¿Qué tenemos que decir de Urdangarin?

“¿Qué papel juega Iñaki [Urdangarin] en la cumbre [Valencia Summit]?”. “¿A quién representa, a Nóos, al COE o va como exdeportista de élite?”. “¿Cómo se conocieron Iñaki y Diego [Torres]?”. Un total de 30 preguntas de ese estilo figuran en uno de los documentos que el exsocio del duque de Palma, Diego Torres, ha enviado al juez que investiga el caso Nóos. El argumentario de respuestas a medios fue elaborado en 2004, semanas antes de que se celebrara la primera edición del Valencia Summit, uno de los macroeventos sobre cultura y deporte con los que Urdangarin y Torres se lucraron de forma irregular.

 Ante el interés que suscitó el evento —y, en especial, la presencia del yerno del Rey como organizador—, los responsables del Instituto Nóos confeccionaron un guion para salir al paso ante ciertos interrogantes. A cada pregunta le corresponde una respuesta precisa.

Diez de las preguntas versan sobre el papel de Urdangarin en la cumbre y en Nóos. Así, se presenta el Instituto como el “organizador científico” del evento y al esposo de la infanta Cristina, como su presidente.

Urdangarin no representa en ese evento, sigue el argumentario, nada más que a Nóos. “¿Tiene el Instituto o la cumbre algo que ver con la Casa Real?”. La respuesta es tajante: “No. Absolutamente nada”. El argumentario también se esfuerza en subrayar que el Instituto utilice “algún tipo de relación, conocimiento personal o información privilegiada para desarrollar la actividad”.

El documento explica la “transición” de Nóos de consultoría (con cartera de clientes) a instituto (ligado “al mundo académico”). Por aquellas fechas, sin embargo, la página web de la Casa del Rey aún reflejaba que Nóos era una “consultoría estratégica” de la que el duque era “socio fundador”. La versión que debe trasladarse a la opinión pública, recoge el argumentario, es que la web “no está suficientemente actualizada”.

Una de las discusiones más relevantes del caso es el papel que Urdangarin y Torres jugaron en la trama. El duque sostiene que carecía de poder ejecutivo y que las decisiones las tomaba su socio. La cuestión no es baladí y de ella depende cómo se reparte la devolución del dinero malversado. Según los investigadores, el exjugador de balonmano y su profesor se embolsaron seis millones de dinero público con tres ediciones del Valencia Summit y dos del Illes Balears Forum, eventos sufragados por los Gobiernos autonómicos, en manos del PP.

Sobre la pregunta “¿Qué socios tiene Iñaki?”, el documento señala que “en la consultoría, era Diego Torres. Pero no así en el instituto”, formado por una junta directiva de cinco personas, incluida la infanta Cristina.

Urdangarin, abunda el texto, recibe honorarios de Nóos, pero no como presidente, sino por “su trabajo en el campo de la investigación y los proyectos que desarrolla en el Instituto”.

El documento señala que Nóos “cobra por organizar” la cumbre de Valencia y “hace frente a los costes de los distintos proveedores, profesionales y esfuerzos de plantilla”. Si un periodista inquiere por qué se ha adjudicado a Nóos la organización del evento, hay que contestar reivindicando la marca: “Somos la única institución en España cuya misión es realizar este tipo de actividades”.

La misión de Nóos es “realizar investigaciones de interés general”, centrada en la “generación de conocimiento” a favor de las “empresas-patrono”. Nóos no tiene propietarios (es una “asociación de profesionales”) ni presupuesto: “Recibimos las aportaciones necesarias para financiar (...) los proyectos de investigación que las empresas-patrono nos solicitan”. “No somos comisionistas”, remacha el argumentario.

Si alguien pregunta por Diego Torres, hay que decir que “es profesor de ESADE con amplia experiencia” y que “fue profesor de Iñaki”. Además de colaborar en proyectos, “son buenos amigos”, añade el texto.