marcha ya un proceso de primarias para elegir candidato. La apuesta es una mujer. Se llama Susana Díaz, es consejera de la Presidencia y tiene 38 años. La ejecutiva regional aprobará hoy poner en marcha el sistema, convocará al comité director, su máximo órgano entre congresos, para que antes del 30 de julio la candidata esté nombrada. Díaz cuenta con un apoyo muy mayoritario de los secretarios generales provinciales y los numerosos cuadros del partido. Pero el proceso no será unánime. Aunque el sector crítico está deshilachado y no va a tener margen de maniobra para plantar batalla, dirigentes de este grupo calificaron de “fraude” la convocatoria de primarias con tanta rapidez.
La otra duda que existe es si la dirección federal, que es quien tiene la última palabra, autorizará esas primarias, que en este caso no son obligatorias porque el partido está en el gobierno. Pero la respuesta es que todo está ya hablado: “No hay ninguna instancia de la ejecutiva federal que pueda impedir que Andalucía haga lo que quiere hacer, somos el sostén de Rubalcaba”.
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