El fiscal pide imputar a tres parientes lejanas del Rey en la trama de Gao Ping
María Margarita de Borbón Dos Sicilias, su hermana María Inmaculada y la hija de esta están relacionadas con la trama delictiva de la organización de blanqueo
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado la imputación de otras trece personas en el caso Emperador, la red de blanqueo de capitales liderada por el empresario chino Gao Ping. Entre las imputadas se encuentran tres parientes muy lejanas del Rey Juan Carlos: María Margarita de Borbón Dos Sicilias Lubomiska, su hermana María Inmaculada, y la hija de ésta, María Ilia García de Sáez. Estas trece personas, relacionadas con la llamada trama delictiva de la organización, estarían acusadas de un delito de blanqueo de capitales y contra la hacienda pública, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
La trama delictiva de la supuesta red de evasión fiscal de Gao Ping blanqueaba dinero a reputados joyeros de la comunidad judía asentados tanto en España como en Israel, según un oficio del Cuerpo Nacional de Policía contenido en el sumario de la operación Emperador'. En las conversaciones telefónicas intervenidas a la trama se desprende que María Margarita y María Inmaculada, primas lejanas del Rey, se relacionaban con la trama a través de María Ilia García de Sáez, empresaria de profesión.
Las actividades de la trama delictiva corrían a cargo de la ciudadana israelí Malka Mamman Levy, alias La Sobrina, a la que la Fiscalía Anticorrupción considera “eje vertebrador de la organización criminal especializada en blanqueo de capitales”. Levy es calificada en los informes policiales como “nexo de unión” entre la estructura internacional y los clientes españoles, y “enlace de una serie de intermediarios de ámbito nacional dedicados al mercado del dinero negro”.
Levy tenía una relación directa con el experto en diamantes Menachem Casif Fouzailoff, al que solía referirse con el apodo de Meni. Se trata, según los fiscales del caso, Juan José Rosa y José Grinda, de “un reputado joyero y experto diamantero” que era “popular entre los miembros de la comunidad hebrea en España” y actuaba como “intermediario” para el blanqueo de capitales de joyeros asentados en el Diamond District de Tel Aviv, el complejo más grande del mundo de producción de diamantes. El joyero se habría granjeado “éxito en su ramo, no sólo por su pericia y profesionalidad” sino también por su “influyente posición en un entramado criminal de origen hebreo asentado en España” dedicado al contrabando y la evasión fiscal, según un informe del ministerio público.
Casif Fouzailoff era miembro de la bolsa de diamantes de Tel Aviv, a través de la cual realizaba “operaciones para los clientes de la organización”, según la fiscalía. De esta forma, la red de Gao Ping utilizaba su posición para “la realización de transferencias internacionales destinadas a ocultar el origen y destino del capital utilizado, blanqueando su procedencia y evadiendo el control y fiscalización gubernamental”.
El joyero, que está imputado por el juez Fernando Andreu, tenía capacidad “ilimitada” para realizar transacciones internacionales. A cambio obtenía “dinero en metálico para la compra-venta fuera del mercado lícito de piedras preciosas y otros materiales valiosos”, al tiempo que utilizaba a otros miembros de la organización como Malka Mamman Levy para “transportar por contrabando piedras y metales preciosos”.
El Cuerpo Nacional de Policía recuerda en su informe que la industria de diamantes de Israel es “una de las más importantes en lo que se refiere a la producción de diamantes cortados en bruto para su comercialización”, ya que aproximadamente la mitad de las gemas que se comercializan en el mundo proceden del Estado hebreo. En 2004, según este informe, Israel vendió más de 6.300 millones de dólares en diamantes pulidos.
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