Madrid acerca posiciones con Cataluña para la nueva financiación
Está a favor de elevar la participación en el IRPF para mejorar los recursos
Todos los consejeros de Hacienda del país sacan la calculadora: vuelve el sudoku de la financiación autonómica. Lo único en lo que todos están de acuerdo es que el actual modelo no sirve. La batalla ha empezado por donde el Gobierno menos esperaba: entre las comunidades gobernadas por el PP. Madrid ha abierto la primera brecha desmarcándose de otras autonomías afines políticamente pero muy distintas en peso y población, como Castilla y León o Aragón. El consejero madrileño, Enrique Ossorio, dejó caer ayer en un encuentro con periodistas que una de las líneas del nuevo modelo podría estar en una mayor cesión de impuestos, en concreto de IRPF, algo que a priori perjudicaría a territorios más pobres y despoblados. “El que crezcan los porcentajes de cesión no supone más financiación porque esta mayor financiación habría que retornarla al Estado por la vía del fondo de suficiencia”, precisó el consejero madrileño. De hecho, Madrid recibe solo el 17% de lo que recauda por este impuesto, según fuentes del Gobierno madrileño.
No obstante, Madrid lanzó guiños al Ejecutivo de Artur Mas. “Lo que es bueno para Madrid es bueno para Cataluña”, llegó a decir Ossorio, que incluyó en un decálogo sobre los principios que debe tener el nuevo modelo una de sus viejas reclamaciones: “Un sistema claro y actualizado de reparto del IVA y los Impuestos Especiales”. El consejero se quejó de que Madrid recibe solo un 17% del IVA cuando el peso de su economía roza el 20%.
Ossorio: “Lo que es bueno para Madrid es bueno para Cataluña”
La bronca interna está servida y cada autonomía ha empezado a jugar sus cartas. Todas aspiran a obtener más recursos peros estos son limitados. Si una gana es porque otras salen perjudicadas. Por la tarde la consejera de Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, que se ha opuesto a la asimetría que pretende Cataluña con el tope de déficit, pidió a la oposición (PSOE y grupo mixto) en las Cortes castellanoleonesas un pacto para luchar “unidos”, por un nuevo modelo de financiación que mejore el actual, anticipando que la batalla será complicada. “Posiblemente el nuevo modelo se dilate más de un año a pesar de lo que quieren otras comunidades”, aseguró después de criticar el sistema actual por “insuficiente, de escasa solidaridad y elevada complejidad. Los recursos que recibiremos este año no llegan a lo que percibíamos en el 2006”.
La mayoría de los territorios están en contra de que Cataluña marque el guion del nuevo reparto agitando la bandera del independentismo, como ya hizo hace cinco años con el Estatuto de Autonomía. Pero al igual que ha hecho con el límite del déficit, el ministro Cristóbal Montoro abrió la veda para comenzar a diseñar el nuevo modelo de financiación en el último Consejo de Política Fiscal (CPFF), celebrado hace dos semanas.
Castilla y León pidió un pacto al PSOE para afrontar la negociación
El decálogo que avanzó ayer el consejero madrileño para el próximo modelo “es compatible”, según sus palabras, con las aspiraciones de la Generalitat catalana. Para eso hará falta que el Gobierno inyecte más dinero al sistema autonómico. Aunque el ministro de Hacienda deslizó que no habrá más recursos para el reparto, Madrid cree que el Ejecutivo tendrá que aflojar. “Al final todos los Gobiernos terminan poniendo más dinero. Ha ocurrido siempre”.
Ossorio cree que la negociación debe ser “multilateral”, para que el nuevo sistema esté consensuado por todas las autonomías. “El anterior fue bilateral, diseñado entre el Ejecutivo central y Cataluña”, dijo. Madrid pretende que el próximo modelo sea “transparente”. “Hay que eliminar el retorcimiento estadístico”, reclamó el consejero, que se queja de que el sistema no tiene en cuenta toda la población para el reparto de las transferencias.
La idea de que el reparto debe basarse en criterios justos y equitativos se repite como un mantra en el resto de comunidades. Pero cada una tiene su propia idea de qué criterios son justos o injustos. “No vamos a permitir que se negocie bajo cuerda”, aseguran fuentes del gobierno canario (CC). Piden un sistema “con criterios transparentes y llanos”, sin pactos bilaterales, negociado por y para todos, y aunque saben que no van a recibir más recursos, reivindican un modelo que no les perjudique: “No puede haber una diferencia [de financiación] de 1.000 euros por habitante con la media como ahora, de lo contrario crearemos un país de distintas velocidades”.
“Al final, todos los Gobiernos acaban poniendo más dinero”, dice el consejero madrileño
En Andalucía (PSOE-IU) aseguran que cada año pierden 1.000 millones con la financiación actual. “No vamos a opinar sin una propuesta encima de la mesa”, puntualizan ante la idea lanzada desde la consejería madrileña. Tampoco Galicia se manifiesta aunque es una de las comunidades que más podría perder si se relegan variables como la dispersión y el envejecimiento de la población. En La Rioja, su presidente Pedro Sanz (PP), afirma que la financiación debe partir de un acuerdo “unánime como lo tuvimos con el Gobierno de Aznar”.
Montoro propuso hace semanas una compensación para las regiones más rigurosas con el déficit. “Los ingresos deben ser menores para las que no cumplen”, dijo, algo que reclaman las autonomías que hicieron más recortes. El decálogo madrileño incluye puntos que limitan las pretensiones catalanas. Por eso, Madrid aspira a que haya un solo modelo de financiación común para todas las comunidades y no haya más excepciones como reclama Cataluña para sí.
El "modelo Margallo"
José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores que durante años bregó con temas económicos como diputado en el Parlamento Europeo, ha dado más pistas que Montoro sobre cómo debería ser el próximo modelo de financiación autonómica. En una entrevista concedida al diario El Mundo el pasado domingo, Margallo aseguró que el Gobierno "debe reservarse los grandes impuestos que afectan al mercado interior: el IVA y el Impuesto de Sociedades", y dejar el resto "al arbitrio de cada autonomía", como el IRPF.
El nuevo modelo debe priorizar, según el ministro, los servicios “esenciales”, y los que no lo son a la hora de plantearse su financiación. “La corresponsabilidad fiscal no es tanto transferir agua como dejar a las autonomías que exploten sus propios pozos”, reflexionó, y apostó por implantar los precios públicos. “Aquí nos hemos obsesionado en discutir el copago sanitario, pero los laboristas británicos debaten tasas en las autovías en función de lo que contaminen los coches. ¿Qué ventaja tiene este sistema? Se alcanza un resultado parecido a los conciertos de los territorios forales”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.