Rajoy ve difícil el acuerdo sobre el déficit y abre la puerta a la imposición

Un día después de fracasar en el intento de poner de acuerdo a sus barones sobre el reparto del déficit, Mariano Rajoy reconoció que será complicado alcanzar el consenso de todos y trasladó a los presidentes del PP desde París que, en cualquier caso, el Ejecutivo impondrá su criterio. Al presidente del Gobierno le preguntaron si, visto que no logra poner de acuerdo ni siquiera a sus barones, está dispuesto a imponer la cifra de déficit que corresponderá a cada uno. Rajoy aclaró que esa cifra será diferente para cada comunidad y aseguró que intentará buscar un acuerdo, pero asumió que será difícil y que el resultado no gustará a todos, lo que abre la puerta a esa imposición.

“Siempre que se produce un debate sobre estos asuntos de comunidades autónomas hay opiniones diferentes y que no tienen nada que ver con la ideología. Cada uno arrima el ascua a su sardina”, explicó Rajoy. “Uno pide que se tenga en cuenta el número de habitantes, otros la dispersión, otros el envejecimiento”, abundó en referencia a las reclamaciones de sus presidentes autonómicos, duramente enfrentados a cuenta del reparto del esfuerzo.

Los mandatarios regionales escenificaron el lunes su enorme malestar. El almuerzo celebrado en la sede nacional del PP ni siquiera terminó con un acuerdo de mínimos, y la dirección nacional del partido se limitó a asumir el fracaso y a apostar porque Hacienda negocie de forma bilateral con todas las comunidades para preparar el Consejo de Política Fiscal y Financiera previsto para principios de julio.

González admitiría el déficit a la carta “solo por razones especiales”

Rajoy, no obstante, trató de suavizar la imagen de desunión de la reunión del día anterior y que acabó con tensión palpable entre algunos barones. “La reunión fue de partido, yo no iba allí como presidente del Gobierno. Fue un interesante contraste de pareceres, había argumentos de todo tipo. Es un asunto que no se decidirá hasta junio. Después del consejo de junio se tomará la decisión en un Consejo de Política Fiscal”, explicó. “Mientras tanto, desde Hacienda se hablará con todos”, analizó el presidente para dar paso a esa posibilidad de imposición final: “Es imposible que a todo el mundo le vaya a gustar la decisión que se adopte. Yo no tengo ningún interés en imponer. Quiero que haya el máximo acuerdo posible. Pero una distribución entre comunidades tiene que haber” para que resulte la media del déficit entre todas del 1,2%.

Mientras, y antes de que hablara el jefe del Ejecutivo, algunos barones del PP que hasta ayer defendían un objetivo de déficit común y simétrico, comenzaron a matizar sus posturas y en la oposición sin fisuras al reparto flexible que quiere el Gobierno se vieron las primeras grietas.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, reconoció por primera vez como posibilidad la aplicación del déficit a la carta, aunque “solo por razones especiales justificadas”. En cualquier caso, vinculó esa hipótesis a que la fórmula que prepara el Ministerio de Hacienda respete el límite fijado por el Ejecutivo para todas las autonomías y que se sitúe “por debajo del 1,5% y siempre con criterios objetivos”. González, presidente de una autonomía que siempre ha sido la joya de la corona del PP por votos y presupuesto, insistió por otro lado en un aspecto en el que coinciden todos los barones populares. Esto es, bajo ningún concepto se puede superar el déficit del año pasado. Además, aseguró en una entrevista en la cadena Ser que no se deberá perjudicar a las comunidades que cumplen: “Si el cumplir o incumplir no tiene un tratamiento distinto, el mensaje que se lanza no es bueno”.

El mensaje del presidente de la Comunidad de Madrid no supone un avance real en la negociación, pero refleja un salto cualitativo, porque González nunca había asumido la posibilidad de un reparto flexible. Como él, también el cántabro Ignacio Diego, que siempre ha defendido un déficit simétrico, matizó ayer sus planteamientos. El presidente de Cantabria avanzó la posibilidad de aplicación de un déficit primario común que no incluya los intereses de la deuda al realizar el cálculo, lo que permitiría “satisfacer necesidades singulares”.

Alonso: “El Gobierno va a proteger y ayudar a los catalanes”

El partido se pronunció a través de Alfonso Alonso, para reiterar su criterio. El portavoz parlamentario recordó a los barones del PP que “tienen un mes para llegar a un acuerdo” y que, pese a la rebelión interna, “hay que llegar a ese acuerdo”. Alonso cree que el pacto debe buscar “fundamentalmente no dejar a nadie al margen”. El dirigente popular quiso dejar clara la postura del Ejecutivo en relación con el déficit de Cataluña. La mayoría de los barones del PP está inquieta porque teme que Montoro acabe beneficiando a Artur Mas por razones políticas. Preguntado acerca de las declaraciones del eurodiputado popular Alejo Vidal-Quadras, que el lunes sugirió al Gobierno “dejar en quiebra” al Ejecutivo catalán, Alonso se mostró inequívoco: “Los ciudadanos de Cataluña tienen que saber que el Gobierno les va a proteger, les va a ayudar y les va a tratar con justicia”.