Rubalcaba a Rajoy: “Le pido que renuncie, que lo deje, que dimita”
El presidente exige al líder del PSOE que publique las cuentas del partido y su IRPF
El 19 de abril de 1994 José María Aznar pronunció en el Congreso de los Diputados su célebre frase: “¡Váyase, señor González!”, incluida en un duro alegato con el que acusó al entonces presidente del Gobierno, Felipe González, de no hacer nada frente a la profusión de escándalos de corrupción ni ante una incipiente crisis económica. Este miércoles, casi 19 años después, Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo una intervención muy similar ante el pleno para solemnizar su petición de dimisión a Mariano Rajoy.
“Pienso que usted no está en condiciones de abordar esta crisis política porque está usted lastrado por los recortes sociales, por los retrocesos sociales que ha impuesto al conjunto de los españoles, por la ruptura de los consensos sociales que usted no contó en la campaña electoral y por la falta de reacción ante los casos de corrupción. Por eso, señor Rajoy, le pido hoy aquí, en esta Cámara, que renuncie, que lo deje porque usted no puede resolver la crisis política que tiene hoy España y que usted mismo ha creado. Le pido, señor Rajoy, que dimita porque creo que es lo mejor para España y para los españoles”, dijo el líder del PSOE.
En 1994 había un Gobierno muy débil y casi en fase terminal tras 12 años en La Moncloa. Ahora el Ejecutivo tiene una mayoría absoluta lograda hace apenas un año y medio, el partido en el poder está afectado por casos notables de corrupción y la crisis económica es infinitamente mayor que la de entonces. La otra diferencia fundamental es de contexto: Aznar eligió la expectativa y los focos de un debate sobre el estado de la nación, mientras que Rubalcaba ha tirado en una sesión menor de control al Gobierno la bomba atómica que los líderes de la oposición se reservan como máximo para una sola vez en cada legislatura. El efecto se reduce así al mínimo y se banaliza la petición de dimisión del presidente del Gobierno.
El líder del PSOE ha querido repetir lo que no ocurría desde hace 19 años, pero con la limitación de una breve pregunta al presidente, en lugar de esperar a la celebración, la próxima semana, del debate sobre el estado de la nación. La petición no ha tenido el empaque de entonces, pero Rubalcaba ha conseguido que el título de su intervención de la próxima semana no sea la petición de dimisión. El secretario general del PSOE, con la limitación de los dos minutos de las preguntas parlamentarias, vistió la petición con los incumplimientos de Rajoy y con la ruptura de consensos en la educación y la sanidad.
La respuesta del presidente fue, obviamente, negarse a renunciar y escudarse en un arma que estos días le funciona al PP para contrarrestar al PSOE: la resistencia de los socialistas a imitar a Rajoy y hacer públicas sus declaraciones de la renta. “Haga usted exactamente el mismo ejercicio de transparencia que he hecho yo con las cuentas de mi partido político y también con las mías. Y, cuando lo haga, a lo mejor tiene autoridad moral para decir algo. Mientras no lo haga, no la tiene”, le respondió a Rubalcaba. Con eso y con las medidas contra la corrupción y para reactivar la economía quiere llegar Rajoy la próxima semana a su primer debate sobre el estado de la nación.
El Gobierno asegura estos días que la petición de dimisión que ha hecho Rubalcaba les supone un cierto blindaje, porque lo ha hecho de forma prematura, lo que hace que no sea creíble que vuelva a pedirlo por otro asunto que pueda surgir. Incluso, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, habitual protagonista de la inmensa mayoría de las trifulcas en el Congreso, se revolvió contra las peticiones de dimisión y retó al PSOE desde la tribuna a presentar una moción de censura contra Rajoy, en lugar de insistir en la petición de dimisión.
Antes, el presidente del Gobierno, en respuesta a Rosa Díez (UPyD), se defendió de las acusaciones de corrupción anticipando una medida que tenía previsto anunciar la próxima semana: la extensión a los partidos de la Ley de Transparencia. Díez pidió que la norma se extienda a la Casa real y a “todos los que reciban subvenciones públicas”.
Joan Coscubiela, portavoz de ICV, se sumó a la petición de dimisión de Rajoy por ser “un presidente bajo sospecha”, pero añadió la exigencia de convocatoria de elecciones generales a la que el PSOE ni se asoma siquiera.
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