Rajoy presume de poder en Bruselas: “A mí no me obligaron a congelar pensiones”

Mariano Rajoy ya no ha vuelto a sacar el concepto de la “soberanía nacional” que exhibió en marzo de 2012 para reivindicar sus decisiones frente a Bruselas. Aquello sentó muy mal a sus socios y además fue inútil porque Bruselas forzó un déficit inferior al que planteaba España. Pero el presidente sigue muy pendiente de un asunto que le inquieta: no dar la sensación de que hace las cosas obligado por Europa, que tiene autonomía. Suele decir que gracias a su gestión España no está en manos de la troika y aún tiene autonomía. Hoy en el Senado Rajoy ha presumido incluso de que él tiene mucha más fuerza en Europa que el anterior jefe del Ejecutivo, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Apretado por Marcelino Iglesias, el portavoz socialista, que le reclamaba que vaya a Bruselas “a decir que no a la reforma de pensiones que plantean y a otras cuestiones”. “Vaya a decirles que va a cumplir su programa electoral, que va a actualizar las pensiones, y le apoyaremos”, insistió Iglesias. Y Rajoy contestó: “Me pide que vaya a Europa a decir que no. Mire, en mayo de 2010 hubo uno [por Zapatero] al que la Comisión Europea le dijo que congelara las pensiones, y las congeló. Y a mí nadie me ha dicho que congele las pensiones porque me he buscado la vida para ello”. El aplauso del grupo del PP era atronador porque ese es el gran mérito que el presidente se atribuye y que los suyos reivindican: haber evitado el rescate y tener así algo de margen.

Rajoy explicó la difícil situación de las pensiones: Desde junio de 2007 hemos perdido más de tres millones de cotizantes, el 17%. Y dijo que sobre el tema de la reforma de las pensiones “aún no hay ninguna decisión tomada” e invitó al PSOE a sumarse a este acuerdo. Sin embargo, parece difícil porque la reforma implicará recortes importantes –aunque hay división en el Ejecutivo sobre su alcance definitivo- y porque los socialistas reprochan al PP que en 2011 no les apoyó cuando hicieron una reforma más suave que la que hay ahora encima de la mesa, en la que se llevó la edad de jubilación a los 67 años pero de forma muy escalonada y pactada con los sindicatos. Ahora el acuerdo con sindicatos y PSOE parece difícil, aunque el Gobierno tiene mucho interés en intentarlo para evitar mayor presión social en un asunto muy delicado.

Lo que tampoco aclaró el presidente es qué hará con el IVA reducido. Si Rajoy va a reformar las pensiones porque se lo exige Bruselas, la Comisión también le reclama que se plantee sacar algunos productos del IVA reducido. Esto es, pasarlos del 10% al 21%. Es lo que pasó con el cine por ejemplo y tiene en armas al sector. Ahora lo que queda es sobre todo turismo: restaurantes, hoteles y similares. Y algunas cosas que se han resistido como las facturas de los registradores de la propiedad, el gremio de Rajoy. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se resiste a subir este IVA porque cree que hundiría el turismo, clave para la recuperación y para el empleo, como se ha visto con las cifras de mayo. Rajoy también parece dispuesto a resistir pero no está claro. Las presiones del sector turístico son enormes.

En público el presidente solo contestó: “Algunos países están en desacuerdo con las recomendaciones que ha anunciado Bruselas. Yo estoy de acuerdo con las que ha hecho para España. Porque las recomendaciones son sustancialmente las propuestas de reforma que nosotros hemos mandado”. Esto es, si está sustancialmente de acuerdo, se podría pensar que cumplirá también la de subir el IVA de esos productos asociados al turismo. Fuentes del Gobierno señalan que no, que lo más probable es que eso no se haga, aunque sin duda habrá tira y afloja en las próximas semanas entre Bruselas y Madrid por este asunto. En cualquier caso no se tomará una decisión sobre el IVA reducido hasta que termine la temporada turística.